El Gobernador de la Provincia realizó un recorrido por las obras que se realizan en los cimientos de la Casa de Gobierno y la remodelación de la fachada del edificio.
Jorge Obeid estuvo acompañado por los funcionarios de la Dipai (Dirección Provincial de Arquitectura e Ingeniería), los arquitectos Juan Carlos Ternavasio, Carlos García, y el técnico Diego Torres, encargados del proyecto y supervisión de las obras, así como por representantes de la empresa Funcor S.A., la ejecutora de los trabajos. «Este es un trabajo muy grande y que va a llevar mucho tiempo, pero lo importante es que las obras comenzaron ya hace casi un año y están muy avanzadas», comentó Obeid.
.
.
En la recorrida junto con los encargados y con la prensa, el Gobernador remarcó que en «estas obras, una vez que se termina, se tapa todo y no se ve nada de lo que se hizo, por eso es fundamental que se entienda la importancia de estos trabajos, que prácticamente le restituyen todos los cimientos a la Casa de Gobierno, que es un edificio que está asentado sobre un terreno cenagoso, lo cual hizo que con el correr del tiempo y el exceso de peso del edificio se produjeran fisuras en su estructura».
OBRA DEFINITIVA
«Había que hacer una obra definitiva, que es la que aquí se está haciendo», dijo Obeid, quien explicó que la misma se lleva adelante con «la realización de más de 300 pilotes -de más de 15 metros de profundidad cada uno- inyectados en cemento que van a permitir generar una nueva base y nuevos cimientos para la estructura. Paralelamente a ello también se está trabajando en la remodelación de todo el frente del edificio, la zona de techos, también se recuperó la parte del acceso al 2º y 3º piso desde las cocheras. A eso hay que sumarle la remodelación y diferentes usos culturales que se le está dando al Salón Blanco», repasó.
SEGUNDA ETAPA
El mandatario santafesino aseguró que «estas obras van a seguir un buen tiempo más porque, una vez terminadas las fundaciones, dentro de unos seis meses aproximadamente, viene la segunda etapa que es la de la reparación arquitectónica de los interiores de la Casa de Gobierno, pero hubiera sido inútil hacer cualquier trabajo si antes no se apuntaba a consolidar los cimientos».
SALVAR AL EDIFICIO
«Cuando tomamos la decisión de seguir con los trabajos que habían comenzado hace 20 años y se habían suspendido, fue porque comprendimos cabalmente que si no se atendía en forma urgente a este edificio, corría un grave riesgo su propia estabilidad», aseguró Obeid. «Por eso, más allá de todos los inconvenientes que traen para los empleados que aquí trabajan y para el público que circula, es lo que hay que hacer para que, lo que se haga luego sobre la reconstrucción arquitectónica, no corra peligro».
CONSOLIDAR LA BASE DE UN PATRIMONIO HISTÓRICO
Por último, el Gobernador recordó que «en el país hubo otras reparaciones de edificios históricos, y a esto yo lo comparo con los trabajos que se hicieron en la Casa Rosada. Es una tarea que puede llegar a llevar varios años, pero como todas las obras, hay que comenzar desde la base, y lo que estamos haciendo ahora es, justamente, la consolidación de la base».
EDIFICIO SOBRECARGADO
A su turno, el arquitecto Juan Carlos Ternavasio explicó que «lo que se realiza es una consolidación de los cimientos de Casa de Gobierno a través de un sistema de micropilotaje y anclaje para que los cimientos de la Casa no sigan cediendo, ya que en su momento fueron afectados por diferentes cuestiones, como movimientos de suelo, el propio peso del edificio y otra serie de situaciones».
«La Casa de Gobierno está asentada sobre un lecho de relleno» dijo, «y este edificio fue proyectado para una determinada situación, en otro tiempo, y hoy es totalmente distinto, no en su fisonomía arquitectónica, sino en lo que hace a su utilización. Todo fue llevando a que aparecieran fisuras importantes».
Respecto de esas «rajaduras que se veían», Ternavasio contó que «provenían de estos problemas de cimientos, de su propio asentamiento, pero también por su vejez y por el mal uso que se hizo de Casa de Gobierno, que fue sobrecargada, no fue pensada para lo que es ahora, para todas las oficinas que tiene. Se sobrecargó y eso produjo un trabajo de asentamiento por su propio peso».
EVOLUCIÓN DE LOS PROBLEMAS
«En 1987 se comenzó con esta tarea –recordó el arquitecto-, que es el mismo trabajo que se está haciendo ahora. Esos trabajos fueron interrumpidos y quedó solo una parte de la Casa de Gobierno con los trabajos hechos».
«Posteriormente vimos que el problema se agudizaba y a través del Cecovi (Centro de Investigación y Desarrollo para la Construcción) de la Universidad Tecnológica Nacional se hizo una investigación y un estudio estructural del edificio, se realizó un diagnóstico y encontramos que, por el propio peso de la Casa, aparecía por debajo una pérdida de agua de lo que era la vieja Obras Sanitarias, y nadie sabía de la existencia de este problema. Esa pérdida de agua hizo que esto se fuera agravando día a día y el edificio parecía que se abría en dos, y donde el eje central del problema estaba en el hall central del edificio», puntualizó el arquitecto de la Dipai.
EJECUCIÓN DE MICROPILOTES
Por decisión del gobierno se realizó una licitación y «se llamó para consolidar los cimientos de Casa de Gobierno. Hablamos de ‘consolidar’ porque los cimientos ya estaban quedando ‘sueltos’ sobre el suelo, y había que buscar, a través de la ingeniería, de consolidar eso», detalló Ternavasio, quien dijo que «la única manera de conseguirlo era mediante la ejecución de micropilotes: es un sistema por el que se realiza una perforación, se coloca lodo bentonítico (mezcla de bentonita con agua, fluido que, una vez que entra en reposo, adquiere resistencia), se introduce en la perforación y en el pilote se agrega hormigón que va junto con una armadura. Ese pilote se lo hinca y luego se lo ancla. Hay dos tipos de pilotes: uno está hincado a 45 grados y los otros van casi en posición vertical», explicó.
PRIORIDAD
Finalmente, el arquitecto relató que lo primero que se buscó con las obras fue darle rigidez a la Casa, «que se estaba cayendo», y lo primero que se hizo fue «consolidar la fundación del edificio que estaba en una situación crítica y agravaba su estabilidad», para detallar que «lo que se hizo no es un apuntalamiento, sino que es una nueva estructura que colabora con la vieja estructura, similar a lo que se hizo en la Basílica de Guadalupe y a lo que se está haciendo en la Casa de la Cultura», ambos edificios tradicionales de la ciudad de Santa Fe.