Genética, rotación y sanidad: el trigo también se hace fuerte de la mano del recambio varietal
Genética, rotación y sanidad: el trigo también se hace fuerte de la mano del recambio varietal

Con rendimientos muy por encima de los promedios históricos, baja presión de enfermedades y un proceso de recambio varietal que se acelera de la mano de nuevas tecnologías y el eficiente esquema empresarial de propiedad intelectual, el trigo vuelve a posicionarse como cultivo estratégico en la Argentina agrícola.
Esto quedó en evidencia durante la jornada técnica DONMARIO Más, realizada en Chacabuco, donde cerca de 300 productores, asesores, distribuidores y especialistas recorrieron ensayos, analizaron nuevas variedades y debatieron manejo, contexto sanitario y perspectivas de mercado.
La jornada, organizada por el semillero líder del cereal en la Argentina, reforzó un concepto que atraviesa la estrategia de su imponente Programa de Mejoramiento Genético (PMG): la retroalimentación directa desde los lotes sigue siendo el insumo principal para la innovación genética.
Así lo explicó Jerónimo Costanzi, gerente de Desarrollo de Producto de GDM para LAS, quien destacó en diálogo con Infocampo que estos espacios tienen un valor doble. “Estas jornadas no solo sirven para mostrar qué estamos haciendo, sino que son un espacio crucial de feedback con los clientes”, expresó.
“Los agricultores, asesores y multiplicadores son quienes están día a día en los lotes, y de ese intercambio surgen nuevas líneas de trabajo y manejo”, reafirmó el gerente de desarrollo del semillero lider en trigo.
Para el técnico de GDM, esa dinámica participativa marca la diferencia respecto del modelo tradicional de mejoramiento: “Esa ida y vuelta es lo que permite sostener el liderazgo y responder a las demandas reales del productor.”
UNA CAMPAÑA SANITARIA ATÍPICA
El dato técnico más relevante de la campaña fue la baja presión de enfermedades, lo que permitió un manejo sanitario más simple y eficiente. Según Costanzi, “fue una campaña con comportamientos leves en enfermedades; muchos lotes cerraron con una sola aplicación de fungicidas”.

La mancha amarilla apareció de manera puntual en estadios tempranos, mientras que la roya amarilla y la roya anaranjada se mantuvieron en severidades bajas, lejos de los niveles críticos registrados en otros años.
El único punto de alerta surgió hacia el final del ciclo con presencia de Fusarium en ambientes donde espigazón y antesis coincidieron con humedad y temperaturas favorables, aunque sin revertir la tendencia positiva general. Este escenario permitió correr el foco hacia genética, estabilidad y recambio varietal.
“El productor va incorporando nuevas variedades porque ese recambio está explicado por el salto productivo y por la mejora sanitaria”, remarcó Costanzi, haciendo hincapié en que el avance no es coyuntural, sino estructural.
ALTOS RENDIMIENTOS Y EFECTO EN ROTACIONES
La campaña está dejando como saldo rindes muy superiores a la media histórica, con estabilidad entre regiones y techos que en muchos casos superaron los registros de años previos.
Con nuevas variedades, la genética de soja y trigo sigue evolucionando hacia mayores rendimientos
Así lo señaló Matías Venece, gerente de Desarrollo de Autógamas Centro Sur, quien afirmó: “Estamos cerrando un ciclo de muy buenos rendimientos, con condiciones hídricas superiores a la media. En líneas generales, vamos a encontrarnos con una campaña de altos potenciales”.
En números, los pisos se ubicaron en 20 a 25 quintales en ambientes restrictivos, mientras que los techos alcanzaron 45 a 60 quintales en regiones de mayor productividad, con casos que llegaron a 70 quintales en la zona núcleo.
Este comportamiento también se replicó en regiones de alta variabilidad climática como el NOA, el centro-norte de Córdoba y Entre Ríos, donde la campaña mostró una homogeneidad poco habitual. Las precipitaciones durante el invierno y temperaturas dentro de rangos favorables en momentos críticos como macollaje, encañazón y espigazón fueron determinantes para que el cultivo pudiera expresar su potencial.
Según Venece, la consecuencia es clara: “Cuando el rinde promedio supera los 1500 o 2000 kilos, el trigo deja de pensarse solo como cultivo de servicio y pasa a ser cultivo de renta. Este año evolucionó muy bien”.
Esto devuelve al cereal un rol estratégico en rotaciones, aportando cobertura, carbono, control de malezas y balance hídrico, mejorando la sustentabilidad agronómica y financiera de los planteos.
VARIEDADES CON FOCO EN PRODUCTIVIDAD
Durante la recorrida a campo, la marca presentó tres nuevas variedades clave: DM Araucaria para ciclos largos, DM Casuarina para ciclos intermedios y DM Tipa para ciclos cortos.
DM Araucaria fue posicionada como la propuesta ideal para siembras tempranas, combinando alto potencial de rendimiento con muy bajo requerimiento de vernalización, lo que le otorga plasticidad para fechas tardías sin riesgo de espigazón. Además, mostró muy buen comportamiento frente a roya amarilla y fusarium, lo que la convierte en una opción adecuada para ambientes de alta productividad, riego y planteos tecnificados.
Por su parte, DM Casuarina, orientada a siembras en junio, se destacó por su versatilidad y grandes techos en ambientes de elite, con estabilidad sanitaria frente a roya amarilla, vuelco y manchas.

DM Tipa, en tanto, para fechas tardías y ciclos cortos, fue presentada como la variedad de mayor potencial dentro de su grupo, adaptable a ambientes diversos y con un perfil sanitario robusto.
Estas variedades consolidadas en la campaña actual refuerzan una estrategia iniciada a principios de los 2000 que permitió a DonMario convertirse en líder absoluto en trigo durante más de dos décadas.
GENÉTICA, TRAZABILIDAD, PROPIEDAD INTELECTUAL
Las tres variedades presentadas se comercializan bajo Sembrá Evolución, el sistema que integra acceso a genética de última generación, reconocimiento de propiedad intelectual y un esquema comercial que asegura trazabilidad.
Para Patricio Munillas, gerente de marca de DonMario, el recambio varietal acelerado en trigo no es opcional, sino necesario: “El trigo exige un recambio varietal más rápido porque, cuando una variedad se masifica, empiezan a mutar susceptibilidades a enfermedades”, contó en su disertación.
Según el ejecutivo, el sistema funciona como motor del ciclo tecnológico: “Sembrá Evolución es el sistema que hoy le permite a compañías como GDM poder invertir en su programa de mejoramiento para, en definitiva, agregarle valor a los productores”.
Propiedad intelectual: Sembrá Evolución sigue creciendo y alcanzó 3,8 millones de hectáreas
Además, el objetivo no se limita a financiar genética ya existente, sino a expandir fronteras: “Queremos investigar genotipos que puedan adaptarse a territorios donde hoy no se siembra trigo, o materiales con diferentes respuestas frente a heladas. Eso solo es posible con reinversión.”
El sistema ya cuenta con más de 170 variedades inscriptas entre soja y trigo, más de 25.000 productores adheridos y 150 comercios vinculados, superando incluso la velocidad de adopción que tuvieron tecnologías previas como Ipro en soja.

Actualmente, hay 3,8 millones de hectáreas sembradas bajo esta plataforma, cerca del 25% del área nacional de soja, y las compañías estiman que para la campaña 2027/28 más del 30% del área nacional de trigo se sembrará con variedades bajo este sistema.
MANEJO, NUTRICIÓN Y MERCADOS
La jornada también incluyó aportes técnicos adicionales. Gustavo Ferraris, investigador de INTA Pergamino especializado en nutrición y rotaciones, destacó que la disponibilidad hídrica permitió realizar planteos más exigentes desde el punto de vista de fertilidad, alineando tecnología de insumos con el potencial genético disponible.
Por su parte, Mariela Brandolin analizó el panorama comercial del trigo en Argentina y el mundo, aportando datos clave sobre flujos internacionales, márgenes de comercialización y perspectivas de precios hacia la próxima cosecha.
La campaña actual deja una señal clara para el sector: cuando clima, manejo y genética se alinean, aparecen nuevos techos productivos y un salto sanitario que acelera el recambio varietal.

La baja presión de enfermedades permitió estrategias más eficientes, la incorporación de nuevas variedades fortaleció la estabilidad productiva y sistemas como Sembrá Evolución aseguran el financiamiento de la innovación que sostiene el futuro del cultivo.
En un contexto donde las rotaciones cobran relevancia ambiental y económica, el trigo vuelve a ser un cultivo de protagonismo pleno, no solo una pieza agronómica, sino una herramienta de competitividad y rentabilidad para el sistema agrícola argentino. El cereal vuelve a ser futuro, y esta campaña deja la evidencia sobre la mesa.
Con información de INFOCAMPO
AGRONEGOCIOS.COM.AR



