Tras el fuerte conflicto entre el Sindicato Aceitero y la Multinacional Bunge, se logró una tregua «con los compañeros adentro».
Se agendó un encuentro informal el Martes 2 y una audiencia para el Lunes 8 de Octubre en el Ministerio de Trabajo de Buenos Aires.
En la primera reunión la empresa se comprometió a suspender retiros y despidos y en la audiencia ratificó ante los funcionarios del Ministerio su decisión de no presionar con los retiros voluntarios ni despedir trabajadores, salvo casos indefendibles.
Video: Pablo Reguera (Secretario General SOEA) y Hugo López (Adjunto) confirman la buena noticia del acuerdo alcanzado
Los dirigentes aceiteros explican que se llegó a un acuerdo: Bunge no presionará con retiros y tampoco despedirá compañeros por motivos extraños para los trabajadores como «No encaja con el perfil», o «reestructuración».
Pero el Sindicato acepta que la empresa está en su derecho de indicarle a algún operario que no está cumpliendo su tarea debidamente, o que está por debajo del promedio productivo, o que alguna conducta es inadecuada, sobre todo si hay riesgo de seguridad.
En esos casos se acordó que la empresa le llamará la atención, y que el sindicato podrá intervenir para ayudar al compañero a capacitarse o, si fuera necesario, a corregir algún procedimiento o conducta.
En el contexto político actual, es un logro importante que la empresa no aplique su derecho de despedir e indemnizar a un trabajador en el marco de la Ley, dándole oportunidad y más tiempo para mejorar su rendimiento o corregir conductas.
Pablo Reguera señaló que «El principal objetivo es defender cada puesto de trabajo y al trabajador. El Martes 2 nos dijimos todo lo que teníamos que decirnos y acordamos que las cosas quedaban como estaban» en el sentido de que la empresa paraba con las presiones y amenazas de despidos. «Llegamos a un acuerdo donde íbamos a revisar junto a la empresa los casos que ellos dicen de falta de performance».
Hugo López aclaró: «Cuando haya algún caso puntual, nos comprometimos a trabajar con los delegados, el propio trabajador, el jefe de recursos humanos, el jefe del área. Que nos sentemos todos a una mesa y se exprese qué es lo que está pasando… y de ahí en más los muchachos empiecen a corregir. Por ahora no hay retiros voluntarios.»