
China prueba enfriar sus centros de datos en las profundidades del mar
China prueba enfriar sus centros de datos en las profundidades del mar
En un intento por enfrentar el sobrecalentamiento de los servidores y reducir el consumo energético, China ha comenzado a probar centros de datos submarinos frente a Shanghái. Esta innovadora iniciativa busca aprovechar las bajas temperaturas del océano para enfriar los equipos, con la promesa de un sistema más eficiente y ecológico.
Una apuesta tecnológica bajo el agua

En un muelle de Nantong, cerca de Shanghái, trabajadores se apresuran a construir una enorme cápsula amarilla que pronto será sumergida en el mar. Este prototipo, desarrollado por la empresa Highlander junto con compañías estatales chinas, busca transformar la forma en que se gestionan los centros de datos, esenciales para la infraestructura digital moderna.
Los centros de datos son el corazón de internet: almacenan y procesan la información que hace funcionar desde las redes sociales hasta los servicios de inteligencia artificial. Sin embargo, uno de sus mayores problemas es el excesivo consumo energético para mantenerlos refrigerados. Las operaciones submarinas podrían ahorrar hasta un 90% de la energía dedicada a enfriar los servidores, según Yang Ye, vicepresidente de Highlander.
Este proyecto no es completamente nuevo. En 2018, Microsoft probó un centro de datos submarino en Escocia, pero nunca lo llevó al plano comercial. Ahora, el plan chino, que se sumergirá a mediados de octubre, busca convertirse en uno de los primeros servicios comerciales de este tipo en el mundo, impulsado por la demanda de energía verde y el auge de la inteligencia artificial.
Innovación, sostenibilidad y desafíos técnicos

El centro de datos submarino de Shanghái obtendrá el 95% de su energía de parques eólicos marinos, lo que refuerza su compromiso con la sostenibilidad. La estructura fue ensamblada en tierra y luego se sumergirá como una unidad sellada y protegida por revestimientos de acero con placas de vidrio, diseñados para resistir la corrosión del agua salada.
Uno de los mayores desafíos ha sido mantener la cápsula completamente seca y libre de daños. Para permitir su mantenimiento, contará con un ascensor que conecta la superficie con el módulo submarino, una característica inédita en este tipo de proyectos. Según Zhou Jun, ingeniero de Highlander, la complejidad de la construcción fue “mayor de lo esperado”, pero los avances han sido alentadores.
Pese a ello, expertos como Shaolei Ren, de la Universidad de California, advierten que los retos no son sólo mecánicos. La conexión de red entre tierra y mar es más complicada que en los servidores convencionales, y estudios recientes de la Universidad de Florida y la Universidad de Electro-comunicaciones de Japón han revelado que las ondas sonoras podrían ser utilizadas para interferir o atacar los sistemas submarinos, abriendo un nuevo frente de ciberseguridad.
Efectos ecológicos e incertidumbre futura

Más allá de la ingeniería, los científicos están atentos a las repercusiones ecológicas de estas instalaciones. El ecólogo marino Andrew Want, de la Universidad de Hull, señala que el calor residual emitido por los servidores podría alterar los ecosistemas locales, atrayendo algunas especies y desplazando a otras.
Aunque Highlander asegura que una evaluación independiente realizada en 2020 mostró que las temperaturas del agua se mantenían dentro de los límites aceptables, los expertos coinciden en que aún es pronto para medir los efectos a gran escala. Si el proyecto se amplía, el aumento del calor liberado podría generar nuevas preocupaciones ambientales.
El gobierno chino respalda estas pruebas con subvenciones millonarias —como los 40 millones de yuanes otorgados para un proyecto similar en Hainan—, con el objetivo de reducir la huella de carbono nacional. Según Ren, los centros de datos submarinos podrían complementar los tradicionales en zonas donde el espacio terrestre o el acceso a energía limpia sean limitados.
China avanza hacia una nueva frontera tecnológica con sus centros de datos submarinos, que podrían redefinir la sostenibilidad digital mundial. Aunque el potencial es enorme, los desafíos técnicos y ecológicos persisten. Si logra superarlos, el país podría liderar la próxima generación de infraestructura informática limpia y eficiente bajo el mar.
Referencia:
- Scientific American/China Is Putting Data Centers in the Ocean to Keep Them Cool. Link
Fuente: CerebroDigital.net