El debate sobre la concepción de Educación pública que se necesita para Argentina, en este convulsionado mundo del siglo XXI, es cada día más arduo y profundo, en los aspectos más diversos: desde la educación sexual o la historia nacional, hasta el papel del docente, las formas de evaluación y el paradigma pedagógico en su conjunto.
Por Licenciado Iván Novotny
Lic. Ciencias de la Comunicación (UBA)
Coordinador de Prensa de la COPEHU
Nos encontramos en un punto de inflexión, donde se juega la disputa por el sentido de la transformación que necesitan la Educación pública y los paradigmas pedagógicos vigentes.
Por una parte se intenta hoy imponer desde el neoliberalismo imperante una visión aparentemente innovadora en la cual bajo slogans como «Secundaria del futuro», «Operativo Aprender» o «Secundaria 2030» se presentan antiguas recetas en envases modernos, con el objetivo de reformar la educación en sentido mercantilista.
Entre otros métodos estandarizantes, se propugna injertar en la educación una interpretación biologizadora de las neurociencias destinada a naturalizar las diferencias entre una elite de elegidos, «ricos, inteligentes y normales», y las amplias franjas populares, aquellos que «no les da para más», a quienes se pretende formar como empleados descartables al servicio de los primeros, alejándolos lo más posible del pensamiento crítico y relacionante.
Afortunadamente, muy lejos de estos artilugios del antihumanismo, comienzan al mismo tiempo a gestarse nuevas ideas e inspiradoras experiencias educativas.
Entre las propuestas pedagógicas novedosas que se están abriendo paso, con una mirada totalmente diferente a la antes descrita y ubicando al ser humano con su desarrollo integral como valor máximo, se destaca la Pedagogía de la Intencionalidad.
Una concepción centrada en la profunda necesidad de reconocer al otro y de reconocerse a uno mismo como sujeto activo del aprendizaje, como un ser intencional que aspira a crecer en su posibilidad de transformar al mundo y a sí mismo con la mirada puesta en un futuro querido y compartido.
Se trata de una perspectiva que ve a cada ser humano contando con una misión, irrepetible e intransferible, en dirección humanizadora. Es, además, una concepción psicológica que comprende a la conciencia no como pasiva y moldeable, sino como activa, creativa e intencional.
La Pedagogía de la Intencionalidad se trata, entonces, de una perspectiva desde la cual es clave el ámbito físico, mental y emocional que la sociedad disponga para facilitar el aprender y la realización de tal misión personal en función social, en todas y todos.
Una propuesta teórico-práctica integral en la que tienen un lugar relevante el reconocimiento pleno de la diversidad y la cultura de la no-violencia. Actualmente, numerosos educadores y educadoras se inspiran en esta concepción, impulsando diversos proyectos educativos en varias ciudades de nuestro país y en otros lugares de Latinoamérica y Europa.
En Mendoza en particular, la Corriente Pedagógica Humanista Universalista (Copehu) se encuentra desarrollando distintas actividades para dar a conocer teórica y experiencialmente esta corriente pedagógica. (en la foto Mario Aguilar y Andrea Novotny).
Podrán acceder a esta nueva concepción educativa los educadores y educadoras interesados en conocer esta nueva opción que impulsa la Corriente Pedagógica Humanista, un movimiento formado por profesionales jóvenes de distintos campos, inspirado esencialmente en la línea de pensamiento del Nuevo Humanismo, fundada por el pensador mendocino Silo (Mario Luis Rodríguez Cobos, 1938-2010).
Corriente que reconoce además los aportes del existencialismo y la fenomenología, las investigaciones de las neurociencias, como así también los trabajos de Lev Vigotsky, Humberto Maturana y Paulo Freire, entre otros. Una corriente surgida en 2011 que desarrolla acciones educativas en distintas ciudades de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Perú, Ecuador, México, España, Italia, Grecia, entre otros puntos.
Hoy se está desplegando con más fuerza también en Mendoza, para aportar un impulso indispensable a las respuestas que requiere sin postergaciones nuestra educación.
Fuente: LosAndes.com.ar