El Ejecutivo Municipal estudia la posibilidad de destinar el edificio de la ex estación ferroviaria Central Córdoba para instalar el futuro casino. El secretario de Planeamiento, Daniel Vidal, admitió que la casa de juegos que debería instalarse en la ciudad podría quedar radicada en el histórico inmueble de 27 de Febrero y Juan Manuel de Rosas. El gobierno provincial espera llamar a licitación antes de fin de año, por lo que se estima que el gobernador Carlos Reutemann reglamentará la ley en unos 10 días. Desde el Colegio de Arquitectos de Rosario también se ve con buenos ojos la idea de transformar la antigua construcción de ferrocarriles en sede del casino. Pero esta no es la única idea en torno a ese predio. Aún hay mucho para discutir y los vecinos de la zona deberán tomar cartas en el asunto.
La intención de montar un casino en la ex estación de trenes es una propuesta que todavía está en los despachos. Para que pueda avanzar, es preciso que el gobierno provincial dicte el decreto reglamentario de la ley de casinos, aprobada hace más de nueve meses por la Legislatura provincial. Y esa determinación está cerca. El proyecto de reglamentación de la ley está siendo considerado por Fiscalía de Estado. «Nosotros esperamos que se expida y luego que se defina el decreto que aprueba el reglamento», sostuvo el vicepresidente ejecutivo de la Caja de Asistencia Social Lotería de Santa Fe, Oscar Donayo.
Si bien el funcionario no pudo precisar los «tiempos que maneja Fiscalía», estimó que «no pasará muchos más de diez días». En ese sentido y hasta el momento, no han habido objeciones de importancia.
El titular del área de de Planeamiento de la Municipalidad confirmó a La Capital que se analiza minuciosamente en el seno del gabinete del intendente Hermes Binner la posibilidad de que la futura casa de apuestas se radique en la ex estación Central Córdoba.
Es más, el histórico edificio está emplazado dentro del área que la Municipalidad seleccionó para localizar esa casa de juegos, aunque aún hay que seguir afinando la punta al lápiz en torno al proyecto. En rigor, lo que sí está acordado hasta el momento es que el área para emplazar el futuro centro de atracción estará en la zona sur, dentro del sector delimitado por 27 de Febrero, avenida Belgrano y San Martín.
Si bien la estación no es la única construcción con posibilidades para convertirse en casino, es una de las favoritas. Sin ir mas lejos, el presidente del Colegio de Arquitectos, Miguel Faure, consideró que Rosario Central es «viable» para instalar el centro de juego y desestimó que el lugar pueda resultar chico.
Vidal admitió que la estación es uno de los edificios con más posibilidades, pero a diferencia del titular del colegio, opinó que sería necesario ampliarlo para poner allí las ruletas y las mesas de punto y banca. La ley de casino fue sancionada en noviembre pasado, aunque la iniciativa comenzó a discutirse en la década del 60.
Donayo sostuvo que el llamado a licitación podría realizarse a fin de año. De cualquier manera, ya hay un equipo que está trabajando en la formulación de las bases de la concesión, más allá de que después haya que hacerle modificaciones a partir del reglamento que se apruebe.
Se trata de un grupo conformado por agentes de Lotería y especialistas de la Dirección de Turismo provincial, porque «la ley también es de promoción e inversiones turísticas; el casino es una parte de un conjunto de cosas», destacó Donayo.
El pliego podría concluirse a fines de este mes o durante los primeros días de noviembre. Una vez que esté armado habrá que mostrárselo a la comisión de seguimiento, que está establecida en la ley, integrada por legisladores de ambas cámaras. «Estamos trabajando con la consigna de hacer el llamado antes de fin de año», expresó.
Después de un sinfin de tironeos y de interminables negociaciones, en una maratónica sesión el 30 de noviembre pasado, la Legislatura sancionó la ley de casinos. La iniciativa erizó la piel de distintos representantes de la curia, fundamentalmente del ahora ex arzobispo de Santa Fe Edgardo Storni, quien se opuso reiteradamente y hasta habría presionado a distintos legisladores para evitar que levantaran la mano en las cámaras de Diputados y Senadores.