“Siempre que pueda reducir mi huella de carbono en este planeta lo voy a intentar”, dijo.
A Mariana Houssay le llevó tres meses instalar el sistema que le permite reciclar el aceite de cocina para trasladarse por el país a bordo de su Ducato.
Mariana Houssay apostó por una vida nómade cuando, en marzo de 2020, se encontró imposibilitada de volver a Australia (vivía allí desde febrero de 2019) por culpa de la pandemia. A fines de aquel año, tras meditar qué hacer con sus días, destinó todos sus ahorros para la compra de una Fiat Ducato modelo 92.
Invirtió cerca de US$7000 en la compra del vehículo y en su adaptación. En una entrevista, la nacida en San Isidro detalló que fue ella quien diseñó la estructura, compró aislantes y maderas para las paredes, entre otras modificaciones.
Partió el 14 de febrero de 2021. Chapadmalal, Necochea y Mar del Plata fueron sus primeros destinos. Luego visitó Bariloche, El Bolsón, Lago Puelo, Villa La Angostura, Villa Traful, San Martín de Los Andes, Junín de Los Andes y Villa Pehuenia.
Cuando arribó a San Juan fue contratada por el Ministerio de Turismo para realizar contenido en sus redes sociales. Durante aquella estadía, un hombre le mostró en un video cómo un español había convertido su van en una camioneta sustentable.
En los últimos días, Mariana utilizó su cuenta de Instagram para revelar el método que le permitió ahorrar más de $80.000 en combustible durante todos estos meses. Lo logró luego de adaptar su Fiat Ducato con un sistema que le permite andar gracias al aceite de cocina reciclado.
“El proyecto lo comencé en julio de 2021 y habré tardado tres meses en terminarlo. Estuve 15 días pensándolo, ya que no solo era mi vehículo, sino también mi casa”, dijo en diálogo con TN.
“Me había hecho amiga de un mecánico, le comenté sobre el proyecto, le dije que quería hacerlo y me respondió que él me apoyaba. Fuimos investigando para encontrar los elementos necesarios. Había muchos repuestos que en Argentina no se conseguían, así que inventamos un nuevo filtrado para el aceite”, detalló.
Cómo funciona el sistema que utiliza aceite de cocina como combustible
En su video, precisó que para convertir el vehículo el mismo debe llevar combustible diésel. Además, se necesita que tenga inyección mecánica, un nuevo filtro de aire, calentador de placas, un nuevo tanque para el aceite, mangueras y dos válvulas de tres vías.
“La parte que lleva más tiempo es la del filtrado del aceite, porque cuando en un restaurante te dan el que usaron puede tener restos de comida. Así que nos pusimos a hacer el sistema de filtrado”, sostuvo.
“El aceite se tamiza, luego se filtra y a partir de ahí está listo para ser utilizado en el tanque”, contó Mariana. Y agregó: “Colocamos un tanque nuevo en paralelo al de gasoil. También un filtro para el aceite. El circuito es diferente y va en paralelo. Solo comparten la bomba inyectora que va al motor, indispensable para generar la combustión”.
“Cuando el motor está caliente, se usa el radiador para utilizar el aceite. El aceite y el gasoil hacen la combustión de la misma forma. Lo único que necesitaba era reducir la viscosidad del aceite, eso lo hace el radiador.
“Terminamos de colocar las piezas y había algo que no lo dejaba funcionar. Me tenía que ir a Córdoba y ahí tuve la suerte de conocer a un ingeniero con el que revisamos el motor. Él se dio cuenta de que una de las válvulas estaba puesta al revés”, dijo Mariana.
Su primer viaje con aceite fue de Córdoba a Buenos Aires. Luego hizo otro de Buenos Aires a Mendoza, ida y vuelta con ese combustible. La muralista y tarotista aseguró que recorrió más de 5000 kilómetros y que, en total, ahorró el dinero que previamente había invertido para la modificación de su camioneta: $86.000.
“En 2022 participé de la Bioeria y exhibí el sistema. En marzo de este año voy a volver a estar mostrando mi camioneta”, narró Mariana, que a través de su Kato Oil -así se llama su camioneta- consiguió llevar a cabo diversos trabajos para costear sus viajes. Realiza murales, comercializa sus cartas y remeras diseñadas por ella a través de Internet, entre otros trabajos remotos que realiza como diseñadora gráfica.
“Fui aprendiendo a confiar en mi intuición, a confiar en esto que tengo adentro y llevarlo a la práctica. Todo lo que me dice que ‘acá sí o acá no’. He tenido malas experiencias, pero muy pocas en comparación con toda la gente hermosa que he conocido. Aunque sí es cierto que hay algo de valentía que se debe tener para salir a la ruta sola”, sostuvo.
En cuanto a la modificación de su sistema de combustible, concluyó: “Lo que me llevó a hacerlo fue eso mi motivación y búsqueda por la sustentabilidad. Siempre que pueda reducir mi huella de carbono en este planeta lo voy a intentar”.
TN