Eliana Fernández, de 9 años, fue dada de alta ayer en el Vilela. Los médicos consideran que esta cirugía marca un hito en el servicio de oncología de la salud municipal
El Hospital de Niños «Víctor J. Vilela» festejó ayer por partida doble. Por un lado, fue dada de alta la nena de 9 años que recibió exitosamente hace 17 días un trasplante de médula ósea. El otro motivo para celebrar fue que se trató de la primera intervención de este tipo en un efector público de Rosario y del resto de la provincia. El equipo médico, que no pudo ocultar su orgullo, dijo que la cirugía marca un hito en el servicio de oncología de la salud pública y aprovechó la oportunidad para anunciar que dos nuevos pacientes esperan ser trasplantados el próximo mes.
Eliana Fernández salió ayer a media mañana del área de trasplante de médula ósea acompañada por el equipo médico que estuvo a cargo de la operación y por las enfermeras que trabajaron en el proceso de recuperación. Claro que también estaban sus padres, Oscar Fernández (36) y Edita Rolón (38); y Franco, el menor de los cuatro hermanos de Eliana.
Puede resultar obvio decir que cada uno de los que salieron de esa sala estaba feliz. Pero en el caso de los padres, ese sentimiento se mezclaba con una sensación de alivio y con la certeza de saber que tienen que seguir luchando. «Prácticamente es el día más importante de mi vida, la que cambió mucho desde que a mi hija le detectaron la enfermedad», dijo Oscar.
Eliana tenía 6 años cuando le diagnosticaron la enfermedad de Hodking, una patología linfática que se comporta como un cáncer. Según informó la directora del Vilela, Karen Liljesthröm, «la paciente estuvo tres años bajo distintos tratamientos terapéuticos, pero no tuvieron resultados positivos. Por lo tanto, el trasplante quedó como la única alternativa».
La nena fue internada el pasado 5 de febrero y el 12 de marzo se concretó el autotrasplante de médula ósea, el primero que se realizó en un hospital público. Desde el 99 el Vilela cuenta con dos unidades para llevar adelante este tipo de intervenciones, pero recién se habilitaron con esta cirugía.
«Para nosotros es un hito, algo que marca un cambio en el rumbo del servicio de hematología y oncología», manifestó ayer el jefe del equipo de trasplante de médula ósea, Amadeo Rosso. De hecho, en Argentina sólo hay tres hospitales especializados en pediatría que realizan trasplantes de médula ósea. Y son el Hospital de Pediatría «Dr. Juan P. Garrahan» (Buenos Aires), el Hospital de Niños «Superiora Sor María Ludovica» (La Plata) y ahora se sumó el Vilela.
Rosso informó que Eliana se encuentra en «excelente estado». Pero aclaró que deberá respetar estrictas recomendaciones, como seguir un régimen de alimentación, no tomar agua de la canilla y completar la medicación indicada. Además, la nena deberá someterse a controles semanales en el hospital.
Más allá de que este proceso de recuperación llevará entre 6 y 8 meses (de acuerdo a su evolución), Eliana se mostró contenta de volver a su casa. «Estuvo mucho tiempo en el hospital, y ya estaba cansada. Ahora lo que queremos es estar tranquilos en familia, tenerla y mimarla», contó el padre.
La nena salió de la unidad de trasplante con jeans, remera, zapatillas, un gorro rosa y un barbijo que le cubría la boca y la nariz. Y se encontró en su camino con periodistas, cámaras y flashes. Habló poco, pero bastó para poder expresar las ganas que tenía de volver a su barrio, 7 de Septiembre. «Extraño jugar con mi hermano Franco y ya tengo ganas de ir a la escuela», soltó Eliana.
Sin embargo, para regresar a clases tendrá que esperar unos dos meses, según aseguró Rosso. Pero no perderá el año porque recibirá en su domicilio la asistencia de una docente.
«Estas cosas te cambian no sólo la vida, sino también la forma de verla y vivirla. Ahora somos conscientes de todo lo que se lucha para combatir una enfermedad», expresó Oscar. Su esposa, Edita, se sinceró: «Nunca creímos que esta operación se iba a poder hacer en Rosario y menos en un hospital público. Desde ya agradezco a todos los que hicieron posible que Eliana esté feliz».
El especialista del Hospital de Niños aseguró que a primera etapa fue un éxito, y ahora resta encarar la recuperación. «Desde el punto de vista oncológico tienen que transcurrir unos 5 años para que desaparezca el tumor en forma completa. Si la paciente muestra signos de estabilidad en ese tiempo, quiere decir que está curada», precisó.
Para Eliana y su familia ayer empezó una «nueva vida, una normal». Para los médicos que llevaron adelante el trasplante comenzó una nueva etapa, «de constante trabajo pero de muchas satisfacciones».