Los lancheros agrupados en la Cámara de Transporte Fluvial y Recreo de las Islas están embarcados en la posibilidad de reactivar la rambla Catalunya, y piensan invertir en la construcción de un muelle en ese sector de la costa. La iniciativa llegó ayer directamente a los oídos del intendente Hermes Binner cuando recibió a representantes de la entidad quienes, a su vez, le plantearon la necesidad de construir un nuevo muelle para cruzar hacia la zona isleña. El jefe comunal vio con buenos ojos la propuesta e insistió en darle curso a través de la Secretaría de Planeamiento, que evaluará la factibilidad del proyecto. Es más, el martes los lancheros se reunirán con el titular de la repartición, Daniel Vidal. Si la construcción de un nuevo embarcadero avanza, Costa Alta podría verse afectada en su funcionamiento, situación que los empresarios refutan.
Los propietarios de las lanchas que se dirigen a las islas están dispuestos a invertir en el nuevo muelle. «Vamos a correr ese riesgo empresario», sostuvo enfático el síndico de la cámara, Ricardo Cornero. Ellos pretenden que se regenere el mercado «perdido hace seis años». La idea propicia también llevar adelante actividades recreativas y turísticas, como la realización de espectáculos y competencias.
Para el empresario el movimiento en la zona se redujo en los últimos tiempos en alrededor de un 15 por ciento. Así, la posibilidad de que la gente pueda tomar una embarcación en la zona volvería a reforzar el ímpetu perdido.
De este modo, cabe esperar que el sitio bautizado Costa Alta se vea claramente perjudicado. No obstante, Cornero se encargó de poner paños fríos a esa posibilidad. «No desaparecería porque algunos emprendimientos se encuentran más cerca de allí que de la rambla», sostuvo en diálogo con La Capital.
Pero es sabido que los rosarinos prefieren salir hacia las islas desde el sector ribereño, al que tienen más fácil y cómodo acceso. La iniciativa de los lancheros para hacer el muelle tomó como puntos de referencia las intersecciones de la costanera con las bajadas Gallo, Ricardo Núñez o Puccio. Más aún, los emprendedores costeros sacaron un as de la manga y adelantaron que si obtienen el okey de la Intendencia, el embarcadero podría construirse en 60 días. De esta manera, estaría finalizado para este época estival.
Las gestiones con Planeamiento habían comenzado cerca de principios de año. Pero hasta el momento no avanzaron demasiado. Sin embargo, fuentes de la dependencia consideraron que la intención de los lancheros «es buena».
Los dueños de las embarcaciones hicieron los estudios de batimetría (relacionados con la curva de profundidad del lecho del río) cuyo resultado fue favorable de cara a poder plasmar la obra. Ahora resta el impulso que debe dar la Municipalidad.
El concejal Federico Steiger se mostró convencido de que el proyecto prosperará. Ya en 1995 propició la realización del nuevo muelle. «Desde que se hizo Costa Alta el movimiento hacia las islas desde ese sector se redujo en un 90 por ciento», enfatizó.