El Gobierno brasileño eliminó una brecha legal que durante más de diez años permitió a muchas empresas foráneas comprar millones de hectáreas
El Gobierno brasileño aprobó una reinterpretación de la ley que limita la compra de tierras por extranjeros, eliminando una brecha que durante más de diez años permitió a muchas empresas foráneas comprar millones de hectáreas en el país sudamericano, informó este martes el abogado del Estado, Luis Adams.
La reinterpretación de la ley fue hecha por la Defensoría del Estado, a petición del Gobierno, preocupado con la avalancha de compras de tierras agrícolas en Brasil por parte de extranjeros, y que ya fue aprobada por el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, indicó Adams.
El Gobierno decidió que empresas controladas por extranjeros tendrán que atenerse a la ley de 1971 que limitaba a un máximo de 5.000 hectáreas (entre 250 y 5.000 hectáreas, según las zonas del país) las tierras rurales que un extranjero podía adquirir en Brasil.
Actualmente, prevalecía una interpretación aprobada en 1994 durante el anterior gobierno socialdemócrata, que consideraba nacionales todas las empresas constituidas bajo la ley brasileña, es decir, con sede en Brasil, incluso las controladas por extranjeros.
El abogado del Estado afirmó que la normativa anterior era fruto de una visión de los años 90 de eliminar toda barrera a la inversión, y defendió, en cambio, una "limitación al dominio del capital extranjero", garantizando "mayor presencia nacional en el control de sectores estratégicos, como el rural y el agronegocio".
La Defensoría del Estado justificó las restricciones evocando "aspectos como la valorización de las commodities agrícolas (materias primas agropecuarias) y la crisis mundial de alimentos".
La nueva interpretación legal ya está vigente, porque fue aprobada por el presidente, pero no será retroactiva, garantizó Adams.
"Creo que es una medida con argumentos típicamente nacionalistas", que tendrá un impacto en la inversión, estimó en declaraciones a AFP el director del Instituto ICONE de Estudios del Comercio y Negociaciones Internacionales, André Nassar.
Recordó que Brasil, un país con gran disponibilidad de tierras agrícolas y que se convirtió en gran exportador de materias primas, vivió en los últimos años un ‘boom’ de inversión extranjera en este sector, concentrada en algunos grandes rubros industriales como soja, celulosa y caña de azúcar, que requieren de grandes superficies.
Otro factor de influencia son los fondos de inversión que compran tierras.
El presidente Lula se queja desde hace años de la masiva compra de tierras por extranjeros y su gobierno tramita varias medidas para limitarla.
Brasil lidera las exportaciones mundiales de azúcar, etanol -combustible de caña de azúcar-, café, jugo de naranja y carnes bovina y de pollo. También es el segundo exportador de soja en grano, detrás de Estados Unidos.
Según AFP, no existen datos oficiales sobre las tierras en poder de extranjeros en Brasil.
Pero se estima que, entre 2002 y 2008, casi un tercio de la Inversión Extranjera Directa (u$s47.000 millones) en el país fue a actividades vinculadas al campo, según un estudio del Banco Central divulgado meses atrás por el diario Valor.
Fuente: IPROFESIONAL.com