Se llama Trinidad Ortiz, tiene 27 años y es médica residente del hospital de Elda (Alicante, España). Por estas horas visita Rosario, conmovida por la situación social Argentina y en particular por la de la ciudad. Viene en nombre de sus colegas y trae ayuda. Organizó una colecta entre sus compañeros y logró reunir 30 mil pesos. Con ese dinero compró insumos y medicamentos que comenzó a repartir en los hospitales Heca y Vilela y en el Hogar del Huérfano. Gracias. Los médicos juntaron el dinero en sólo una semana y Trinidad se pagó el pasaje a Rosario donde estará más de siete días.
«La situación de lo poco que vi me sorprendió», sostuvo al referirse a las instalaciones del Vilela. La reacción no fue precisamente grata, sino todo lo contrario.
Es la primera vez que viene a la Argentina y por lo que «había oído» pensaba que el país contaría con mejor equipamiento que el que observó. «Me imagino, de todos modos, que esto se ha agravado en los últimos meses», aclaró.
La visitante extranjera trajo el dinero recolectado y se dispuso a comprar insumos básicos «que lleguen directamente al paciente y mejoren su calidad asistencial».
Según dijo, Trinidad siempre quiso brindar ayuda a quienes lo necesitan y quizás «esto llegó antes de tiempo por la situación que está viviendo Argentina». Así, adelantó «un proyecto» que quería cumplir.
En rigor, la joven médica se enteró de los acontecimientos nacionales a través de un informador directo: un colega rosarino que trabaja con ella en la localidad de Elda, Miguel Angel López quien, no obstante, no pudo acompañarla hasta aquí. En cambio, sus padres la hospedan y le allanan el camino a la hora de buscar y adquirir insumos hospitalarios en una ciudad que jamás vio antes. «Me siento bien, aunque no pude ponerme a reflexionar; estoy de un lado para el otro sin parar», indicó.
La idea de la donación surgió hace un mes y una vez que con su compañero rosarino consiguió el dinero, pidió vacaciones adelantadas. Los aportes provinieron de varias regiones de la provincia de Alicante.
Trinidad recorría ayer por la mañana el Hospital de Niños Víctor J. Vilela cuando un grupo de mujeres la llamaron desde la ropería. «Nos gustaría que también trajeras sábanas. Mirá, a éstas las estamos cortando para tener más», dijeron a la vez que continuaban su trabajo y abrazaban a la inesperada visitante.
Las donaciones seguirán hoy. Artículos como pañales, leche, fundas de colchones y tensiómetros, son algunos de los elementos adquiridos. Pero esto no quedará aquí. Están previstas nuevas entregas y más visitas de los médicos españoles que se solidarizaron con Rosario.
En otro orden, todavía no hay novedades en torno a la llegada a Rosario de los 280 kilos de antibióticos y material descartable donados por la región italiana de Parma. De todos modos, desde el Consulado General de Italia se remitió en tiempo y forma la guía de embarque del cargamento, es decir la documentación indispensable para retirar los containers que además sirve para identificar a los destinatarios de cualquier envío.