Cuando hablamos de la sensación de que el ojo “late”, lo que en realidad está ocurriendo es un espasmo involuntario del músculo del párpado, conocido como mioquimia.
Este fenómeno se refiere a contracciones rápidas, intermitentes y generalmente indoloras del músculo orbicular, el encargado de mover el párpado.
En los últimos años, a raíz del uso excesivo de pantallas, tanto monitores de notebook, computadoras, como teléfonos celulares, el problema del latido en el ojo ha aumentado, afectando incluso a adolescentes. Por eso, los médicos recomiendan hacer descansos visuales regulares para evitar la fatiga.
Uno de los métodos es hacer pausas cada 20 minutos y en ese momento, durante 20 segundos, enfocarse en algún objeto que se encuentre a unos 5 metros de distancia. Esto es porque durante largas jornadas de trabajo se está continuamente mirando con atención la pantalla del monitor o del celular, a 50 centímetros de nuestros ojos.
Cuando el temblor en el ojo se produce por deficiencia de nutrientes, el origen es la falta de vitamina B12. Para solucionarlo, hay que consumir carnes, huevos, pescados, leche y derivados lácteos. También se puede sumar algún suplemento, como el magnesio, pero recetado por un médico.