Teresa Beren, subsecretaria de Ingresos Públicos de Santa Fe, confirmó la implementación del monotributo provincial, para los pequeños aportantes.
La designada subsecretaria de Ingresos Públicos de la provincia, Teresa Beren, confirmó que la implementación del monotributo provincial, para los pequeños aportantes de ingresos brutos, será la prioridad para el primer semestre de 2008 en el área tributaria y adelantó que se creará un área específica en la Administración Provincial de Impuestos (API) para fiscalizar a los grandes contribuyentes.
La apuesta de la nueva administración es simplificar los trámites administrativos para los pequeños contribuyentes y concentrar mayores recursos humanos en el trabajo de “inteligencia fiscal” hacia grandes contribuyentes.
Por otra parte, Beren anunció una reorganización del área a su cargo, que no sólo abarcará la API sino que además sumará a la Dirección de Catastro. Explicó que entre los cambios también se encuentran los mecanismos de cobro a morosos y evasores, que incluye un uso más habitual de medidas cautelares, para evitar que los procesos administrativos dejen de ser “eternos”.
Otra modificación que la funcionaria tiene en carpeta es el rediseño de un impuesto masivo, aún no definido, que servirá como caso testigo de lo que pretenden para la agilización de la gestión tributaria y de ese modo “empezar a incluir el concepto de servicio de cara al contribuyente”, precisó.
Beren resaltó la importancia de mantener un buen diálogo con los trabajadores de la API en ese proceso de transformación que piensa conducir, con muchos de los cuales —dijo— existieron reuniones en este último tiempo. Por eso, destacó la tarea de apoyar la profesionalización y capacitación laboral e incluso los consideró como una pieza “clave” en la actualización informática del organismo. Por otra parte, consideró que la actual cantidad de agentes, 1.200 trabajadores, es suficiente para encarar este proceso.
La decisión de iniciar su gestión con estas medidas surge de un diagnóstico previo realizado por la futura funcionaria, quien consideró que de este modo podrá mejorar ostensiblemente los ingresos públicos provinciales a través de una mayor eficiencia en la utilización de recursos, sin la necesidad, en principio, de encarar una profunda reforma tributaria.
“El objetivo es mejorar la autonomía del Estado provincial”, dijo y agregó que “actualmente los recursos propios representan el 32% de los ingresos totales, mientras que en provincias como Buenos Aires, Mendoza o Capital Federal rondan o superan el 50%”. Consideró que, en parte, esta situación se debe a que “hoy no existe riesgo (por parte de los deudores) ante el incumplimiento porque los procesos para recaudar no están integrados y los controles son parciales”.
Explicó que al interiorizarse sobre los números provinciales comprobó que “en Santa Fe los grandes contribuyentes representan menos del 30%, mientras que en todo el mundo el promedio es del 50%”. Por otra parte, detectó una distorsión en el pago de los gravámenes. Dijo que hay una enorme diferencia entre el impuesto determinado que deben pagar y lo que finalmente pagan esas empresas, algunas de las cuales “patean aún más la efectivización de ese pago con recursos de todo tipo”.
“Por eso hay que revisar la estrategia, teniendo un enfoque más sistémico y rediseñando también la política de cobro judicial para no terminar sólo cobrándole a doña Rosa”, aseguró. En la actualidad, 63 empresas le deben al Estado provincial —por diversos ajustes— 183 millones de pesos sólo de capital. Casi un mes de recaudación.
Fuente: NoticiasdeSantaFe.com.ar