
Tras el fallo clave del Juez Fabián Lorenzini, se formalizó el traspaso de acciones y la asunción del nuevo directorio. La gestión de Mariano Grassi enfrenta el desafío de sanear la deuda con acreedores y reactivar el gigante agroindustrial.
En lo que representa el hito más significativo desde que se inició el concurso preventivo de acreedores, el proceso judicial de Vicentin SAIC dio un giro definitivo este viernes.
El Juzgado Civil y Comercial de Segunda Nominación de Reconquista dispuso el traspaso efectivo de las acciones a Grassi SA, dando cumplimiento a la resolución homologatoria y marcando el fin de una era para la histórica cerealera.
Con esta decisión judicial, nace oficialmente la «Nueva Vicentin Argentina» (NVA), una estructura que busca dejar atrás años de incertidumbre legal y financiera bajo una nueva conducción.
Un directorio con sello santafesino
La toma de posesión trajo consigo la definición de la cúpula que liderará la transición. La estructura de mando quedó conformada por:
• Presidente: Mariano Grassi.
• Vicepresidente: Leandro Salvatierra.
• Director: Hugo A. Grassi.
Hoja de ruta para los acreedores: Plazos y condiciones
La resolución del Juez Lorenzini no solo validó el cambio de propiedad, sino que también estableció un cronograma estricto para garantizar la transparencia en el pago de las deudas remanentes. Estos son los puntos clave que los acreedores deben tener en cuenta:
1. Fecha límite para cobros: Los acreedores que aún no han seleccionado su alternativa de pago tienen como plazo máximo el 16 de marzo de 2026.
2. Canales de atención: La nueva gestión deberá publicar el listado completo de acreedores pendientes y habilitar al menos tres líneas de WhatsApp para consultas directas, además de una web oficial.
3. Búsqueda activa: En caso de que para el 23 de febrero de 2026 la adhesión al plan de pagos sea inferior al 80% del padrón, la empresa estará obligada por ley a contactar individualmente a cada acreedor restante.
El desafío de la transparencia
Para asegurar un proceso ordenado, el juzgado ha hecho hincapié en la necesidad de que el expediente sea de acceso público y claro. La NVA inicia sus operaciones bajo una lupa judicial y social, con el objetivo de recuperar la confianza del mercado y consolidarse como un actor clave del complejo agroindustrial argentino.
La mirada del sector ahora se posa sobre la capacidad de Grassi SA para estabilizar la logística y honrar los compromisos financieros en los próximos 18 meses, un periodo que será crítico para la supervivencia a largo plazo de la marca.




