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Los relojes inteligentes y los rastreadores de actividad física se han convertido en compañeros inseparables para algunas personas en su día a día, facilitando el seguimiento de nuestra salud y actividad física. Sin embargo, un reciente estudio ha revelado una preocupante realidad: muchas de las pulseras de estos dispositivos contienen niveles elevados de sustancias químicas perjudiciales para la salud, conocidas como «químicos eternos» o PFAS.
¿Qué son los «químicos eternos»?
Los «químicos eternos», o sustancias perfluoroalquiladas, PFAS, son un grupo de sustancias químicas que tienen una peculiaridad: resisten la degradación y permanecen en el ambiente durante muchísimo tiempo. Debido a esta característica, y a su capacidad para repeler el agua, el aceite y la suciedad, se utilizan en una amplia variedad de productos, desde la ropa hasta los utensilios de cocina. En el caso de las pulseras de relojes inteligentes, los PFAS se añaden para hacerlas más duraderas y resistentes al sudor.
Los resultados del estudio son alarmantes
Un equipo de investigadores analizó decenas de pulseras de relojes inteligentes de diferentes marcas y precios y encontró niveles muy altos de PFAS, especialmente del ácido perfluorhexanoico (PFHxA), en aquellas fabricadas con caucho sintético fluorado. Lo más preocupante es que estas sustancias pueden ser absorbidas por la piel, aunque aún se desconocen los efectos a largo plazo de esta exposición.
Este estudio encontró PFAS, o marcadores de sustancias químicas en pulseras de 15 de 22 marcas comunes de relojes inteligentes, y a niveles muchos más altos que los que normalmente se encuentran en los bienes de consumo y de ropa.
«Este descubrimiento se destaca por las concentraciones muy altas de un tipo de sustancia química permanente que se encuentra en los elementos que están en contacto prolongado con nuestra piel», dice Graham Peaslee, autor correspondiente del estudio.
¿Por qué los PFAS en las pulseras de relojes inteligentes?
Los fabricantes añaden PFAS a las pulseras de los relojes inteligentes para conferirles propiedades repelentes al agua, sudor y aceites, garantizando así una mayor durabilidad y resistencia. Sin embargo, esta práctica, aunque beneficiosa para el producto, representa un riesgo para la salud de los usuarios, ya que estos químicos pueden ser absorbidos a través de la piel.
¿Qué podemos hacer?
Ante esta preocupante situación, los consumidores podemos tomar algunas medidas para reducir nuestra exposición a los PFAS:
- Priorizar pulseras de silicona: La silicona es un material más seguro y menos propenso a contener PFAS.
- Leer las etiquetas: Antes de comprar una pulsera, es fundamental leer detenidamente la etiqueta y buscar información sobre la composición del material. Evita aquellas que mencionen fluoroelastómeros o cualquier tipo de recubrimiento fluorado.
- Exigir transparencia: Los consumidores tenemos el poder de exigir a las marcas que sean más transparentes en cuanto a la composición de sus productos. Al exigir información sobre los materiales utilizados en la fabricación de las pulseras, podemos incentivar a las empresas a buscar alternativas más seguras.
La presencia de PFAS en las pulseras de relojes inteligentes es un claro ejemplo de cómo la búsqueda de productos duraderos y de alta calidad puede tener consecuencias negativas para la salud. Es fundamental que los consumidores estén informados y tomen decisiones conscientes al momento de elegir sus dispositivos tecnológicos. Al exigir productos más seguros y sostenibles, podemos contribuir a proteger nuestra salud y el medio ambiente.
La detección de PFAS en las pulseras de relojes inteligentes es una llamada de atención para los consumidores y los fabricantes. Es fundamental que todos trabajemos juntos para promover la producción y el consumo de productos más seguros y sostenibles. Al elegir productos libres de PFAS, estamos protegiendo nuestra salud y el planeta para las futuras generaciones.
Referencia:
Elevated levels of ‘forever chemicals’ found in several smartwatch wrist bands
Fuente: CerebroDigital.net