Newell’s no tuvo definición y Colón celebró el empate. Belluschi abrió el marcador para Newell’s, pero Esnaider se equivocó de arco y selló la definitiva igualdad…
Belluschi y Bieler disputan el balón. |
Los pibes se quedaron con los tres puntos. |
Borghello se cae ante la marca de Daniel Díaz. |
Newell’s no tuvo definición y Colón celebró el empate Belluschi abrió el marcador para Newell’s, pero Esnaider se equivocó de arco y selló la definitiva igualdad.
Ambos equipos llegaban al encuentro con realidades disímiles. El local venía de ganar en Tres Arroyos, insinuando que este torneo nuevamente lo tendrá como protagonista. En cambio, los santafesinos habían perdido en sus tres presentaciones, teniendo que recurrir a la fuerza policial para salir de su propio estadio ( y esto no es una metáfora). Esto originó el temprano y cuestionable despido de Pizzi y Del Solar como técnicos.
En el estadio, más de 30.000 personas esperaban una convincente victoria del último campeón frente al colista de la tabla. El comienzo del partido parecía certificarlo. Newell’s fue claro dominador del juego. Ortega cumplía 31 años y la defensa visitante decidió regalarle espacios que el «burrito» supo aprovechar. Todo avance de Newell’s pasó por sus pies, ya sea para habilitar a Vella en sus excursiones o juntarse con Belluschi y Scocco para desequilibrar y asistir a Borguello ( que no tuvo una buena noche). La defensa no tenía complicaciones y Zapata era el eje en la recuperación de la pelota.
Colón demostró que es un conjunto con muy poco volumen de juego y sin variantes. A pesar de contar con buenas individualidades, no logra encontrar el buen funcionamiento que supo tener con Basile como DT. Giovanni Hernández comenzó bailando salsa colombiana sobre la pelota, pero luego fue «deglutido» por el mediocampo local. El «pipa» Estévez lució desdibujado, muy lejos de «parecerse a Corbatta» como lo había definido el mismísimo Carlos Bianchi.
Tras un centro de Ortega, Belluschi capturó el balón y la puso junto al palo derecho de un vencido Tombolini. Parecía que Newell’s convertiría el segundo gol, ante un equipo tambaleante. Sabiendo que Colón cuenta con buenos cabeceadores en defensa, la lepra no recurrió al pelotazo y probó desde media distancia. Scocco fue uno de los que intentó por esa vía, pero el arquero tapó varias ocasiones de gol. Durante el primer tiempo, la única clara de Colón fue un remate de Cominges que se fue cerca del palo derecho de Villar.
En la segunda etapa, Newell’s buscó definir el pleito. Ingresó Rodas, quien sacó un fuerte disparo desde fuera del área que besó la red. Villar parecía un espectador más. El problema era que Ortega no repitió en el segundo tiempo lo hecho en el primero, y Newell’s lo sufrió. Ante el bajón del «burrito», los delanteros no eran asistidos. Con la entrada de Esnaider se buscó profundidad, pero al delantero todavía le faltan minutos de fútbol.
Poco a poco la visita comenzó a ganar terreno. Romagnoli empezó a recuperar y tocar, virtudes que decidieron a José Pekerman a convocarlo a la Selección. Nuevamente Cominges falló una buena oportunidad tirándola a las manos de Villar. Pero a los 76 minutos y luego de un córner, Esnaider peinó la pelota contra su propio arco y empató el partido.
Después del gol, Newell’s buscó el triunfo desesperadamente y sin ideas. Comenzaron a caer pelotazos sobre el área visitante que no inquietaron a Tombolini. Ribeca realizó un cambio ofensivo reemplazando a Zapata por Penta, pero el pibe se consumió en el nerviosismo general. Sobre el final, Rosada cometió un error infantil cuando quiso salir jugando en su área, pero ¿cuándo no? «San Justo» Villar evitó la derrota.
Tras el pitazo final, Colón festejó como si hubiese redescubierto América. El público local se fue mascando bronca, pensando en la importancia que pueden tener estos dos puntos perdidos.
por Matías Torno, especial para Rosarinos.com
Fotos: Hugo Ferreyra – Marcelo Bustamante