Maximiliano Frutos trabajó 8 años en negro en la Municicipalidad de PGSM y lo cesantearon cuando reclamó que lo pasen a planta permanente, ya que su padre era empleado municipal y le correspondería…
Maximiliano Frutos tiene 29 años y hoy trabaja en una verdulería de la localidad luego de una larga búsqueda.
Maximiliano fue empleado por la Municipalidad de Puerto Gral. San Martín desde el 2007, con un sueldo de miseria y totalmente en negro, si como está leyendo durante casi ocho años no tuvo aportes jubilatorios, obra social ni derechos laborales comprendidos en las leyes laborales.
Los vecinos de la ciudad lo vieron durante muchos años correr detrás del camión de la basura sin saber que ese empleado ponía en riesgo su vida detrás de ese camión donde ni seguro de vida tenía.
Con hijos a cargo debía depender de los hospitales y dispensarios públicos para poder darle una cobertura en salud, no cobraba ayuda escolar ni el salario familiar correspondiente.
Luego de tantos años en que la empleadora (Municipalidad) le negara todos los beneficios que por derecho corresponde pagar, lo despide luego de una enfermedad sin pagarle los días caídos, sin indemnización por despido y con muchas amenazas por parte del mismísimo intendente Carlos De Grandis.
Maximiliano fue solo “uno” de los más de 300 empleados que hoy se encuentran en situación irregular de trabajo que hoy se encuentran trabajando para la Municipalidad de Puerto Gral. San Martín, utilizados para cumplir con tareas que día a día deben realizar con el disfraz de empleados cuando en realidad son esclavos políticos que engrosan el clientelismo que De Grandis necesita.
Esta realidad ya fue denunciada varias veces por el SOEM desde su lanzamiento en octubre de 2012, pero el intendente ignora el reclamo e incluso la Secretaria de Trabajo de la Provincia de Santa Fe tiene información sobre esto y no genera ninguna acción.
Con un reclamo administrativo presentado para solicitar su reincorporación, Maximiliano había conseguido un trabajo en Fray Luis Beltran y luego de no aceptar las exigencias del intendente de retractarse de la presentación legal, a través de los tentáculos políticos y la mala intención por parte de algunos dirigentes, Frutos es despedido.
Ahora sigue trabajando en la verdulería desojando cabezas de lechuga mientras en su cabeza él sabe perfectamente que le corresponde ese puesto en la municipalidad y la inmensa deuda económica que deben pagarle después de tantos años de trabajo pagados mal por un empleador “NEGRERO”.
Por Victor Barni / InfosurRosario.com.ar