Viven junto a dos cerealeras de Puerto General San Martín. Cuando los trenes hacen maniobras frenan el tránsito de camiones y éstos protestan “prendidos de las bocinas”.
Los vecinos de la ciudad de Puerto General San Martín que habitan en barrio Cerana, un conglomerado de cuatro manzanas linderas a las cerealeras Bunge Argentina S.A. y ADM S.A., continúan soportando distintos padecimientos.
A la permanente contaminación ambiental y existencia de roedores, se suma –como es sabido- la cotidiana presencia de camiones, que se cuentan por miles en época de cosecha.
Quienes habitan el barrio conviven con las playas de estacionamiento. Los camiones que salen desde las empresas, atraviesan el barrio, especialmente por calle 25 de Mayo, y cuando el tren corta el paso a nivel, la fila de camiones queda detenida a metros de las viviendas. A modo de protesta, los transportistas comienzan a hacer sonar sus bocinas sin importar la hora en que ocurra el inconveniente.
Así ocurrió en la madrugada de este miércoles, cuando los vecinos despertaron con la desagradable situación.
En Cerana hay dos vías de ferrocarril, una que corre en paralelo a calle Belgrano y otra que ingresa a la planta de Bunge. Cada vez que los trenes hacen maniobras, el barrio queda por un largo tiempo aislado, sin que nadie pueda entrar ni salir.
Recordemos que después de muchas idas y vueltas en la conflictiva relación entre vecinos y las empresas, en la que no estuvo ajena la Municipalidad local, los habitantes más cercanos a las plantas cerealeras decidieron venderles sus propiedades a esas firmas y trasladarse a otro sitio. Pero por el momento, lo que parecía una solución definitiva, se sigue demorando y se transformó en otro problema que se suma a la larga lista de penurias.
Texto: DiarioSintesis.com.ar