Cañada de Gómez: Con la idea de revertir situaciones de violencia física y verbal, escuelas de Cañada y de Bustinza trabajan en un proyecto llamado "Educar para la convivencia" que diera una mirada profunda del tema
Cañada de Gómez: En muchas ocasiones son los propios alumnos quienes enseñan y dan el ejemplo. En una sociedad cada vez más violenta y confrontativa, los establecimientos escolares no son la excepción. Con la idea de revertir situaciones de violencia física y verbal, una escuela de esta ciudad y otra de Bustinza se pusieron a trabajar en un proyecto llamado "Educar para la convivencia" que diera una mirada profunda del tema.
Por Por Walter Gasparetti / La Capital
La iniciativa fue desarrollada por los estudiantes de quinto año de la Escuela Bartolomé Mitre, de Bustinza, y los alumnos de séptimo grado y primer año del colegio San Antonio de Padua, de Cañada de Gómez. El grupo compartió jornadas de trabajo donde intercambiaron conceptos y herramientas para dar un principio de solución a la problemática.
"La violencia física y verbal se vuelve moneda corriente entre alumnos, alumnos y profesores, y entre todos los actores sociales que forman parte de la institución escolar. Debemos hacer una reflexión profunda para buscar caminos que alejen a los desencuentros", dijeron las docentes que coordinaron los grupos de trabajos y los talleres.
En efecto, la primera medida fue reconocer el fenómeno de la violencia escolar o social que se incrementa día tras día y adquiere nuevas particularidades y dimensiones.
Espacios de encuentros. A partir de este reconocimiento, entonces, se procedió a la creación de espacios de encuentro en los que los alumnos pudieran analizar y debatir "en profundidad" esta temática con el propósito de hallar algunos caminos en pos de superar esa realidad conflictiva.
Por ello surgió el proyecto "Educar para la convivencia" donde los alumnos de Bustinza trabajaron en la preparación de un taller sobre valores para los alumnos de la Escuela San Antonio de Padua.
"La escuela secundaria obligatoria incluía a chicos que desconocían valores, y que reproducían la violencia que vivían en sus casas. Los alumnos del último año de la única escuela secundaria de la localidad de Bustinza se convirtieron en agentes de cambio porque eran testigos de esa realidad, pudieron y quisieron mirar más allá de la superficie", explicaron representantes de ambas escuelas.
Talleres. La propuesta consistió en organizar una serie de talleres para los alumnos que se iniciaban en el secundario, y luego de investigar sobre las distintas formas de violencia, buscaron respuestas en la enseñanza y en la transmisión de los valores universales.
En ese camino, buscaron formas innovadoras y cercanas a los chicos al crear videos, cortos, teatralizaciones y powers points, entre otras herramientas para compartir y aprender.
Valores. "Trabajamos diversos conceptos relacionados a la violencia simbólica, verbal, física, política. Las soluciones a este problema llegan de la mano de los valores: tolerancia, comprensión, solidaridad, convivencia. Estas temáticas son tratadas en forma de taller en trabajos grupales coordinados por los mismos alumnos", explicaron los alumnos.
Los resultados se evidencian cada año y ambas escuelas comparten el deseo de seguir trabajando juntas ya que han tomando conciencia del problema y tienen como objetivo común hallar algunos caminos que se orienten en la construcción de una escuela pacífica, más justa y solidaria.