
En Japón crearon un inodoro de última generación que analiza tus heces para mejorar la salud
La compañía japonesa Toto, reconocida mundialmente por sus innovaciones en baños inteligentes, ha presentado un nuevo avance en su línea de inodoros Neorest. Estos equipos de última generación no solo ofrecen comodidad, sino que ahora también incorporan un sistema capaz de escanear y registrar las heces de los usuarios, priorizando la salud y el bienestar.
El inodoro que convierte el baño en un chequeo médico diario

Los inodoros japoneses han sido durante décadas un referente de tecnología y confort. Toto, pionera en este sector, no ha dejado de innovar desde que introdujo funciones como el agua para la limpieza, los asientos calefactables y los sonidos para cubrir ruidos incómodos. Sin embargo, su nueva apuesta va mucho más allá de la comodidad: busca convertir el acto cotidiano de ir al baño en una herramienta de monitoreo médico.
La nueva línea Neorest incluye un escáner que analiza las heces a medida que son expulsadas, utilizando un sistema similar al de un lector de códigos de barras. Este sensor clasifica las deposiciones en siete categorías, desde grumosas hasta líquidas, y además evalúa el tono de marrón en tres niveles distintos. Los resultados se registran automáticamente en una aplicación para smartphones, donde los usuarios pueden revisar su historial y recibir recomendaciones de estilo de vida para mejorar la regularidad intestinal.
El potencial de este invento es enorme: un seguimiento diario de la salud digestiva sin necesidad de acudir constantemente a análisis clínicos. Aunque todavía se encuentra en fase inicial, se perfila como un dispositivo que podría ayudar en la detección temprana de enfermedades gastrointestinales y fomentar hábitos más saludables en la población.
Reacciones encontradas: entre la fascinación y el escepticismo

Como suele suceder con los avances tecnológicos disruptivos, la presentación del Neorest ha generado reacciones variadas en la opinión pública. Algunos usuarios en línea celebran la innovación, destacando que un análisis rutinario de heces y orina podría salvar vidas al detectar problemas antes de que se agraven. Para otros, en cambio, la idea de tener un escáner en el inodoro resulta inquietante, ya sea por la invasión de privacidad, los riesgos de datos digitales o simplemente por incomodidad.
Comentarios humorísticos no se hicieron esperar: desde quienes temen que un “superhacker” descubra el color de sus heces, hasta quienes bromean con que su sistema digestivo podría colapsar el programa. Otros, más serios, señalan que la interpretación de resultados podría generar alarmas innecesarias, como pensar automáticamente en cáncer ante la presencia de sangre.
Aun con estas reservas, el entusiasmo supera al rechazo. Muchos consideran que este tipo de tecnología marca un paso lógico en la evolución de los inodoros, recordando que hace apenas unas décadas todavía eran comunes los baños rudimentarios de hoyo en el suelo. El Neorest, entonces, no solo es un lujo tecnológico, sino un reflejo del progreso en el cuidado personal y la salud.
Precio, limitaciones y el futuro de los baños inteligentes

El principal obstáculo de esta innovación radica en su costo. Los nuevos modelos Neorest se venden en Japón por precios que oscilan entre los 493.900 y 542.300 yenes (aproximadamente entre 3.300 y 3.700 dólares). Una cifra elevada que los coloca fuera del alcance de la mayoría, aunque sus defensores lo justifican como una inversión en salud que podría reducir gastos médicos a largo plazo.
Otra limitación es la estandarización. Para que los datos recopilados sean consistentes, el usuario tendría que utilizar siempre un inodoro Neorest, algo poco práctico si se encuentra fuera de casa. Esto genera la posibilidad de que, en un futuro, los restaurantes, oficinas y lugares públicos tengan que aclarar si cuentan con este tipo de equipos, lo que abre una fase incómoda pero inevitable en la expansión de esta tecnología.
A pesar de estos retos, el concepto de monitoreo biomédico desde el inodoro parece destinado a crecer. Con el tiempo, podría integrarse con otros sistemas de salud digital, ofreciendo análisis más completos que incluyan también orina y otros indicadores físicos. Lo que hoy parece una curiosidad cara, podría convertirse en un estándar de la vida cotidiana dentro de unas décadas.
Con la nueva línea Neorest, Toto lleva los baños inteligentes a un nivel inédito, transformando la higiene personal en un punto de control médico. Aunque enfrenta críticas y limitaciones, este avance reafirma que el futuro de la salud digital podría comenzar, literalmente, desde el inodoro.
Referencia:
- The Mainichi/Japan’s Toto launches smart toilet that scans, analyzes stool. Link
Fuente: CerebroDigital.net