Nueva York- Cientos de miles de celebradores se reunieron en el gélido Times Square para dar la bienvenida al año nuevo, uniéndose al resto de las personas alrededor del mundo felices de decir adiós al 2008 en espera de dejar atrás sus problemas económicos.
El viento helado soplaba a -17 grados Celsius (1 grado Farenheit) en la zona, pero eso no detuvo a los alegres reunidos cobijados con sombreros de felpa y bolsas de dormir.
Una pareja recibe el 2009 en el tradicional Times Square de Nueva York. (Foto: Reuters)
“Estamos algo preocupados por la economía, pero esperamos lo mejor”, dijo Lisa Mills, de Danville, Ohio, de visita en Nueva York la noche del miércoles junto con su esposo y su hija.
El ex presidente Bill Clinton y la senadora Hillary Clinton, que será la secretaria de Estado del presidente electo Barack Obama a partir del 21 de enero, ayudaron al alcalde Michael Bloomberg descender la famosa esfera de cristal en Times Square para el conteo de medianoche.
El Año Nuevo también trajo desgracia, socorristas de Tailandia informaron que al menos 59 personas murieron, incluidos varios extranjeros, y otras 200 resultaron heridas, al incendiarse un exclusivo club nocturno donde un millar de juerguistas celebraba en Bangkok.
En el esplendor de la Basílica de San Pedro, el papa Benedicto XVI exhortó a la “sobriedad y solidaridad”.
Durante la misa celebrada el miércoles por la noche, el pontífice describió esta época como “marcada por la incertidumbre y la preocupación en torno al futuro”, pero pidió a los fieles que no tengan miedo. Exhortó a la gente a ayudar a las familias en dificultad y dijo que los organismos católicos de caridad están haciendo todo lo posible por dar apoyo.
En otras latitudes la gente intentó olvidar sus problemas, al menos por una noche.
Seis cruceros de lujo pasaron cerca de la famosa playa de Copacabana en Brasil al tiempo que los fuegos pirotécnicos brillaban ante unos 2 millones de brasileños congregados.
Roberto Felipe, un constructor de 22 años, observaba el espectáculo con una cerveza en mano y sin camisa.
“Espero que hoy sea el comienzo del final de la guerra y la crisis”, dijo Felipe, que llevaba sus lentes obscuros a pesar de que era medianoche. “Espero que el 2009, que traerá al presidente Obama, nos pueda ayudar a todos a tener una mejor vida”.
En algunos lugares de Estados Unidos las fiestas también fueron víctimas de la crisis económica. Las celebraciones públicas fueron canceladas en comunidades de Louisville, Kentucky y Nevada. En Miami Beach, Florida, los productores de espectáculos reportaron ventas de boletos más lentas de lo esperado para las fiestas de celebridades que, dicen, se habrían agotado en otros años.
En otras partes del mundo también se pudo sentir esta austeridad. Cuando los parisienses dejan de comprar champaña, ostras y foie gras para despedir el Año Viejo, se puede estar seguro de que las cosas no andan bien.
“No vamos a celebrar a lo grande, estamos siendo cuidadosos”, dijo el arquitecto Moussa Siham, de 24 años.
“Comeremos pescado durante la cena de Año Nuevo”, agregó mientras que cerca de la zona lujosa que rodea la Torre Eiffel los compradores redujeron sus gastos para Año Nuevo.
Sydney fue la primera gran ciudad del mundo en recibir el 2009, con un caleidoscopio de luz que bañó su puerto y causó el júbilo de más de un millón de personas.
Randolph King, de 63 años y residente en York, Inglaterra, trató de olvidar las pérdidas de su fondo de retiro sentado en una colina junto a la bahía de Sydney y esperando el espectáculo de fuegos artificiales de la ciudad. “Estoy esperando el 2009, porque las cosas no pueden empeorar mucho”, dijo.
Los líderes políticos y religiosos ofrecieron pocas palabras de consuelo, y la mayoría predijo más problemas en el 2009.
En Grecia, una turba causó destrozos el jueves por la madrugada en unos 10 bancos y en dos comercios de autos usados en los alrededores de Atenas, informó la policía. Las autoridades no reportaron heridos ni detenidos.
En Corea del Norte el tradicional editorial de los diarios, controlados por el estado, pidió a la población apoyar al líder Kim Jong Il e impulsar el ejército del país. El mensaje de este año acusó a Corea del Sur de una “política de confrontación anacrónica”, pero no mencionó críticas al gobierno de Estados Unidos como sucede habitualmente.
En Filipinas, la presidenta Gloria Macapagal Arroyo habló de la esperanza por los días por venir, mientras que en Hong Kong, algunas personas admitieron que estaban demasiado deprimidas por sus problemas monetarios para sumarse a las celebraciones. Y en Malasia el gobierno simplemente decidió no patrocinar ninguna fiesta.
En Islandia, la transmisión anual del festejo de Año Nuevo, en el que participaría el primer ministro, salió del aire luego que un grupo de manifestantes atacó el hotel donde se grababa el acto. Los manifestantes lanzaron petardos y globos con agua a la policía, que respondió con gases lacrimógenos.
Las protestas, cada vez más violentas, han sido comunes en Islandia, luego que la economía del país, uno de los primeros en recibir el impacto más severo de la crisis, hizo implosión bajo el peso de sus deudas.
En India, mucha gente estaba contenta de ver el fin del 2008, durante el cual el país fue sacudido por ataques terroristas en varias ciudades, culminando con tres días de violencia en Mumbai que dejaron 164 muertos.
“El año 2008 puede ser descrito como un año de crimen, terrorismo, matanzas y accidentes”, dijo Tavishi Srivastava, de 51 años, un oficinista de la ciudad norteña de Lucknow. “Sinceramente espero que el 2009 sea un año de paz y progreso”.
A medianoche en Japón los templos hicieron sonar sus campanas 108 veces, representando la expulsión de los 108 demonios al tiempo que los fieles arrojaban monedas y oraban.
En Tokio, decenas de voluntarios revolvieron enormes cazuelas de sopa de arroz, colocaron tiendas de campaña y repartieron mantas para los pobres. (AP)
Fuente: La Capital