«Bondesío tiene razón». Esa fue la primera respuesta que expresaron ayer Jorge Massarelli (ex director del Hospital del Centenario), José Tosoni (ex director del Provincial) y Néstor Audero (delegado zonal de la Unión del Personal Civil de la Nación, UPCN). Consultados sobre las polémicas declaraciones del flamante ministro de Salud, Fernando Bondesío, los tres reconocieron que dice «más de una verdad». Pero mientras ambos médicos culparon a los gremios por defender al personal que no trabaja, el sindicalista se defendió: «Si hay ñoquis en los hospitales somos los primeros en denunciarlos, nosotros no defendemos vagos, que los tengamos es otra historia». Ayer, también Ariel Pérez (integrante del Consejo de Administración del Centenario) avaló las afirmaciones de Bondesío al denunciar que «hay médicos que a las 7 dejan el auto encendido frente al hospital, marcan y se van».
José Tosoni (director del Hospital Provincial en el 92, y entre el 96 y el 99): «Cuando se habla del estado de la salud pública provincial se señalan los síntomas y no las enfermedades. Hace tiempo que hay problemas en esta área y aunque al momento de las críticas es bueno no generalizar, todos saben que a partir de las 11 de la mañana un hospital deja de existir porque los médicos concentran sus horas y se van. En el Provincial los cirujanos se mataban por operar a las 7 y poder estar libres a las 9. ¿Por qué no se pueden distribuir los horarios mejor para que se atienda de 8 a 20 como en cualquier entidad particular? El que debe controlar eso es el ministerio, pero no lo hace. Y si un director de hospital se animara a denunciarlo sufre el boicot gremial que padecí yo durante mi gestión. Siempre dije que estas cosas podrían solucionarse con dos palabras: «Está despedido», pero ¿qué director o consejo de administración puede hacer eso? Los funcionarios nos dan responsabilidad pero no autoridad y encima centralizan funciones. No puede ser que un médico de guardia se enferme y no se lo pueda reemplazar sin hacer un trámite larguísimo ante el ministerio. Entonces, nada se puede hacer si se mantiene lejos el problema de la solución. Y algo más: siempre se dice que los hospitales están saturados de pacientes, pero cuando alguien releva las salas se da cuenta que allí se trabaja seis horas en lugar de las ocho que se trabaja en cualquier sanatorio. Además, en el sector público los empleados gozan de decenas de franquicias, como llegar tarde, poder cuidar por un año a un familiar enfermo o tomarse vacaciones interminables. No cabe dudas que el empleado que trabaja debe ganar más y que los trabajadores tienen derechos bien ganados, pero en materia de salud nadie puede negar tampoco que hay excesos».
Jorge Massarelli (director del Hospital del Centenario desde el 98 al 2001): «El sistema médico de esta provincia es inarreglable. Porque sin un presupuesto digno esto no lo soluciona ni Cristo y porque hay gente que trabaja sólo porque su moral se lo indica. Muchos médicos del Centenario son nombrados por la Universidad. Y entre ellos hay gente extraordinaria y otros como los de cargo asistencial, que por 600 pesos de salario deberían trabajar 35 horas semanales, pero van un ratito o dos veces por semana. También están los que atienden en la clínica y operan en el hospital. Este desastre organizacional comienza en la Facultad de Medicina que titula, y sin demasiado rigor, a más médicos de los que el campo laboral puede sostener. El problema sigue con los gremios. Una vez descubrimos que un empleado administrativo del hospital manejaba un remís en su horario de trabajo. Lo suspendimos por 45 días, pero inmediatamente el ahora ex ministro (Carlos) Parola me pidió que le levantáramos la sanción por la presión gremial. La mayoría de los sindicalistas, y hablo del sector de Alberto Maguid (UPCN), no de Héctor Quagliaro (ATE), piden dos cosas: puestos y plata, inclusive coimas. Así no se puede trabajar, no me interesa tener capacidad de mando y carecer de responsabilidad porque sería un fascista, pero en este sistema de salud, tener responsabilidad sin autoridad es un suicidio».
Néstor Audero (delegado zonal de UPCN Rosario): «El ministro Bondesío tiene razón cuando dice que hay médicos en los hospitales que no trabajan, y esto no es de ahora ya en la época del ex ministro (José Luis) Imhoff se tuvieron que poner tarjetas de ingreso porque nadie controlaba las horas de trabajo. Y los directores son los primeros que deben denunciarlos. Eso sí, no coincido cuando dice que hay más personal de mantenimiento que médicos, allí se equivocó totalmente, de cabo a rabo. En los hospitales necesitamos más empleados y antes que pedirnos más esfuerzos debe optimizar los recursos».