Con uñas y sin dientes. Newell’s perdió 1 a 0 con Olimpo en Bahía Blanca. El DT dijo que se distrajeron en el gol.
El Flaco Spolli marca a Delorte sin dejarlo mover. |
Era necesario sumar. Era indispensable, por lo menos, conseguir un punto como para no otorgarle ventajas a los que vienen de atrás tratando de quedarse con un lugar en la Copa Sudamericana. Pero Newell’s no pudo cumplir con esas necesidades, pecó de ingenuo y con una jugada de pelota parada Olimpo se quedó con todo.
Con su arma más importante, el bahiense sacó provecho y dejó al último campeón con las manos vacías, más allá de las precauciones que había tomado el rojinegro en la semana con los continuos ensayos tratando de anular ese poderío del juego aéreo de los dueños de casa.
Está claro que Newell’s llegó a este compromiso diezmado por bajas importantes y Ribeca tuvo que remendar el equipo. Julián Maidana, Ariel Rosada e Ignacio Scocco no se recuperaron de sus respectivas dolencias y se quedaron afuera. Encima, Ariel Ortega tenía que cumplir con una fecha de suspensión y los del Parque se quedaron sin su figura, más allá de sus rendimientos irregulares, porque todos sus rivales siempre se preocupan por anularlo resignando hombres para el juego. Ante este panorama, Olimpo sacó provecho de la situación y en la primera acción de riesgo en el arco de Justo Villar, ante un descuido defensivo, Diego Galván no perdonó y marcó la diferencia.
La idea leprosa era mantener el cero en su arco para tratar de rescatar por lo menos una igualdad en la fría noche de esta ciudad, en un entretenido pero muy luchado duelo.
Pero el gol tempranero lo obligó a salir de la cueva. Luciano Vella y Fernando Belluschi (tuvo una gran primer tiempo, pero luego desapareció en el complemento y Newell’s lo sintió demasiado) comandaban las acciones ofensivas y trataban de darle una mano al solitario Iván Borghello. Por el otro sector, Adrián Lucero y Marcelo Penta buscaban penetrar la férrea defensa bahiense, que no se avergonzaba en reventar la pelota hacia cualquier parte.
Newell’s toqueteaba y merodeaba el arco de un seguro Gaona. Pero carecía de punch. Le faltaba lo de siempre: un definidor. Lucero lo tuvo dos veces en una misma jugada, pero no pudo vulnerar al arquero. Vella le sacó chispas a un palo, tras una gran maniobra combinada. Pero no hubo caso.
¿Dónde estaba la diferencia? El aurinegro defendía mejor y trataba de darle el golpe mortal al último campeón de contragolpe.
El conjunto de Ribeca era puro esfuerzo, pero no podía romper la barrera defensiva que plantó el aurinegro. Damián Manso ingresó con la intención de manejar la pelota y tratar de generar algún espacio. Pero todo seguía igual. El Piojo sólo pudo sacar un remate desde lejos que terminó en las manos de Chicho Gaona. Y cuando el partido comenzaba a agonizar, el ex arquero canalla le sacó el grito de gol a Nicolás Spolli.
Newell’s lo buscó hasta el final clavando las uñas y dejando todo, pero no pudo mostrar los dientes.
Por culpa del juego aéreo
La Lepra tomó precauciones, pero no las suficientes para no sufrir por esa vía
Durante toda la semana las declaraciones de los jugadores de Newell’s estuvieron orientadas al cuidado que debían tener en el juego aéreo. Olimpo sabe explotar muy bien la altura de sus jugadores y, sobre todo, en su cancha donde es un elemento que manejan a la perfección. Y los números así lo reflejan. De las seis victorias que consiguió en el torneo, cinco fueron en su casa. Y en varios encuentros por esa vía. Pero el tema central residía en marcar a los hombres más altos.
Spolli debía ir con Delorte y tenía que ser su sombra. En la primera acción de pelota parada todos intentaban no perder de vista al goleador bahiense, pero se descuidaron con Diego Galván, quien madrugó a todos y marcó el tanto de la apertura, que a la postre fue el de la victoria. Aunque luego en los vestuarios, y a la hora de las declaraciones, Ribeca dejó en claro que le había dado la orden a uno de sus jugadores para que controlara al rubio platinado.
De todos modos, y al margen de esto, en el primer tiempo los defensores rojinegros sufrieron más de la cuenta con el delantero bahiense Delorte. El marcador central de Coronel Bogado tenía el mandato de seguirlo a todas partes, pero la amarilla tempranera hizo que por momentos Aguirre se encargara de esa difícil tarea.
Ante este cuadro de situación, por las dificultades que se presentaban, el técnico leproso le puso dos hombres encima con la intención de anularlo. Algo que consiguió en el complemento. En los últimos días el trabajo de Newell’s se había abocado a frenar a los lungos de Olimpo. En varios pasajes de las prácticas, el cuerpo técnico puso énfasis en el aspecto defensivo en la pelota parada. En la enorme concentración que los jugadores debían tener para no sufrir ningún sobresalto. Pero algo falló, las precauciones no sirvieron de mucho y la Lepra lo pagó con una derrota.
Ribeca: «No aprovechamos nuestras chances»
«Si hubo un equipo que intentó, y por momentos de buena manera, ese fue Newell’s. Pero no ganamos porque ellos tuvieron una chance y la aprovecharon, no como nosotros que tuvimos 4 ó 5 y no pudimos marcar», analizó el DT rojinegro Arsenio Ribeca tras salir del vestuario y enfrentar las preguntas del porqué de la derrota ante Olimpo.
«Sabíamos que el partido podía darse así, desgraciadamente nos distrajimos en una jugada, porque Galván tenía su marca, y nos costó el gol. Después hicimos méritos pero no supimos definir», amplió Pomelo.
El técnico también se refirió a los cambios tácticos que debió realizar durante el partido y explicó que «cuando nos convirtieron cambiamos para defender con tres porque vimos que Olimpo pasaba sólo de contragolpe, pero así tampoco tuvimos suerte en las llegadas, que fueron más y mejores que cuando en el segundo tiempo jugamos con dos puntas».
Por último, Ribeca habló de cómo se siente ante el arribo de Olmos para reemplazarlo y explicó que está «tranquilo, sin problemas. No es lo ideal, pero no me molesta. Sabía que sería así porque lo hablamos con el presidente (Eduardo López). Y si hay algo que me enorgullece es que los muchachos se brindan en cada partido y por eso estoy agradecido. Son unos fenómenos y lo demostraron jugándose hasta el final en busca del empate».
Vella, infiltrado
Más allá de no estar al ciento por ciento en lo físico y futbolístico, por la lesión que padece en el pie derecho, y ante tantos lesionados en el plantel, Luciano Vella decidió dar una mano y jugar infiltrado, como ya lo hizo ante Lanús y San Lorenzo.
Fuente: diario La Capital – Foto: Hugo Ferreyra