La fiesta agroindustrial en Pergamino: jornada de plena actividad en el campo. El público quedó admirado por la moderna tecnología exhibida en el campo. Gran presencia política PERGAMINO.- El público, en su mayoría masculino, las seguía con la mirada mientras ellas se mostraban en la pasarela. Los más osados las esperaban al final para tocarlas. Y no pocos las fotografiaban, por todos los lados posibles.
Las cosechadoras trabajaron a pleno en La Magdalena, ante la atenta mirada de los productores. |
Los organizadores estimaron que cerca de 2000 personas salieron ayer al campo (120 hectáreas destinadas a esta exhibición) para comprobar el trabajo de tractores, cosechadoras, tolvas y pulverizadores.
Ya desde el comienzo, las expresiones del locutor refrescan la idea del desfile. «Acá viene el modelo de Mainero, con un amarillo impecable», dice, y todos se dan vuelta para apreciar el paso de la tolva. «Observen esta elegante unidad que nos trae la gente de Firmat», dirá cuando se acerque una cosechadora Don Roque. Poco le falta para el clásico «moviendo las cabezas» de Roberto Giordano. «¡Cómo se mueven esos cabezales!», es su frase.
En las próximas tres horas, las máquinas harán demostraciones de cosecha de maíz y de soja, de pulverización, de henificación y de extracción y embolsado de granos. «Vengo a ver cómo evolucionan todas estas herramientas», dice David Sills, un productor agropecuario de Duggan, cerca de San Antonio de Areco.
Por seguridad, la gente se ubica detrás de una soga. Pero no bien pasa la cosechadora de maíz, todos avanzan un metro. Varios se agachan a tocar el suelo. «Miramos lo que queda en el rastrojo; si el marlo [el corazón de la mazorca] está desgranado, o si hay pérdida de granos», explica Arnaldo Larranda, productor de la localidad pampeana de Lonquimay.
De pronto, la metáfora de las modelos ya no es tan metáfora. Sobre una cosechadora viaja una promotora de Don Roque. Un grupo de jóvenes grita: «¡Qué máquina!», y no pareciera ser la pasión fierrera la fuente de tanto entusiasmo.
La muestra dinámica tuvo que debutar un día después que el resto de Expochacra, porque la alta humedad en el suelo obligó a cancelar la exhibición prevista para anteayer.
Entusiasmo
«Uno acá puede ver la demostración de las distintas máquinas y comparar cómo trabajan», señala Ricardo Garzarón, productor de Bragado, mientras observa la descarga de las cosechadoras en las tolvas.
Dijo Agustín Braun, responsable técnico de campo de Expochacra: «La dinámica convoca a la gente, que es fierrera de alma, y a las empresas que quieren mostrar sus productos en movimiento».
Damián Auzunbud está parado unos pasos detrás de la fila de gente que observa las pulverizadoras en acción. Quiere escuchar los comentarios sin que lo vean. Es el gerente comercial de Dandy, la empresa que fabricó la unidad que acaba de pasar. Está contento: hasta ahora escuchó sólo elogios. «Lo importante es que la gente pueda apreciar el producto en funcionamiento. Cuando llegan al stand, tienen dudas, pero cuando vienen acá, pueden ver cómo funciona», dice.
Las pulverizadoras, máquinas que despliegan alas de hasta 30 metros, son manejadas por personal de las propias empresas. Eso sí: el personal que se anima. «Algunos no quieren venir porque les da vergüenza por la cantidad de gente que está mirándolos», dice Auzunbund.
Las exhibiciones se suceden: rastrillos, enrolladoras de fardos, extracción y embolsado de granos, y un camión distribuidor de biodiésel de YPF que lleva a Eber Ludueña (el personaje del ex futbolista creado por el cómico Luis Rubio) para regalar pelotas.
Pero, como en todo buen desfile, la vedette queda para el final: la cosecha de soja. Ignacio Méndez, estudiante de agronomía de la UBA, extiende la palma de la mano sobre el suelo y comprueba en esa superficie si la cosechadora deja desperdicios. «Venimos para aprender sobre el tema y ver las últimas novedades», cuenta.
Gran presencia política en Expochacra
Si hasta el vicepresidente de la Nación, Daniel Scioli, con saco azul y camisa a rayas, decidió subirse a una inmensa Mainero 2000, con un cabezal de cosecha de 10 surcos. Colocó la vista al frente y avanzó sin dudar sobre un maizal acompañado por el senador socialista por Santa Fe Rubén Giustiniani, que tampoco quiso perderse la experiencia. «Hay una toma de conciencia de lo que significa el sector que no bajó los brazos pese a las inclemencias de los tiempo económicos; esta muestra es un aporte en la incorporación de conocimiento para obtener mayores rendimientos en las cosechas», opinó Scioli mientras recorría esta exposición que mantendrá las puertas abiertas hasta mañana a las 18.
El vicepresidente llegó a la muestra, levantada en el kilómetro 95 de la ruta 188, entre Rojas y Pergamino, por la mañana, y recorrió más de una hora y media hora los stands que cubren una superficie de 35 hectáreas del establecimiento La Magdalena.
«El desafío es lograr un crecimiento sostenido a largo plazo con la incorporación de conocimiento que ayude a mejorar las exportaciones y la reindustrialización del país», dijo el vicepresidente, que también estuvo secundado por el senador por San Juan Roberto Basualdo (Alianza Producción y Trabajo).
«Hay que dejar atrás las falsas antinomias entre el campo y la industria», expresó Scioli antes de subirse a la cosechadora Don Roque RV 280, uno de los últimos lanzamientos de la industria metalmecánica relacionada con el campo. El vicepresidente aprovechó su visita a Expochacra también para firmar un convenio de cooperación y capacitación con la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Anoche, en uno de lo momentos más relevantes de esta muestra del agro, se realizó una comida con los expositores, de la que participaron, entre otros, el gobernador bonaerense, Felipe Solá; el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota; los subsecretarios de Agricultura, Javier de Urquiza y Fernando Nebia; el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luciano Miguens; el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez; el presidente de SA LA NACION, Julio Saguier, y el presidente de Expochacra 2006 y subdirector de LA NACION, José Claudio Escribano (como se informa por separado), entre otros.
En declaraciones a LA NACION, Héctor Méndez destacó «que era sorprendente ver la calidad de los productos que se exhiben en la muestra» y agregó que «el campo y la industria van de la mano».
«El campo, con tanta calidad como la que se ve, necesita de la industria», dijo Méndez, y destacó la magnitud de la muestra dinámica.
«La Argentina, con expresiones como la de esta muestra, todo lo que tiene para adelante será para mejor», finalizó Méndez.
El eximio y muy ocurrente payador uruguayo (de Canelones, cabe añadir) José Curbelo fue un deleite para todos los asistentes.
Los representantes del Gobierno y de diversas fuerzas políticas asistieron a la exposición y tomaron contacto con los productores, técnicos y empresarios que colmaron las instalaciones.
El canciller, Jorge Taiana, se mostró muy interesado en recorrer cada rincón de la exposición. Las tribulaciones por las papeleras quedaron sólo por algunas horas fuera de su agenda. «Queremos compartir con la gente del campo esta experiencia tan importante que significa la muestra y acercarnos a ofrecer la colaboración de Cancillería para facilitar las tareas relacionadas con el comercio exterior», señaló el canciller, al tiempo que agregó: «Vinimos a ver los stands de maquinaria y de empresas con desarrollos biotecnológicos con una política de puertas abiertas y de servicio».
Cultivos
En tanto, el ministro de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires, Raúl Rivara, señaló que en su recorrida lo había sorprendido «la gran cantidad de cultivos» que se exhiben en la exposición, y agregó: «Las retenciones, infelizmente, no son coparticipables».
También estuvieron en Expochacra el ex canciller y actual presidente de la Fundación Carolina en la Argentina, Adalberto Rodríguez Giavarini, entre otras personalidades de la vida pública.
Fuente: diario La Nación – Oliver Galak – Foto: Fernanda Corbani y Franco Varise