¿Dejó de ser una mera impresión para ser una tendencia permanente? Lo mejor que le podría pasar a Central y su gente sería que la respuesta fuera «no», que el tobogán por el que entró desde hace varias fechas se tratara sólo de una mala racha, que va a salir y volverán pronto las sonrisas. ¿Dejó de ser una mera impresión para ser una tendencia permanente? Lo mejor que le podría pasar a Central y su gente sería que la respuesta fuera «no», que el tobogán por el que entró desde hace varias fechas se tratara sólo de una mala racha, que va a salir y volverán pronto las sonrisas. Sin embargo, hoy hay que decir que no existen muchos indicios de que eso ocurra. Es más, el equipo auriazul parece en el límite de su capacidad productiva, más allá de que pudo vencer al inexpresivo Colón.
Central ya no es lo que era. Ayer no pudo con Colón. |
Antes: explosión, aceleración, toque para aquí, toque para allá. Central hacía del manejo de pelota un culto, se defendía con ella y sorprendía. Se podía decir que hasta sacaba un plus en la respuesta aeróbica. Además, la gente iba a pagar entrada para verlo a Vitti y al equipo. Y el motor era sin dudas un mediocampo asentado.
Ahora: reiteración, falta de sorpresa por los laterales, buen manejo pero a intervalos importantes, excesivo retraso de Vitti que no hace pesar su indudable técnica y, sobre todo, una zona de gestación que no es ni por asomo la que era, por los cambios de nombres y el pronunciado bajón de varios.
La ilusión de los primeros minutos, con dos claras situaciones en los pies del insistente Villa, fue sólo eso: una ilusión. Central arrancó como en los mejores tiempos y terminó como en los que corren. Eso sí, como a su actualidad bien le cabe aquello de que «la lucha es de igual contra uno mismo», no deja de buscar sus propios límites y por eso, ante la increíble pasividad de un rival que estaba aún más obligado, se puso al borde de la victoria casi por decantación.
Claro que desde aquellos intentos madrugadores de Villa hasta los últimos del propio delantero pasó mucho tiempo, más de una hora, donde Colón hizo gala de su toque intrascendente. Y no fue casualidad que volvieran cuando Píccoli dejó su lateral derecho por lesión. Hasta allí el experimentado jugador sabalero, aún en un puesto que no le sienta bien, no sólo había clausurado su sector sino que se animó a sacar de la modorra a un equipo que dependía de ese talento inconstante y poco productivo de Giovanni Hernández, y que sólo resultó un cúmulo de insinuaciones.
Cuando Píccoli se fue se abrieron algunos claros que aprovechó Rivarola y así el conjunto de Zof y Cuffaro arrimó algo en un lapso de ocho minutos, donde inclusive armó la mejor jugada colectiva entre Vitti, el prometedor Calgaro, Alemanno y Villa, ¿quién si no?, que no pudo definir casi sin ángulo.
Pero hasta ahí llego su amor y, precisamente, el dato que Villa fue el único canalla que inquietó pocas veces a Tombolini resultó esclarecedor de lo poco que hizo Central por la victoria, pese a que estuvo más cerca de ella que Colón en 90 minutos de abulia.
El último tramo del Clausura encuentra a Central desgajándose. El título ya es una quimera pero no así las copas. Entender que el objetivo ha cambiado debe ser el sostén para, en definitiva, cerrar con un «muy bien» una temporada que pintaba para excelente.
Gustavo Conti
Cinco sin ganar
Pasaron 5 partidos sin victorias para Central. La última fue aquella trabajosa ante Gimnasia. Después llegó esta racha: Independiente (0-2), Vélez (1-1), Racing (0-2), Huracán (2-2) y Colón (0-0).
Las copas: a una sí, a otra aún no
La ocasión era inmejorable. Si hubiese ganado, Central se hubiera escapado dos puntos de Racing y metido de nuevo en el repechaje de la Copa Libertadores, pero no pudo ser y la diferencia de gol sigue favoreciendo al conjunto de Guillermo Rivarola (+9 contra +6).
Eso sí: si Boca, River o Banfield ganan la actual edición de la Copa, Racing entraría derecho y Central iría al repechaje. Esa posibilidad tampoco hay que descartarla.
El resultado no lo favoreció en la perspectiva de la Libertadores pero sí en la de la Copa Sudamericana, que no tiene la jerarquía de aquella pero está creciendo. Colón es un rival directo y pudo mantenerlo a seis puntos, por lo que parece que cuando el 1º de junio se sortee este certamen habrá una bolilla auriazul.
En busca del mediocampo perdido
Otra vez Zof metió mano en la zona de gestación, aunque sin gran resultado
No se trata de probar, probar y probar, pero parece que al cuerpo técnico canalla no le queda otra. Central perdió su mediocampo y con él sus pretensiones fundadas de pelear por el título del Clausura. Ahí se definió esta cuestión que lo alejó de la lucha, más allá de que le quede un gran aliciente en tratar de asegurar un lugar en las copas sudamericanas.
La grave lesión de Hernán Encina obviamente fue importante pero antes de eso el equipo venía en declive porque ya había perdido el control de pelota que le aseguraban Andrés Díaz y Ledesma. Ellos habían juntado experiencia en el Apertura pero don Angel, que de esto sabe un montón, había dicho a comienzos de campeonato que ahora los quería ver, a ellos y a todo el equipo, cómo respondían ante la responsabilidad de crecer.
Y hasta Olimpo lo habían hecho muy bien, pero aunque el equipo mantuvo la punta inclusive después de Gimnasia, ya había indicios de que podía suceder lo que sucedió. Está claro que no hay que indilgarles sólo a Díaz y a Ledesma el bajón, porque Vitti hace rato que está lejos de su gran nivel que mostró hasta la 6ª fecha y otros también lo siguen. Pero en la idea de este cuerpo técnico siempre estuvo claro que el mediocampo así dispuesto, con un doble cinco o doble ocho, como se lo quiera llamar, era la clave. Y ese ahora es su talón de Aquiles.
Encina-Díaz-Ledesma-Papa era el punto neurálgico que se sabía de memoria. Pero luego de Boca cambió. Siempre con Encina y Papa por los laterales, primero fue Borzani-Monges ante Independiente y Vélez, luego fue Ledesma-Borzani ante Racing, y lo mismo que en Tres Arroyos pero con el regreso de Díaz por el lesionado Sapito. Y ayer el cuerpo técnico volvió a meter mano y modificó todo.
Insinuó con Ruggiero pero lo hizo debutar a Calgaro, puso a Andrés Díaz a su izquierda y a Alemanno a su derecha, pero las cosas tampoco mejoraron mucho, ni con el ingreso de Irace por el inamovible Papa. Parece claro entonces que la búsqueda hacia el nuevo equilibrio aún no terminó.
Calgaro dejó una buena impresión en su debut
Calgaro cumplió en su gran día. |
Diego Calgaro, el misionero de 20 años que trajo Miguel Angel Russo al club, cumplió ayer el sueño de debutar como titular en primera y realmente cumplió. Si bien mostró que está a otro ritmo cuando debió correr a los volantes sabaleros, lo cierto es que exhibió una gran ubicuidad y a la vez siempre trató de jugar la pelota con precisión y al pie, algo que logró seguido. Otro dato interesante que aportó es que jamás se escondió. Continuamente pidió la asistencia a sus compañeros, aunque a veces exageró porque estaba lejos del circuito de la jugada. No hizo ninguna acción de otro mundo pero se sacó un aprobado en su primer examen y además jugó todo el partido. Su debut oficial había sido en la 3ª fecha ante Quilmes, cuando ingresó a los 66′ por Vitti. Después, ante Vélez, el cuerpo técnico jugó toda la semana a que lo ponía en el equipo pero finalmente fue a la reserva.
Veinte partidos enteros para Papa
Papa cortó un récord de 20 partidos sin salir ni un minuto. La última vez había sido en la 13ª del Apertura, ante Huracán de Tres Arroyos, cuando fue sustituido por Pablo Sánchez.
Villa: «Cambiamos la imagen y pudimos ganar»
«El equipo cambió la imagen. En ese sentido nos vamos conformes, pero a la vez nos quedamos con un poquito de bronca porque pudimos haber ganado», afirmó el delantero de Rosario Central Emanuel Villa a la salida del vestuario.
-Tuviste varias chances y no pudiste concretarlas.
-Sí, en ese sentido uno se va con bronca porque hay veces que las tiene y otras no. Son situaciones que saben pasar en el fútbol. Por eso uno nunca tiene que bajar los brazos. Al contrario, debe seguir trabajando y mirando hacia delante.
-¿Cómo tomás el empate?
-Fuimos superiores. De hecho, las situaciones más claras las tuvimos nosotros. Si bien Colón, en algunos pasajes del partido tuvo un poco la pelota, porque ellos también la manejan bien y no vamos a quitarle mérito, creo que a lo largo del partido las mayores chances las generó Central.
-¿Se siente impotencia porque hace cinco fechas que Central no puede ganar?
-No sé si es esa la palabra. Creo que son rachas, las que suelen haber en el fútbol. Hay veces que uno crea un montón de situaciones y no las puede hacer. Y hay veces que genera una o dos y las convierte. Como la semana pasada, en Tres Arroyos. Ahí tuvimos dos y las concretamos. Después pasó todo lo contrario. Pasaron diez situaciones y no hicimos una.
-¿Coincidís con Zof cuando dijo que una parte de la prensa no valora la campaña de Central?
-Creo que antes no éramos el Manchester ni ahora somos un desastre ahora. Eramos un equipo que había arrancado bien y después sufrimos un bajón futbolístico como le puede pasar a cualquier plantel. Sabíamos que en algún momento se tenía que cortar esa racha adversa y creo que hoy (ayer) se cambió la imagen.
-¿Qué les faltó para ganar?
-Fallamos en la puntada final. Por ahí desperdicié algunas chances. Creo que la suerte tampoco nos ayudó un poquito.
Un Angel molesto en Arroyito
por Mariano Bereznicki
No es habitual ver molesto a Angel Zof como consecuencia de determinados comentarios periodísticos que se hacen en relación al equipo que dirige. Pero, para sorpresa de muchos, en medio de la conferencia de prensa exteriorizó algunos de sus pensamientos. «Por ahí no nos tratan bien. Para todo el mundo Central está haciendo una gran campaña. Pero para otros no. Acá hay mucha política. Más allá de eso, trabajamos con honestidad, pensando en el equipo y sabemos lo que estamos haciendo y dónde vamos», declaró el experimentado entrenador.
«Siempre hay una piedra en el camino. Tengo muchos años en esto y conozco de dónde viene todo esto. Pero no soy botón. Lo dejo así. Estamos trabajando para el bien de Central», agregó Zof.
En relación al partido que Central empató ante Colón sin goles, el DT dijo: «El equipo mejoró mucho y metió ritmo. No hemos tenido la fortuna pero el gol se buscó siempre».
«El equipo hizo un buen partido y pudo haber ganado ante un buen rival. Ellos tienen jugadores de jerarquía y categoría. Manejan bien la pelota. En el momento que no los presionábamos ahí aparecían. Estamos muy conforme y contentos por lo que hicieron nuestros muchachos. Para nosotros, Central hizo un gran partido. Después, qué se yo, veo que sale o se dice que Central jugó mal y otras cosas», acotó don Angel.
El técnico también hizo una proyección a futuro. «Este mismo equipo, en el otro torneo, va a andar mucho mejor. Además, se está haciendo un gran trabajo en divisiones inferiores. Están apareciendo muchos chicos. De hecho algunos ya están trabajando con nosotros. Central, en dos torneos más, se va a encontrar con un gran equipo y de jovencitos».
En relación a la performance que exhibió Central ayer, el entrenador manifestó: «Se pareció, en alguna medida, al equipo que todos estaban acostumbrado ver». E hizo una mención para Pablo Vitti. «Hoy apareció como el jugador que todos conocen. Defendió y las corrió todas».
Por último, declaró: «Siempre voy a hacer lo que tenga que hacer en el equipo en beneficio de Rosario Central. Porque a veces nos presionan. Pero acá, siempre defendemos al futbolista. Hasta yo me siento jugador, me falta ponerme los cortos y nada más».
Ferrari: «Volvimos a ser los que éramos antes»
El capitán auriazul dijo que fueron un equipo sólido
«Fuimos un equipo sólido. Nos crearon muy pocas situaciones de gol y nosotros tuvimos todo como para ganar el partido. Nos vamos tranquilos porque volvimos un poco a ser los que éramos antes». La frase pertenece nada más que al capitán canalla Paulo Ferrari, quien se mostró bastante alegre por lo que realizó Central frente a Colón ayer en el Gigante de Arroyito.
-¿Pensás que se perdieron dos puntos o se ganó uno?
-Creo que merecíamos haber convertido un gol y ganar. Porque el equipo hizo méritos para quedarse con los tres puntos. Pero más allá de eso, lo más importante es que Rosario Central respondió bastante bien dentro de la cancha.
-¿Qué es lo más te gustó esta tarde (ayer) del equipo?
-La solidez que mostramos. Volvimos a estar ordenados, a presionar. Fuimos sólidos. Generamos muchas situaciones de peligro a lo largo del partido. Sólo nos faltó el gol. Como te dije recién, la verdad es que me pone muy contento porque hoy(ayer) demostramos que mejoramos bastante.
-¿Te preocupa que no se le haya podido ganar a Colón teniendo en cuenta que ellos también quieren entrar a la sudamericana?
-Como preocuparme no porque nosotros queremos ganarles a todos los rivales. Pero por supuesto sé que ellos están detrás nuestro y luchan por lo mismo que nosotros, que es entrar a un copa. Pero seguimos manteniendo la diferencia y además tenemos a todos cerca para la Copa Libertadores también. Así que estamos tranquilos por eso lado.
-¿Qué sigue de ahora en más?
-Tenemos que tratar de seguir mejorando porque en el plantel hay muy buenos jugadores. Ahora se nos viene un partido complicado el sábado ante Banfield y tendremos que estar bien preparados para poder volvernos con el triunfo.
Rivarola, conforme
«Sin dudas es bueno hacer un partido como el de hoy (ayer) para poder llegar y encarar mucho mejor las cinco fechas que restan del torneo. Estoy conforme por lo que hicimos», declaró Germán Rivarola.
Un gesto para el Tata Martino
por Mauricio Tallone
Algunos plateístas canallas aplaudieron al entrenador de Colón en el Gigante.
Por su eterna identificación con Newell’s, se esperaba una tarde de silbidos y reprobación para Gerardo Martino. Pero nada de eso ocurrió ayer en el Gigante de Arroyito. Todo lo contrario. Esta vez el hincha de Central no gritó con su voz más hiriente y el Tata fue recibido con indiferencia cuando enfiló hacia el banco de suplentes visitante. No sólo pasó desapercibida su presencia para los plateístas canallas, sino que algunos de ellos (pocos, es cierto) completaron la inédita postal ensayando tibios aplausos cuando el Tata acomodó su humanidad entre sus colaboradores más cercanos. Una verdadera rareza para los tiempos que corren, en los que burlarse del adversario se convirtió en uno de los deportes más practicados por los hinchas del fútbol argentino.
Eso sí, antes de ubicarse en el banco visitante, el entrenador de Colón cumplió con el ritual de saludar afectuosamente a Angel Tulio Zof y a cada uno de los integrantes del cuerpo técnico de Central.
«Venir a Rosario, enfrentar a Central en el Gigante y no saludar a Zof, sería una irrespetuosidad de mi parte. Todos los técnicos debemos aprender algo de don Angel». Palabras más palabras menos, fue lo que se le escuchó decir a Martino en los vestuarios en referencia al veterano técnico de Central.
Su respeto hacia Central también se reflejó en otra frase que dejó en el fragor del pospartido: «Yo ya jugué en Newell’s y esa sensación especial de enfrentar a Central no la tengo más», señaló el Tata, desactivando de movida cualquier declaración fuera de lugar en alusión a su eterno adversario.
La visión de Martino sobre el partido propiamente dicho denunció conformismo: «El empate le quedó bien al partido. Quizás en los últimos minutos nosotros terminamos empujando y generando alguna jugada clara, como el cabezazo de Díaz o la de Giovanni en la que me dejó duda sobre si hubo o no mano. Pero la realidad es que nos faltó audacia para ganarlo. Nos faltó salirnos del libreto», finalizó.
Fuente: diario La Capital
Fotos: Gustavo de los Ríos (La Capital) y Gustavo Ércole (El Ciudadano & la región)