La plantación de organismos genéticamente modificados (OGM’s) está poniendo en riesgo la producción y comercialización de miel en México.
ADITAL · por Natasha Pitts
La plantación de organismos genéticamente modificados (OGM’s) está poniendo en riesgo la producción y comercialización de miel en México.
Hace pocos días, Alemania, principal compradora de la miel producida en el estado de Yucatán – solicitó la realización de testes de laboratorio para asegurar la ausencia de OGM’s en el producto. Lo anterior sucedió porque el Gobierno Federal autorizó a la empresa Monsanto a sembrar 30 mil hectáreas de soja transgénica en Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
La postura de la Unión Europea fue de rechazar la miel de Campeche. Después de la solicitud de análisis de laboratorio por parte de la Corte de la Unión Europea para probar la presencia de transgénicos, cerca de 40 toneladas del producto fueron rechazadas, aun antes que las pruebas hayan revelado los resultados.
México ocupa el tercer lugar en las exportaciones de miel a nivel mundial. En el Estado de Yucatán, 16 mil apicultores son responsables por el 40% de la producción de miel a nivel nacional. Ante esta situación, el país corre el riesgo de que los mercados se cierren.
Para evitar efectos más graves sobre la producción y la economía local, empresarios, apicultores, ambientalistas e investigadores están demandando del gobierno federal, que la siembra de organismos transgénicos sea prohibida inmediatamente, pues caso esto no se concrete, los productores corren el serio riesgo de sufrir perjuicios incalculables, además de perder definitivamente sus compradores.
En apoyo a los apicultores, Aleira Lara, coordinadora de la campaña de Agricultura Sostenible y Transgénicos de Greenpeace México, reforzó la petición de prohibición de cultivo de cualquier especie de OGM no solo en el estado, sino en todo el país.
"Los cultivos transgénicos no producen más que los cultivos convencionales, no pueden hacer frente a los extremos del clima, no acabarán con el hambre en el mundo y sí están generando nuevos problemas para los agricultores, razones de sobra para decir no a la siembra de transgénicos en el país”, señaló.
El pasado mes, productores del sudeste de México, se reunieron en San Cristóbal de las Casas, para presionar al Gobierno Federal antes que suceda ‘una catástrofe para miles de pequeños apicultores’. Durante la reunión, los productores expusieron que la Corte Europea exige que la miel contaminada sea etiquetada con la identificación ‘esta miel contiene polen de residuos transgénicos’. Pero, al ver esta información los consumidores no comprarán la miel. Es necesario tomar medidas con urgencia, pues 85% de la miel producida en México es vendida en Europa.
Los productores se están movilizando para hacer frente al problema y ya enviaron una carta de protesta al secretario de agricultura. También están buscando el apoyo de universidades, especialistas y movimientos ambientalistas como Sin Maíz no hay País, con la intención de fortalecer la lucha contra los transgénicos.
Espacio para el cultivo de OGMs creció más del doble
El año pasado, la transnacional Monsanto recibió autorización para cultivar 10 mil ha de OGMs. Este año, el espacio mas que se duplicó, serán 30 mil hectáreas sembradas con soja transgénica en Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud), juzga necesario que el Gobierno Federal revise sus políticas públicas, pues, si por un lado incentiva las exportaciones, por el otro, autoriza la ejecución de acciones que perjudican las exportaciones, como la siembra de transgénicos.
Traducción: Ricardo Zúniga