Muy linda e interesante fue la exposición que se desarrolló en el predio de ex-«La Rural» en pleno Parque de la Independencia.
Es la primera vez que se realiza un evento donde se encuentran representadas prácticamente todas las principales actividades de hobby y tiempo libre. Colecciones y modelismo de todo tipo, maquetas, artesanías, y también deportes como el parapente, la pesca entre otros. También hubo juegos de rol, comics, historieta y caricatura, y en un videowall se pudo ver videos de todas estas actividades, incluso producciones profesionales aún no emitidas en la TV argentina.
Hubo muchas colecciones impactantes. Entre ellas se destacó la del Sr. Pablo Capellin, quien ha ocupado varios stands con radios, tocadiscos, revistas y hasta un almacén de época con todo y bebidas reales de antaño (que incluso se puedieron degustar…) Al parecer este dato, y el frío de estos días convirtió a este stand en el lugar de encuentro por excelencia de los colegas expositores 🙂
Realmente un placer y una aventura recorrer los modelos de aviones, helicópteros, trenes, barcos, lanchas, autos, omnibus, todos a diferentes escalas. Una atracción especial fue el modelismo radiocontrolado, que ofreció demostraciones de vuelo de helicópteros, corridas de autos todoterreno y navegación de lanchas.
También hubo ehibición de vuelo de parapente, de escalada deportiva, hubo partidas de ajedrez, dibujantes, bonsai, filatelia, armas, numismatica, insectos, vinos, cine y mucho más.
En cuanto autos antigüos, se pudo difrutar de los modelos del Rosario Chivo Club, integrado por fans de los autos Chevrolet de todos los tiempos. El último día desfilaron en carabana y estacionaron sus autos de modo que el público pudo disfrutar y asombrarse con decenas de autos impecables.
También las motos tuvieron su espacio y sus fans. El Rosario Vespa Club exhibió varios modelos de motos muy atractivas.
Podría contar muchos detalles, pero no podré transmitir la experiencia de pasear entre antigüedades mientras te llega el viento del helicóptero que vuela por el pabellón, asombrarse por el talento de los caricaturistas y disfrutar al mismo tiempo una copita de «Caña» de 1930 servida por Pablo Capellín. Más atrás, Tom persigue a Jerry en el stand de cine de Nelson Deligio. Afuera, los acróbatas de bicicletas dejan pestañando a cientos de ojos que no pueden creer lo que son capaces de hacer los alumnos de Sebastián Mastrocola.
Y así, por donde fuera, uno pasaba de sorpresa en sorpresa porque cada stand no sólo reflejaba actividades interesantes. Uno se encontraba allí con personas apasionadas que realmente disfrutaban mucho de explicar y contar todo lo que el público quisiera saber, y mucho más.
Por ejemplo la Unión de Modelistas Navales, fue uno de los stands donde más tiempo se detuvo la gente. Y no era para menos. Además de hermosos modelos, estaban los orgullosos modelistas mostrando los detalles hasta con lupa! y explicando cómo hacen sus barcos.
También el automodelismo destacó por la cantidad de piezas presentadas y hasta uno casi de verdad (un auto real de carrera ahora convertido en modelo!). Entre las obras expuestas había varios premiados a nivel nacional.
Diez días de exposición no alcanzan para ver en detalle todo lo que allí se mostró. Ojalá esta exposición se vuelva a hacer pronto.
Esté atento para la próxima. Vaya con toda la familia.
Gabriel Gómez Fiori
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