Matías Cadaveira, psicólogo graduado de la Universidad de Buenos Aires y con certificación internacional en diagnóstico de autismo, cuenta con más de 20 años de experiencia con niños, adolescentes y adultos con condiciones del espectro autista. En esta entrevista, exploramos junto a él las diversas formas en que las personas neurodivergentes perciben y procesan el mundo, y así ampliar nuestra mirada sobre la neurodiversidad.
Al abordar el concepto de discapacidad, Matías señala que experimentó una extraña evolución a lo largo de la historia. “Hace menos de 100 años, ser paciente de salud mental era una de las cosas más atroces”, comenta. Con el tiempo, a lo largo del siglo XX, se comenzó a tratar desde un enfoque más asistencialista, con tratamientos más individualizados y la intervención del Estado, que por primera vez, creó las escuelas especiales. “En la actualidad, la discapacidad no está en la mente o en el cuerpo de las personas, sino en los obstáculos y barreras de los entornos. Por lo tanto, nuestra tarea y especialmente la de las políticas públicas y las instituciones, es visibilizar y descubrir estos obstáculos y barreras para poder diseñar aquellos apoyos que cada persona precisa, de acuerdo a sus fortalezas y desafíos”, resalta el profesional.
También agrega: “Si alguien tiene que estar por encima del resto, es la persona con discapacidad. Y nosotros, ese resto, estamos justamente para identificar esos obstáculos y barreras de los entornos, diseñar y brindar apoyo”.
No basta con saber que estoy siendo “incluido”. Necesito sentir que estoy incluido, que soy bienvenido, que pertenezco.
¿Qué es la neurodiversidad y por qué necesitamos entenderla?
Para responder a esta pregunta, Matías explica que la neurodiversidad incluye a todas las personas, tanto a aquellas neurotípicas (sin discapacidad, trastornos o diferencias en su desarrollo) como a las neurodivergentes, que pueden tener condiciones o dificultades específicas de aprendizaje como dislexia o discalculia. “Este paradigma nos incluye a todos los seres humanos del mundo, no deja a nadie fuera. Dentro de la neurodiversidad, existen neurotipos distintos”, aclara.
“En la época del surgimiento de las escuelas, los docentes enseñaban a todos por igual, y aquellos estudiantes que no se ajustaban a ese método -ya sea porque no comprendían, se movían demasiado o no seguían órdenes como quedate quieto, sentate bien o prestá atención- solían ser excluidos. Con el tiempo, se habilitaron las escuelas especiales para incluirlos o integrarlos”, nos cuenta.
Este paradigma nos incluye a todos los seres humanos del mundo, no deja a nadie fuera. Dentro de la neurodiversidad, existen neurotipos distintos.
“Dentro de estos neurotipos, encontramos a quienes no podían permanecer quietos, que suelen ser personas con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad). Necesitan moverse para poder concentrarse y aprender, lo que hoy comprendemos como un estilo kinestésico del aprendizaje. Si se las obliga a estar quietas, su atención se dispara. Por eso, en lugar de hablar de déficit de atención, hoy se entiende que la atención es fluida y puede cambiar entre un hiperfoco (mucha concentración específica, en intereses puntuales) y el hipofoco (la falta de motivación dificulta el interés y el aprendizaje). Todas las personas podemos sentirnos identificadas con esta concepción de la atención fluida”, añade Matías.
En cuanto al ámbito educativo, el Lic. en Psicología afirma: “En Argentina, el Consejo Federal de Educación emitió la resolución 311/16 en el año 2016, la cual expresa que cada padre y/o madre tiene derecho de elegir la escuela para sus hijos. Cada institución educativa está obligada a no discriminar por motivos de discapacidad y poner a disposición una planilla de inscripción para manifestar si el estudiante tiene o no una discapacidad. Ocurre que hay una imposibilidad importante para conseguir una vacante tanto en escuelas comunes como especiales. Esta ley promueve que haya modificaciones en ambas escuelas: que las docentes de escuelas especiales se desempeñen en escuelas comunes y, por otro lado, propone la creación de aulas especiales en las escuelas comunes, facilitando que profesionales como fonoaudiólogos trabajen directamente en la escuela cuando los estudiantes lo requieran”.
Los niños autistas hoy, serán adultos autistas mañana.
¿Hay o no presunción de competencia?
En la entrevista, Matías aborda el concepto de “presunción de competencia” destacando su importancia en el enfoque hacia las personas con discapacidad.
“La presunción de competencia significa no dar por sentado que, si la persona tiene autismo o una discapacidad cognitiva, no será capaz de realizar determinadas cosas. Se trata de partir de la idea de que la persona puede hacer lo que quiera, siempre y cuando entendamos que tiene un perfil de aprendizaje distinto, un neurotipo diferente, y que quizás necesite ciertos apoyos. Pero lo esencial es entender que siempre el otro va a poder y, si no puede, nos lo hará saber. Para eso tenemos que estar capacitados, para diseñar y proveer o brindar estos apoyos”, explica Matías.
El cambio está en la mirada
Matías Cadaveira destaca la importancia de estar actualizados y capacitarnos continuamente. Nos explica que la mejor formación que uno puede tener, ya sea en inclusión laboral, convivencia, educación inclusiva o apoyos en general, no depende únicamente de la empatía, que es gratuita y no cuesta nada, sino también de nuestro compromiso por actualizarnos y entender que, en cualquier momento, una persona autista podría ser nuestro hijo, o cualquiera de nosotros podría tener una discapacidad ya sea por un accidente, o a medida que vamos envejeciendo perdamos la memoria o alguna funcionalidad de un órgano de nuestro cuerpo.
La empatía más fácil tiene que ver con eso, y el trabajo puntual es la empatía cognitiva. Aunque no tengamos una sensibilidad extrema, se puede desarrollar desde el conocimiento y el entendimiento. Si tenemos claro el marco de derechos, no es tan difícil, porque al defender los derechos de los demás, también estamos abogando por los nuestros.
Hablemos de neurodiversidad, autismo e inclusión | Vida y Salud.
Nota original: vidaysalud.com