Fue apartado de su cargo de secretario general, del que ya estaba suspendido desde hace un par de meses. Al sindicalista lo acusan por maniobras extorsivas a empresarios y a dirigentes obrerosDaniel Santillán es uno de los sindicalistas históricos de la región que conformó, durante la década del 90, aquella combativa CGT San Lorenzo que intentaba ponerle el pecho al cierre de decenas de grandes y medianas industrias que comenzó a sucederse en la región, generando la expulsión de miles de obreros de sus puestos de trabajo. Alcanzó la secretaría general del Sindicato Único de Trabajadores Químicos y Petroquímicos (Sutraqyp) y desde allí tejió alianzas con otros dirigentes para crear una nueva Federación Sindical que pudiera “enfrentar” a la existente (FATIQyP), por entonces a cargo de Humberto Reynoso (hoy en manos de su hijo, Fabián), y que finalmente concretó (FESTIQyPRA), en la que quedó como líder.
Sin embargo, en los últimos tiempos cayó en desgracia, primero por perder el poder de administración de la obra social y luego por denunciados “aprietes” llevados a cabo a diferentes empresarios y hasta a algunas mismos integrantes de la comisión directiva gremial, de acuerdo a lo que analizó el comité central y por el que, en marzo pasado, quedó momentáneamente suspendido de ese cargo.
La mayoría reclamó su renuncia indeclinable “por conducta antisindical, desleal y nefasta”. Ante ello, Santillán se resistió y entonces el secretariado avanzó con su suspensión.
Cabe recordar que poco antes de ello comenzaron a circular algunos audios de WhatsApp donde se lo escuchaba a Santillán dialogando con empresarios a los que les proponía “sacarse” de encima a algunos delgados gremiales que no comulgaban con él, tal como lo que sucedió en la firma de Puerto San Martín, Grupo Pelco.
Esta semana, un Congreso Extraordinario del gremio que se efectuó en Salta (anteayer) resolvió su apartamiento definitivo.
Entre otras cosas se le recuerda a Santillán cuando, en pleno conflicto por el cierre de Ar Zinc, y con todos sus ex operarios en la calle montando una carpa en los portones fabriles reclamando su reinserción laboral, se ausentó por un plazo mayor a un mes.
¿Dónde está Santillán? Era la pegunta que todos se hacía. Hasta los mismos dirigentes de la CGT San Lorenzo que acompañó esa lucha y que, a falta del líder del sindicato local, debieron hacerse cargo del conflicto. Poco después se reveló su paradero: había estado trabajando como barman en un crucero por los mares caribeños.