El Plan contempla actividades preventivas y educativas para el interior de las reparticiones y para toda la comunidad sobre el tabaquismo.La valentía de un niño. Un flagelo del que nadie está excluido. Un flagelo del que nadie está excluido. Acciones y beneficios
El intendente Miguel Lifschitz presentó esta mañana en el salón Carrasco del Palacio de los Leones el Plan Municipal de Prevención del Tabaquismo, que tiene como objetivo principal impulsar políticas públicas en materia preventiva, a favor del respeto al no fumador y la asistencia y rehabilitación del fumador en el municipio de Rosario. «Es tarea de una administración municipal el pensar en el futuro, anticiparse a los problemas y atender cuestiones que afectan o pueden afectar gravemente la calidad de vida de nuestra comunidad, advertir la gravedad de los problemas y tomar medidas en consecuencia. En ese sentido, la problemática del tabaquismo, como la de otras adicciones, constituye hoy en el mundo moderno uno de los flagelos más graves y con mayores consecuencias para las diversas comunidades», dijo el intendente en el acto, al que fue especialmente invitado Kevin Stralla, el niño de diez años que reprochó a un chofer del transporte urbano de pasajeros el no cumplimiento de la ordenanza que prohíbe fumar en los colectivos. Lifschitz estuvo acompañado además por los secretarios de Gobierno y Salud Pública, Juan Carlos Zabalza y Mónica Fein, respectivamente, y la directora general de Programación de Salud, Beatriz Martinelli. También participaron otros miembros del Ejecutivo, concejales, directores de hospitales y programas de salud municipales y representantes del Sindicato de Trabajadores Municipales y de organizaciones no gubernamentales que trabajarán en las diversas etapas del plan, como la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (Lalcec), Fundación Amado Nervo Rabuini, Sociedad de Cardiología, Red Psicoterapéutica, Colegio de Farmacéuticos, Sociedad de Oncología y Sociedad de Neumonología.La valentía de un niño
En referencia al rol de la administración municipal frente al tabaquismo, el intendente sostuvo que «el Estado, en sus diversos niveles, no puede aparecer indiferente; por el contrario, debe generar políticas activas, sistemáticas, serias y responsables para atacar este tipo de problemas de carácter social». Y «para eso -indicó- contamos con una legislación previsora y adecuada que fue pensada con bastante anticipación, y que es necesario intensificar y reforzar para mejorar su implementación en la ciudad».
Para concluir, Lifschitz resaltó «la actitud de dignidad, de valentía, de defensa de sus derechos» de Kevin -el niño de 10 años que reprochó a un chofer del transporte urbano por incumplir la ordenanza que prohíbe fumar en los colectivos-, a quien puso como ejemplo de la que «debería ser la actitud de todos los ciudadanos si queremos vivir en una sociedad mejor, la de hacer valer con firmeza nuestros derechos», al tiempo que indicó que «el Estado debe ejercer el poder de policía que le corresponde, pero también está el control social por parte de los ciudadanos. En este caso, estamos iniciando un camino».Por su parte, Mónica Fein enfatizó el compromiso desde el Ejecutivo de llevar adelante el Plan, e insistió en la necesidad de trabajar de manera coordinada entre los ámbitos nacional, provincial y municipal «para encontrar los caminos que mejoren la calidad de vida de la población». Al respecto, recordó el compromiso firmado por la Argentina junto a otros cien países con la Organización Mundial de la Salud para disminuir el consumo de tabaco, «compromiso que -sostuvo- debe estar acompañado desde el congreso nacional con la disminución de la publicidad y el aumento del precio del tabaco».
La titular de Salud Pública hizo finalmente un llamado a toda la sociedad para comprometerse en la disminución del tabaquismo y en el cumplimiento de las ordenanzas, y recalcó que la acción por desarrollar será de todas las secretarías municipales, aunque mencionó especialmente a las de Gobierno y Servicios Públicos por la labor de fiscalización que deben cumplir.Un flagelo del que nadie está excluido
El tabaquismo alcanzó en el mundo la dimensión de una gran epidemia de devastadoras consecuencias, creciendo en mayor proporción en los países subdesarrollados. Un claro ejemplo de esto se da en nuestro país, donde mueren anualmente unas 39.000 personas como consecuencia del tabaquismo. La tendencia a transformarse -contra la voluntad propia- en fumadores pasivos por parte de quienes están expuestos al humo ambiental del tabaco es cada vez más elocuente en nuestra sociedad, pese a los intentos por hacer cumplir con las normas y las ordenanzas vigentes que prohíben fumar en lugares públicos.
Está comprobado que separar fumadores y no fumadores en determinados ámbitos es una falacia: no hay nivel mínimo seguro de exposición. El humo ambiental de tabaco (HAT), también llamado humo de segunda mano, está constituido por la mezcla del humo del cigarrillo y el humo exhalado por el fumador. La exposición de los no fumadores a este humo es lo que se conoce como «tabaquismo pasivo».
Los no fumadores inhalan las casi 5.000 sustancias peligrosas para la salud (algunas adictivas) que hay en el cigarrillo, entre ellas la famosa nicotina, poderoso alcaloide, que es la principal responsable de la decadencia física y psicológica que provoca el cigarrillo. Otro componente es el alquitrán, responsable de las distintas formas de cáncer que se le atribuyen al tabaquismo.
Pese a la peligrosidad de estas sustancias, se estima que el 40% de los argentinos mayores de 16 años fuma, correspondiendo la mayor proporción a los hombres. Mientras que el 25% de los adolescentes entre los 12 y 14 años también fuma, en tanto el porcentaje trepa a un 40 para la franja que entre los 15 y 18 años.
Otro dato alarmante se registra en la provincia de Buenos Aires, donde el 30% de los niños del nivel primario entre 9 y 10 años relevados presenta niveles de cotinina (metabolito de la nicotina) en orina similares a las de un fumador activo por exposición al humo de tabaco ambiental.Acciones y beneficios
A los efectos de disminuir los niveles de riesgo, el plan municipal prevé acciones tendientes a generar ambientes libres de humo de tabaco en dependencias públicas municipales y la fiscalización respecto al cumplimiento de las ordenanzas vigentes que restringen el uso del tabaco en espacios públicos, tales como restaurantes, bares y cines, y en el transporte público. Específicamente en el ámbito de las dependencias municipales, se realizarán encuestas entre los trabajadores como diagnóstico y sensibilización del problema; se delimitarán zonas de fumadores en espacios abiertos, alejadas de las áreas de recepción y de atención al público, y se instalará cartelería sobre la prohibición de fumar. Asimismo, la Secretaría de Salud Pública implementará espacios terapéuticos de ayuda al fumador para que deje el hábito, en coordinación con las organizaciones no gubernamentales vinculadas con la temática. También se prevé la realización de campañas de difusión y la convocatoria al Colegio de Farmacéuticos para llevar a cabo actividades de educación y prevención en las farmacias de la ciudad. De hecho, las campañas de difusión y concientización harán eje, entre otros aspectos, en los beneficios para la salud que acarrea a los fumadores el abandono del hábito, los que se desarrollan según la siguiente secuencia:
-Normalización de la presión arterial y la frecuencia cardíaca.
-Mejora en la respiración por normalización de los niveles de oxígeno y monóxido de carbono.
-Disminución del riesgo de muerte súbita.
-Normalización de los sentidos del gusto y el olfato.
-Aumento de la capacidad física y disminución del cansancio.
-Al año se reduce a la mitad el riesgo de infarto.
-Y a los 5 años se reduce a la mitad el riesgo de padecer cáncer de pulmón.