La respuesta, un resultado decoroso. La excusa, la cercanía de la Copa Sudamericana y el no haberle permitido a un rival directo descontar puntos. El rendimiento en la cancha, demasiado flojo para un campeón. La respuesta, un resultado decoroso. La excusa, la cercanía de la Copa Sudamericana y el no haberle permitido a un rival directo descontar puntos. El rendimiento en la cancha, demasiado flojo para un campeón.
Spolli y Graf se elevan en el área rojinegra en pos de pelota. |
Pura lucha. Ariel Zapata persigue a Claudio Graf. Una muestra de la buena tarea defensiva que realizó el conjunto leproso. |
Preocupante si se quiere para un equipo que intenta solventar con el presente un futuro de grandes compromisos. Newell’s empató 0 a 0 con Lanús porque el conjunto de Gorosito nunca encontró el arco de Villar. Y porque se metió atrás, esperó, especuló y sacó el empate que había venido a buscar al sur del Gran Buenos Aires. Una aspiración bastante pequeña para un equipo que necesita reencontrarse con los atributos que lo llevaron a dar la vuelta olímpica. La prueba de la apatía de los rojinegros la dio Damián Manso, que con sólo 18 minutos en la cancha y un montón de meses sin jugar le otorgó la única cuota de fútbol que ofreció el equipo de Ribeca en todo el partido. El Piojo hizo expulsar a Graieb, y eso fue mucho más de lo que hicieron la mayoría de sus compañeros.
Cualquiera puede tener un mal día, una mala tarde o una mala noche. Los problemas empiezan cuando no se puede encontrar un patrón de juego, un estilo, una estrategia. Identificación futbolística que le llaman.
En el primer tiempo Newell’s intentó intercambiar golpe por golpe pero terminó acurrucándose contra un llamativamente inseguro Villar. Lo tuvo Borghello sobre el final, pero pensó más de lo debido y Chiquito Bossio le achicó el arco. Fue el único amago rojinegro de la primera mitad. Antes había pasado un remate de Penta desde afuera del área y una llegada de Belluschi. Nada más. Del otro lado, ataque incesante, falta de claridad, carencia de gol y nerviosismo.
Lanús necesitaba imprescindiblemente los tres puntos para pelear por la Copa Sudamericana. Y el campeón se conformaba sólo con el punto. Lo demostró desprejuiciadamente en el complemento.
Resignó por completo el ataque, priorizó la doble línea de cuatro que armó de mitad de cancha hacia atrás y se refugió en el despliegue incansable de Rosada y Zapata. Sería un grave error dejarse llevar por los últimos minutos del partido en los que aparecieron algunos espacios generados por la desesperación granate.
Preocupa el conformismo. El temor a que los resultados sean peores: la falta de autoestima y fortaleza anímica de un equipo que hace escasos meses demostró ser el mejor de todos.
Newell’s no tiene apuro, no tiene presiones, no siente necesidades, cuenta con un colchón forjado en el Apertura, y sin embargo por momentos da la sensación de ser un equipo chico al que sólo le importa que la tendencia no empeore.
Un punto que resta, que sirve para muy poco. Apenas para ratificar lo que ya parece consumado: el acceso a la Copa Sudamericana. Pero a decir verdad, con este rendimiento y algunas actitudes es muy difícil que alguien pueda ilusionarse con un Newell’s protagonista.
Alejandro Cachari
Monólogo granate
Una prueba del monólogo que ejerció Lanús, sobre todo en el segundo tiempo, es la cantidad de tiros de esquina. Los granates tuvieron anoche 16 córners a su favor.
Maidana sufrió un desgarro
Al pobre de Maidana anoche no le salió una. Julián se estaba comiendo un peludo bárbaro y encima se desgarró. A los 28′ del primer tiempo fue a cerrar apurado una pelota en el vértice del área chica y allí quedó tendido. Se lesionó solo.
Si bien el propio futbolista se encargó de decir que el lunes tratará de saber cuál es la gravedad de la lesión, todo parece indicar que es un desgarro en el isquiotibial de la pierna derecha que seguramente lo marginará de las canchas por unas cuantas fechas.
El ingreso de Spolli compensó en parte el funcionamiento del fondo leproso y representó una buena noticia en medio del mal humor que generó la dolencia de Maidana.
Al fin y al cabo, es un buen síntoma que el Flaco haya rendido correctamente porque probablemente será el encargado de ocupar la plaza que dejará el capitán.
Además, para el encuentro con San Lorenzo, Ribeca recuperará a Ré, futbolista al que Newell’s extrañó horrores en las últimas dos fechas.
A propósito de lo que vendrá, nada parece indicar que Ortega volverá a faltar. Su presencia es imprescindible para que el equipo al menos descargue sus dudas en el jugador más jerarquizado. Ribeca mismo aceptó ayer por la tarde que lo habían preservado para que pueda volver en el próximo partido.
Manso volvió sin miedos y entregó su jerarquía
Volvió Manso ¿Eso es bueno o es malo? Para el Piojo es fantástico, porque regresó a una cancha tras una rotura de ligamentos cruzados que lo marginó durante casi un año (28 de agosto de 2004, ante Colón, por la 4ª fecha del Apertura). Para sus compañeros, o mejor dicho, para la mayoría de ellos, no fue tan bueno: quedaron bastante mal parados.
En sólo 18 minutos, Manso con dos o tres jugadas de su sello, permitió que su equipo saliera del acoso, hizo expulsar a Graieb y generó el poco fútbol que tuvo Newell’s en el sur del Gran Buenos Aires.
Por la tarde, en el hotel, Arsenio Ribeca había sorprendido diciendo que «desde el punto de vista médico, no debería estar. Pero lo conozco desde hace tiempo y su presencia es importante para el grupo. Que esté en la cancha genera mucho respeto en los rivales. Si el partido da, lo vamos a tirar unos minutos a la cancha».
Pomelo debe haber querido decir otra cosa cuando se refirió al aspecto médico, ya que Damián tiene el alta desde hace un tiempo. Pero lo cierto es que esa sentencia ridiculizó la coyuntura y dejó claramente expuesta la sugerencia de que Newell’s necesitaba desesperadamente de los servicios de Damián.
Y así fue nomás. Con la falta de fútbol a cuestas, con los temores lógicos del regreso tras padecer la peor de las lesiones que puede sufrir un futbolista, el diminuto número diez rojinegro desnudó las carencias de sus compañeros. Para colmo, como si eso fuera poco, ayer faltó Ortega y el retorno de Damián volvió aún más notoria la ausencia de quien debería ser en el futuro su gran socio.
Pensar que Ribeca dijo que desde el punto de vista médico no debería estar. Pero acertó -y cómo- cuando sentenció que su presencia es importante para el grupo. Para el grupo y para el fútbol de Newell’s.
El Tolo Gallego pagó la deuda
Américo Gallego cumplió con la palabra empeñada el año pasado y el jueves por la noche, luego de cenar junto al plantel de Newell’s en el hotel donde estaba concentrado a la espera del partido contra Lanús, le llevó la plata de la camioneta que había prometido si el equipo se consagraba campeón del Apertura 2004. En un primer momento, la apuesta del ex entrenador rojinegro era regalarle una camioneta a los jugadores si lograban el título, pero los futbolistas decidieron en el instante de recibir la oferta del entrenador aceptar la plata equivalente al valor de la 4×4 y repartirla entre el grupo. Si bien el Tolo Gallego se hizo esperar bastante para saldar la deuda, al final el jueves cumplió con lo que había prometido.
Belluschi: «El empate sirve»
por Mauricio Bartoli
«Es un punto importante», dijo con seguridad Fernando Belluschi. El motorcito del mediocampo rojinegro consideró valiosa la igualdad en Lanús, y lo fundamentó pensando en la Copa Sudamericana, el único objetivo de Newell’s en lo que resta del torneo Clausura.
El volante jerarquizó el punto teniendo en cuenta, además, que el granate tiene la misma aspiración que el conjunto del Parque. «Vale porque ellos también tienen posibilidades de clasificar para la Copa Sudamericana, y así mantenemos la diferencia», reflexionó.
-¿Considerás el punto como un triunfo?
-No es un triunfo, pero sí es importante y nos sirve. Esperemos que los que están cerca nuestro no ganen y así crecerán las posibilidades de clasificar a la Copa Sudamericana.
¿Fue justo el empate?
-Nosotros hicimos un buen partido. Tuvimos varias situaciones, especialmente de contra, tanto en el primero como en el segundo tiempo, pero no las pudimos aprovechar. Los dos hicimos méritos para ganarlo. En estos partidos duros, y de visitante, el empate de toda manera sirve.
-¿Cómo ves que llegan a la recta final del campeonato?
-Poco a poco estamos mejorando en lo colectivo. Lo que tratamos de hacer en la semana es lograr mayor equilibrio y generar mayor cantidad de situaciones. Y bueno, hoy (por ayer) se dio un poco y esperamos que partido tras partido nos consolidemos.
-¿Los cambios por ausencias alteran el equilibrio del equipo?
-Sí. La confianza que se les da a los jugadores es la misma para todos, pero al que le toca entrar quizás le juega un poco en contra el tema de la presión.
-¿Lo extrañaron a Ortega en la generación de juego?
-Ariel es un jugador muy importante para nosotros y hoy (por ayer) hubiera aportado mucho, pero el equipo jugó sin él y pienso que hicimos un buen partido.
El que más igualó
Con el 0-0 de ayer, Newell’s suma siete igualdades en el torneo y se convirtió en el equipo que más empates ha cosechado hasta el momento en el Clausura. Curiosamente, lo sigue Lanús con seis.
Ribeca: «Newell’s jugó bien»
El técnico rojinegro Arsenio Ribeca se mostró satisfecho con la exposición de su equipo. «Newell’s buscó el partido como lo había planificado durante la semana, incluso pensando en la posibilidad de un triunfo, pero no se dio. Igual este punto vale», aseguró
Cuando se le preguntó que había que corregir de lo realizado ayer, Ribeca señaló: «Ustedes dirán que tenemos que mejorar, ya que preguntan insistentemente sobre eso. Yo creo que Newell’s jugó un buen partido».
Para el técnico, el punto de ayer «es valioso, porque se consiguió de visitante, en una cancha complicada. Los partidos tienen sus circunstancias. Nos presionaron mucho y nos costó llegar. A lo mejor con San Lorenzo llegamos veinte veces y tenemos más y mejores opciones de gol. Con Lanús nos quedamos con un buen punto ante un rival difícil».
Sobre el bajón que tuvieron en el segundo tiempo, sostuvo: «No encontramos la pelota y cuando la teníamos, la perdíamos enseguida».
Fuente: diario La Capital – Ovación
Fotos: Damián Neustadt y diario El Ciudadano & la región