En la noche del Miércoles 19, el presidente argentino anunció la decisión de instaurar el estado de sitio por 30 días con la intención de frenar los saqueos y las protestas.
Habló varios minutos y además aclaró: «multiplicaremos la entrega de alimentos a los más necesitados» pero en definitiva no dijo nada más que eso, cuando el pueblo esperaba medidas concretas y urgentes… Sobre todo se espera que eche al ministro de economía Cavallo y anunciara algún cambio en las medidas económicas que aceleraron el desastre actual.
Terminado el discruso, inmediatamente estalló un cacerolazo espontáneo (hasta donde sabemos) en las principales ciudades del país. En el centro rosarino fue impresionante el ruido de cacerolas, bombas de estruendo, bocinas. Mucha gente bajó espontáneamente de los edificios para hacer sonar su protesta desde la calle, también muchos se hicieron oir desde los balcones.
Al momento de publiciar esta nota (01:00 del Jueves 20) se está desarollando una multitudinaria pueblada en Capital Federal, frente a la casa de gobierno y frente al congreso.
Acaba de renunciar Cavallo y parece que, por fin, el pueblo está despertando y va a decir basta no sólo a algunas personas sino AL MODELO de trasferencia de riqueza. Ya se habla del 20 de Diciembre como «Día de la dignididad». Ojalá esto crezca.