
Samsung podría irse de México debido a una millonaria disputa con el SAT
Samsung Electronics, una de las mayores corporaciones tecnológicas del planeta, enfrenta en México una crisis fiscal que podría obligarla a cerrar sus operaciones.
Un litigio con el SAT por más de 300 mil millones de pesos mantiene en vilo no solo a la compañía, sino también a toda la industria manufacturera nacional.
El origen del conflicto: el programa IMMEX bajo la lupa
El enfrentamiento entre Samsung y el Servicio de Administración Tributaria (SAT) surge del programa IMMEX, diseñado para atraer inversión extranjera y fomentar la manufactura de exportación.
Este esquema permite importar insumos sin pagar impuestos, siempre que los productos resultantes se destinen a la exportación. Sin embargo, la controversia se centra en la importación virtual, una modalidad que permite vender productos en el mercado interno sin volver a pagar el IVA.
El SAT sostiene que esta práctica ha sido utilizada para evadir impuestos, generando pérdidas al erario de hasta 250 mil millones de pesos anuales, según declaraciones de la ministra Lenia Batres Guadarrama. Por su parte, la ministra Yasmín Esquivel Mossa argumenta que esta interpretación genera una doble tributación, lo que vulnera el principio constitucional de legalidad tributaria. El debate llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en abril, pero la decisión fue aplazada, dejando a Samsung y a cientos de empresas en una situación de incertidumbre.
El litigio que enfrenta Samsung México, encabezada por Thomas Yun, supera los 300 mil millones de pesos, una cifra equivalente a seis años de sus utilidades. Con intereses, multas y recargos, el monto se ha convertido en una amenaza existencial para la filial mexicana del gigante surcoreano.
Un fallo que puede sacudir toda la industria manufacturera
Si la Suprema Corte falla a favor del SAT, el impacto podría extenderse mucho más allá de Samsung. El programa IMMEX representa más del 60% del comercio exterior manufacturero de México, con exportaciones superiores a 300 mil millones de dólares en 2024, según la Secretaría de Economía. Sectores como el automotriz, el electrónico y el aeronáutico dependen directamente de este esquema para mantener su competitividad global.
Una resolución adversa podría provocar una fuga masiva de inversiones. Empresas estadounidenses y canadienses, amparadas por el T-MEC, podrían considerar que México está incumpliendo con el principio de trato equitativo, generando tensiones comerciales con sus socios del norte. Además, fuentes cercanas a las negociaciones advierten que una reinterpretación del IMMEX pondría en riesgo la estabilidad de cientos de maquiladoras instaladas en el país.
Samsung no solo es un actor tecnológico; también es uno de los mayores generadores de empleo y exportaciones de electrónicos en México. Su salida representaría un golpe directo a la economía, afectando la cadena de suministro de componentes, electrodomésticos y dispositivos inteligentes. La empresa, ante este panorama, evalúa la posibilidad de trasladar sus operaciones a otro país de América Latina, con condiciones fiscales más estables y predecibles.
Implicaciones políticas y económicas para México
Más allá del terreno fiscal, el conflicto entre Samsung y el SAT se ha convertido en un asunto político e institucional. La Suprema Corte enfrenta un momento decisivo: equilibrar la lucha contra la evasión fiscal con la necesidad de ofrecer certidumbre jurídica a la inversión extranjera. La resolución sentará un precedente sobre cómo el país interpreta y aplica sus políticas tributarias frente a las corporaciones globales.
El caso también llega en un contexto clave para México, que busca consolidarse como destino de nearshoring —la relocalización de empresas hacia territorios más cercanos a Estados Unidos—. Un fallo que desaliente la inversión podría frenar ese impulso, afectando la llegada de capitales y la creación de empleo.
Para Samsung, el dilema es tan simple como devastador: pagar una suma que comprometería su permanencia en el país o abandonar México. Para el gobierno, el reto es doble: mantener su política de fiscalización sin poner en riesgo la confianza empresarial que sostiene el desarrollo industrial.
La decisión de la Suprema Corte no solo determinará el futuro de Samsung, sino que también definirá la reputación fiscal y jurídica de México ante el mundo. En los próximos meses, el país sabrá si su principal modelo de atracción de inversiones, el IMMEX, continúa siendo un motor de crecimiento o se convierte en un obstáculo para su propia competitividad.
La disputa entre Samsung y el SAT trasciende lo económico: es una prueba de fuego para la estabilidad jurídica y la política industrial mexicana. Si el conflicto no se resuelve con equilibrio, México podría perder no solo a una empresa emblemática, sino también parte de su atractivo global como potencia manufacturera.
Referencia:
- Fast Company/Samsung podría salir de México por disputa con el SAT. Link
Fuente: CerebroDigital.net