La locomotora La Porteña hizo el trayecto conducida por un convoy entre la estación del Parque (Hoy Plaza Lavalle) y el barrio de Floresta.
Luego de la caída de Rosas en la batalla de Caseros y en un contexto donde los conflictos entre Buenos Aires y las provincias confederadas eran moneda corriente, el entonces gobernador Pastor Obligado encaró una serie de reformas en Buenos Aires a partir de los ingresos de la aduana. Se fundaron escuelas y se comenzaron obras de tendido de red de agua potable y alumbrado público. Los antiguos fuertes se irían convirtiendo en poblados que más tarde llegaron a ser grandes ciudades bonaerenses.
Buenos Aires empezaba a convertirse en una ciudad cosmopolita, en la cual en el año 1855 tuvo lugar la primera transmisión telegráfica.
La historia de La Porteña
El 9 de enero de 1854 la Comisión de Hacienda de la Legislatura presentó un proyecto de gran novedad en el campo del transporte: construir un ferrocarril para comunicar Buenos Aires con los poblados del Oeste. Personalidades como Juan Bautista Alberdi y Faustino Domingo Sarmiento apoyaron la iniciativa.
Días más tarde el gobernador Obligado otorgó a la Sociedad Caminos de Hierro de Buenos Aires al Oeste la concesión para realizar la obra. En tanto, la Legislatura aprobó la donación de los terrenos públicos necesarios para el tendido de las vías, y la construcción de las estaciones.
El 25 de diciembre de 1856 arribaba al puerto de Buenos Aires la primera locomotora destinada al flamante ferrocarril. La bautizaron la «Porteña». Los vagones de pasajeros eran cuatro coches lujosos y de madera. Tenían cuatro ejes y estaban iluminados con lámparas de aceite. Albergaban a treinta pasajeros cada uno.
La primera estación ferroviaria argentina se denominaba «Parque», y estaba ubicada donde hoy funciona el Teatro Colón (Tucumán y Cerrito). El tendido de las vías cruzaba la actual plaza Lavalle, y proseguía hacia el Oeste, atravesaba Callao, y tomaba la diagonal Enrique Santos Discépolo (entonces Rauch), doblaba hacia el Oeste por Av. Corrientes hasta llegar a Av. Pueyrredón; donde giraba hacia el Sur, para llegar a la actual estación de Once; desde allí continuaba el trayecto del actual Ferrocarril Sarmiento, hasta arribar al entonces pueblo de Floresta, al Oeste de la actual ciudad de Buenos Aires; donde quedaba la estación terminal del recorrido. Era un trayecto de más de trece kilómetros de vías férreas.
El primer viaje
Finalmente el viaje inaugural se llevó a cabo el 29 de agosto de 1857, partió de la estación Parque y contó con la presencia de personalidades del momento como Valentín Alsina, Domingo Faustino Sarmiento, Bartolomé Mitre, Dalmacio Vélez Sársfield, y Estanislao del Campo, entre otros. El viaje se realizó sin inconvenientes y al llegar a la estación terminal fue recibido por una multitud emocionada. Al día siguiente, comenzó el servicio para el público general.
Ese fue entonces el primer paso de un medio de transporte económico y rápido que unió muchas localidades a lo largo del país y que tan fructífero fue durante muchas generaciones. La Porteña permaneció en actividad hasta agosto de 1889. En la actualidad se la exhibe en el Museo Provincial de Transportes que forma parte del Complejo Museográfico Provincial “Enrique Udaondo” de la ciudad de Luján, junto con uno de los vagones de madera.
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