La crisis administrativa del hospital ha cobrado una víctima. Los familiares realizaron una denuncia penal por “abandono de persona y homicidio culposo”
Se intenta lograr la conducción política del Samco a toda costa y los negocios asoman en el horizonte de la salud pública.
Por Daniel Quevedo
Se siguen sucediendo hechos irregulares en el ámbito del Hospital Granaderos a Caballo de San Lorenzo. La destitución del Dr. Pablo Rinaldi, propio de un golpe palaciego, ha sido sostenida por la Resolución 006 del Ministerio de Salud de Santa Fe. La misma de fecha 20 de diciembre 2007, admite incorporar al Consejo de Administración del Samco, a la nueva representación de la municipalidad local en las figuras de Walter Gustavo Cardillo y Mariano Omar “Caliza” (en realidad la resolución ministerial tiene un error porque el apellido es Calzia).
En el art. 2do. de la resolución se acepta la propuesta formulada para desempeñar la función de Presidente del Samco de Walter Gustavo Cardillo y en el art. 3 le establece un plazo máximo de 30 días para que las entidades integrantes del Consejo de Administración en asamblea extraordinaria convocada al efecto, procedan a ratificar lo actuado en los artículos precedentes.
Cabe aclarar que, quien propone a Walter Gustavo Cardillo, representante del municipio de San Lorenzo, son la Dra. María Luisa Petruzzi Médica Directora, el secretario y representante del Rotary Club de San Lorenzo, Jaime Espinosa Cerpa y la tesorera Dorita Gaitán, quien representa al Club El Progreso.
Al cierre de esta edición no se tenía conocimiento de una convocatoria de asamblea extraordinaria, con el inconveniente de que el actual Presidente del Samco ante la solicitud de esta resolución por parte de Síntesis interrogó para qué la queríamos y qué uso le íbamos a dar. Luego que este medio invocara por nota escrita la Ley de Información Pública, con evidente malestar, accedió a entregar copia de la misma.
Las primeras víctimas
No sólo se ha dejado de lado la ley 6312 sino que este golpe palaciego y toma por asalto de la salud pública por parte de los dueños del negocio de la salud de San Lorenzo, ha comenzado a tener efectos.
El último domingo, Zulema Maese, vecina del B Fonavi 1 de Julio, se sintió descompuesta. Acompañada de su hijo Marcelo bajo las escaleras desde el 3er piso y en remis se llegó al Hospital Granaderos a Caballo. Su salud se complicaba cada vez más. Ya no era un simple malestar. Cuando el médico de guardia estaba por atenderla, el personal administrativo le señaló que Zulema era afiliada al Pami, por lo que no debería ser atendida. El facultativo no tuvo otra alternativa que comunicarle que no la podía atender porque tenía obra social y debía ir al Instituto Médico Regional. Ni el evidente malestar que se agravaba minuto a minuto ni la desesperación de su hijo pudo con la “obediencia debida” del médico y Zulema fue a dar a la vereda en silla de ruedas.
A la solicitud de llevarla en ambulancia al sanatorio privado ya que la misma se encontraba en el lugar, la respuesta fue negativa. Mientras esperaba un remis en la vereda del hospital, Zulema empeoraba, su presión era cada vez más baja, apenas 9-4. Desde las 9.30 hs., en que comenzó a sentirse mal, hasta las 10.15 hs. en que llegó al sanatorio, Zulema sabía que se le iba le vida. El médico del I.M.R apenas la revisó supo que el cuadro era grave. Le pidió a su hijo Marcelo que lo ayudara a subirla a la camilla y cuando ambos acostaban a Zulema, esta abrió grande sus ojos claros y le dijo a Marcelo: “Hijo, me muero…”.
De nada sirvieron las tareas de resucitación que intentó el médico. Zulema había muerto en manos de la burocracia, la ineficiencia y la inhumanidad.
De nada sirvió el pedido de disculpas que ofreció la Directora del Hospital a los hijos de Zulema. Tampoco le devolverá la vida el juicio por abandono de persona y homicidio culposo que han iniciado sus familiares, pero por lo menos servirá para que un caso como este no se repita. Y lo más grave es que Zulema es la víctima de una política que, desde el municipio y con el guiño del gobierno provincial, se ha implementado desde el 11 de diciembre pasado en el hospital local.
Y habrá desgraciadamente más víctimas. Hace 6 meses Síntesis denunciaba que la salud pública corría peligro, en manos de aquellos amos y señores de la medicina privada. Y no se equivocaba. El vaciamiento del hospital ha comenzado. Desde el 15 de febrero próximo el servicio de salud laboral que prestaba el nosocomio local será transferido a una empresa privada: Semela.
La anterior administración recaudaba por este servicio el 30% del presupuesto mensual del Hospital local. En pesos son alrededor de 25 mil, que no ingresarán en las arcas del Samco.
Volver al futuro
No será muy distinto el destino del Hospital Granaderos a Caballo del que sufrió la Clínica Moreno, hace poco tiempo atrás. Tampoco la suerte de los trabajadores del hospital al infierno que viven los trabajadores de Clínica San Lorenzo.
Los amos y señores de la medicina privada han decidido quedarse con todo. En este caso un desocupado y peronista, como Walter Gustavo Cardillo quizás pasará a la historia como uno de los responsables inconscientes de un posible vaciamiento del hospital público de San Lorenzo. Mientras que el poder político del Frente Cívico, apenas se termine con el trabajo sucio, olvidarán el nombre de uno de los representantes de la llamada pata peronista y ellos quedarán impunes una vez más y regresarán a la sociedad a gozar de su status y privilegios históricos.
Fuente: Periódico Síntesis Nro 797