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Con tan solo una computadora portátil y mucho ingenio, Matteo Paz, un joven estudiante de secundaria, ha logrado un descubrimiento astronómico sin precedentes: identificó 1.5 millones de objetos cósmicos utilizando inteligencia artificial. Este logro, guiado por científicos de Caltech, está revolucionando la forma en que exploramos el universo.
Un interés que comenzó bajo las estrellas
La fascinación de Matteo Paz por el cosmos no surgió de la nada. Desde pequeño, asistía a conferencias públicas de astronomía en Caltech, donde su madre lo llevaba a observar las estrellas. Esa chispa temprana de curiosidad se transformó en pasión y, eventualmente, en acción. Ya en la escuela secundaria, Paz se integró al programa Planet Finder Academy del Instituto de Tecnología de California, donde tuvo la oportunidad de trabajar con científicos de primer nivel.
Allí, durante un verano, desarrolló un algoritmo de inteligencia artificial capaz de analizar datos del telescopio espacial NEOWISE, que había recolectado 200 terabytes de información infrarroja del cielo durante más de una década. Su modelo no solo identificó señales térmicas de objetos celestes variables —como cuásares, supernovas o estrellas binarias— sino que clasificó 1.5 millones de nuevos fenómenos que hasta ahora permanecían invisibles para la ciencia.
Este hallazgo fue tan significativo que se publicó en The Astronomical Journal, y su algoritmo ahora es utilizado por otros investigadores para profundizar el estudio del universo.
Mentoría científica: la clave detrás del éxito
Un elemento esencial del éxito de Paz fue la guía que recibió del científico senior Davy Kirkpatrick, del Centro de Procesamiento y Análisis Infrarrojo de Caltech. Kirkpatrick, quien también fue inspirado por un maestro de secundaria en su juventud, encontró en Paz un joven talento natural con una sólida formación en matemáticas y programación avanzada, adquirida en la Math Academy de Pasadena, donde los alumnos alcanzan niveles universitarios desde muy temprana edad.
Lo que comenzó como un ejercicio de clasificación manual de datos se convirtió en una colaboración científica seria. Kirkpatrick vio una oportunidad única de aplicar inteligencia artificial a los datos inexplorados del telescopio NEOWISE, ya retirado y con una vasta reserva de información valiosa. Con la ayuda de Paz, transformaron ese océano de datos en un catálogo potencialmente revolucionario para la astrofísica.
La historia de su colaboración demuestra cómo una buena mentoría puede ser tan determinante como el talento mismo. Y en este caso, abrió la puerta a una contribución científica que podría cambiar la forma en que entendemos la evolución del universo.
La inteligencia artificial como aliada en la exploración del cosmos
El modelo desarrollado por Paz, en tan solo seis semanas, logró lo que hubiera tomado años con métodos convencionales. Mediante técnicas de aprendizaje automático, su IA pudo detectar variaciones minúsculas en los patrones de luz captados por NEOWISE. Estos cambios, casi imperceptibles a simple vista, revelaban eventos astronómicos dinámicos y cruciales para entender el comportamiento de ciertos cuerpos celestes.
Paz no solo diseñó el modelo; también lo refinó junto a su mentor y ahora entrena a otros estudiantes interesados en ciencia. Su trabajo representa un ejemplo claro de cómo la inteligencia artificial puede convertirse en una herramienta fundamental para la ciencia, no solo automatizando tareas, sino descubriendo lo que antes pasaba desapercibido.
En 2025, está previsto que Paz y Kirkpatrick publiquen un catálogo completo con los 1.5 millones de objetos identificados, lo cual promete ser una referencia clave para investigaciones futuras sobre la expansión del universo y el comportamiento de los fenómenos variables.
La historia de Matteo Paz no es solo la de un descubrimiento astronómico, sino también la de cómo la pasión, la educación y una guía adecuada pueden impulsar a los jóvenes a cambiar el mundo. Con inteligencia artificial, curiosidad y el apoyo correcto, un adolescente no solo miró al cielo… también lo estudió con una profundidad sorprendente para su edad. Su historia nos recuerda que las grandes ideas no siempre vienen de grandes laboratorios: a veces, vienen de una laptop y una mente dispuesta a explorar.
Referencia:
- A Submillisecond Fourier and Wavelet-based Model to Extract Variable Candidates from the NEOWISE Single-exposure Database. Link.
Fuente: CerebroDigital.net