
¿Sumarías este reto a tu rutina de entrenamiento?
Se trata de caminar en reversa, una actividad poco común pero, según la evidencia, con múltiples beneficios.
Janet Dufek, científica de la Universidad de Nevada, investigó durante más de dos décadas cómo caminar hacia atrás puede mejorar la salud en general. Asegura que esta variante puede fortalecer músculos poco utilizados y mejorar la coordinación.
“Caminar hacia atrás introduce un elemento de entrenamiento cruzado, una actividad sutilmente diferente”, explicó la especialista.
¿Qué sucede cuando caminamos hacia atrás?
La marcha inversa activa músculos que no suelen utilizarse durante una caminata tradicional. Según Dufek, puede aumentar la flexibilidad de los isquiotibiales, mejorar el equilibrio y estimular la mente, al requerir una nueva adaptación corporal.
El American College of Sports Medicine agrega que caminar hacia atrás quema un 40% más de calorías por minuto que hacerlo hacia adelante a paso rápido.
¿Cómo incorporar este ejercicio?

Los especialistas sugieren comenzar en una cinta caminadora, ya que ofrece un entorno seguro y controlado, con barras laterales que reducen el riesgo de caídas.
Fuera del gimnasio, puede integrarse de manera gradual: un minuto de caminata en reversa por cada diez de marcha normal. A medida que el cuerpo se adapta, se puede aumentar el tiempo y la distancia.
La seguridad también es clave: lo ideal es practicar con un acompañante, de manera que mientras uno camina hacia atrás, el otro lo haga hacia adelante supervisando los movimientos para evitar tropiezos.
Dar un paso atrás también es avanzar
Incorporar esta práctica puede ser una forma simple de desafiar al cuerpo y la mente, mejorar el equilibrio y salir de la rutina. A veces, dar un paso atrás no significa retroceder, sino encontrar nuevas maneras de seguir avanzando hacia una buena salud.

Nota original: vidaysalud.com




