Comenzaron a funcionar ayer dos garitas policiales en pleno centro de la ciudad. Están ubicadas en la peatonal Córdoba, en las esquinas de San Martín y de Laprida. En total se instalarán seis en el área central (habrá en la plaza Sarmiento) y la inauguración formal se realizará mañana en un rápido acto que contará con la presencia del ministro de Gobierno de Santa Fe, Esteban Borgonovo. Las casetas son, a diferencia de las primeras emplazadas en julio en los barrios, de metal, más resistentes y con un diseño hexagonal. Fueron construidas por presos alojados en el penal de Coronda.
Los efectivos que ayer comenzaron a apostarse pertenecen al Grupo de Orden Urbano (GOU) cuyo comando se encuentra en la planta alta de la seccional 2ª de policía (Paraguay casi San Juan).
Todos los policías contarán con equipos de comunicación en línea directa con el Comando Radioeléctrico y el operador de Jefatura.
Los restantes cuatro lugares donde hoy se terminarán de montar las garitas son Córdoba y Mitre, Córdoba y Paraguay, San Martín y San Luis, y San Luis y Entre Ríos (plaza Sarmiento). En todos los sitios, a pedido de la misma policía, la Municipalidad construyó plataformas de hormigón de unos 20 centímetros de alto para que los efectivos dispongan una mejor visualización de la zona. También realizó el tendido de la red de energía.
Las primeras garitas -inauguradas el 15 de julio pasado- fueron emplazadas en Pellegrini y Sarmiento, 27 de Febrero y San Martín, Seguí y Avellaneda, Donado y Derqui, y Juan José Paso y Provincias Unidas. En todos los lugares el Ministerio de Gobierno hizo un análisis positivo del funcionamiento por lo cual decidió implementar esta segunda tanda en el centro. El propio jefe de la Unidad Regional II, Jorge Pupulín, había anunciado la inauguración para unos meses antes.
En virtud que numerosos policías habían observado la «fragilidad» de las primeras instalaciones (de un compuesto de resina plástica y fibra de vidrio) se decidió que estas sean más resistentes y presentables. Esta vez los encargados de construirlas fueron los presos de la cárcel ubicada en Coronda.