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Un supermercado ubicado en la ciudad de La Plata perteneciente a una cooperativa saltó a la fama esta semana por negarse a vender artículos de la cadena de lácteos La Serenísima debido a los «aumentos excesivos». Mediante carteles enfáticos en las góndolas, informaron que dejarían de ofrecer leches, quesos y cremas y otros productos de la firma de los hermanos Mastellone porque las subas «afectan a la economía» de los clientes.
«Se suspenderá la compra de artículos LA SERENÍSIMA debido a los aumentos excesivos de Mastellone Hnos (línea LECHES. QUESOS, CREMAS, MANTECA, FINLANDIA, ETC)», expresaron desde la cooperativas en carteles ubicados en las góndolas del supermercado La Amistad. «Esta Cooperativa no acompañará aumentos desmedidos que afecten la economía de nuestros clientes y trabajará con aquellas empresas cuyos aumentos estén por debajo de la devaluación y realicen un esfuerzo para no volcarle a nuestros clientes el costo del actual cambio en la moneda», se lee.
Un aumento «excesivo» por parte de Mastellone Hnos.
En diálogo con Página|12, uno de los socios de la cooperativa, Santiago Brito, relató que el primer conflicto de precios con La Serenísima lo tuvieron luego que se implementara el acuerdo de precios a comienzos de este año. «Nos sumamos a todas las promos bancarias que hay con los supermercados y participamos de los programas de precios de referencia y pertenecemos al acuerdo de Precios Justos», aclaró.
«Ahí comienza un poco nuestro primer problema con la gente de La Serenísima, que solo le respeta los acuerdos a las grandes cadenas. Estamos permanentemente en contacto con la Secretaria de Comercio notificando esto. La leche debería estar a 288 pesos para la venta y el último precio, por el cual decidimos no comprar, fue de 360 para nosotros», detalló Brito.
El cooperativista explicó que La Serenísima «trabaja con un precio de lista y bonificaciones», que se mantienen durante todo el año, con lo cual «uno siempre cuenta con la bonificación en el precio final del artículo, que va desde el 10% hasta el 30%», dijo Brito.
«Lo que hizo La Serenísima, inmediatamente después de las PASO y el martes cuando la moneda devaluó, fue sacar las bonificaciones, lo que hizo que haya un aumento de 30% del artículo y cuando le autorizan el 5% más, lo aumentan y es cuando ya decidimos no comprar, porque esto significaba subas del 40 por ciento para el precio final», precisó Brito.
Y agregó: «Tomamos la decisión en base a cómo se manejaban otros proveedores de lácteos (nosotros trabajamos con empresas del interior, Manfrey, La Suipachense, Tregar y con Pymes como Vacalin) que bancaron la devaluación: entregaron toda la semana al mismo precio y hasta hoy que recibimos un pedido con precio de antes de las PASO y después los aumentos estuvieron entre un 15% y un 20% el que más ha tenido y consideramos que la empresa formadora de precios, la que tiene más margen ellos se escudan que solo subieron un 5% y lo otro eran bonificaciones. En el precio final de un artículo como una leche larga vida que la teníamos a 360 pesos, la terminamos teniendo que poner a 550 pesos«.
Brito precisó además que en toda la primera etapa del año achicaron los márgenes de ganancia «Durante toda la primera parte del año fuimos achicando y cuando arranca el primer programa (Precios Justos) del año había un margen y hasta antes de la quita de bonificaciones, excepto en leche, en el resto de los productos (dulce de leche, quesos untables, etc) nos dejaban una rentabilidad para poner al público y no perder cuando hay promociones bancarias», remarcó. «Teníamos que tener un mínimo de 10 puntitos de margen como para nosotros salir hechos, trabajarle gratis el producto. Ahora ni siquiera eso«, lamentó.
Pero además, se quejó de las subas discrecionales de La Serenísima. «El resto de la cadena láctea no aumentó más allá de un 10% o un 15% y Mastellone nos aumenta un 40%, es un cimbronazo fuerte», expresó el comerciante. «Creemos que se estaban aprovechando su situación de posición dominante del mercado. Es nuestro granito de arena como para tratar de poner un freno a esta situación«, concluyó.
La historia de la cooperativa que se enfrenta a La Serenísima
La Amistad es una cooperativa de trabajo fundada en el año 2004. Brito recordó que comenzaron como «emprendimiento familiar» al cual se sumó en 2009. Comenzó con cinco asociados y ahora ya son 56 asociados, con una sola boca de venta al público.
«Nos hemos convertido de un tiempo a esta parte en referentes de precios, porque contamos con la capacidad de remarcar poquito y tener mucho volumen de venta. Incluso estamos comenzando con un centro de distribución, ya somos distribuidores de algunas empresas, con vehículos propios y hemos adquirido un terreno para construir un centro logístico en Los Hornos», señaló.
«Nos sumamos a todas las promos bancarias que hay con los supermercados y participamos de los programas de precios de referencia y pertenecemos al acuerdo de Precios Justos«, sintetizó.