La nacionalización del agua, la despenalización del aborto en algunos casos, una ley de protección de glaciares, el boleto escolar gratuito y el fin del sistema de jubilación privada son algunas de las audaces medidas que propuso
La flamante mandataria sorprendió a propios y extraños en el pleno legislativo
DPA · Tiempo Argentino · Nuevaregion.com
La presidenta Michelle Bachelet anunció ayer un paquete de reformas que abarcarán distintos ámbitos y que, de concretarse en su totalidad durante este período de gobierno, cambiarían la esencia de la conservadora sociedad chilena y modificarían sustancialmente, después de casi un cuarto de siglo de presidentes democráticos, el modelo heredado de la dictadura comandada por el general Augusto Pinochet (1973-1990).
La nacionalización del agua –desde los inicios de la dictadura Chile es el único país de América Latina en el que los derechos hídricos fueron privatizados–, la despenalización del aborto en determinados casos (ver aparte) y la creación de 4500 establecimientos para el cuidado provisorio de bebés (casas cuna) "para asegurar así la igualdad de todos los chilenos desde su nacimiento", son algunas de las ideas esbozadas por Bachelet en el tradicional mensaje dirigido al pleno del Congreso.
La presidenta sorprendió luego hasta a sus propios legisladores, al anunciar una ley de protección de los glaciares, la creación de una Subsecretaría de Discapacidad para abordar la problemática de las personas con capacidades especiales, la revisión de la Ley de Pesca, un ambicioso programa para la tercera edad, el establecimiento del boleto escolar gratuito –una demanda exigida desde hace más de 20 años por los estudiantes, uno de los mayores factores de movilización de las protestas juveniles que debilitaron al gobierno del conservador Sebastián Piñera– y el fin del sistema exclusivo de jubilación privada, con la creación de una administradora de fondos de pensiones estatal.
Refiriéndose a la educación superior, la mandataria dijo que "Chile debe tomarse en serio su educación superior", y anunció la gratuidad de la educación universitaria "para que todos puedan estudiar en una universidad". Bachelet dijo que el proceso tomará seis años y señaló que espera que al final de este mandato (2018) las nuevas disposiciones ya hayan alcanzado al 70% de los más vulnerables. Además, anunció la creación de universidades estatales regionales en las que se entrecrucen los planes generales de estudio con los intereses propios de las "realidades locales".
"Si la educación es un derecho de todos, entonces debemos financiarla con los fondos públicos", dijo la presidenta, antes de anunciar la desmunicipalización de las escuelas primarias y su pasaje a la órbita del ministerio del ramo, otra de las demandas que el año pasado movilizaron a los estudiantes.
Jóvenes y padres sostienen que los colegios en manos de las municipalidades son el primer factor diferenciador, pues las establecidas en las áreas más ricas siempre tuvieron más recursos que las manejadas por comunas pobres, de baja recaudación.
Mientras Bachelet rendía cuentas ante el Congreso, situando en el puerto de Valparaíso, 140 kilómetros al noroeste de Santiago, grupos de ambientalistas marchaban pidiendo la protección de los glaciares –algo que la presidenta anunciaba en ese momento– y decenas de estudiantes portaban una gran pancarta con la leyenda "Basta de ambigüedades", sin advertir que buena parte de sus demandas de los últimos años también estaban siendo contempladas en el mensaje presidencial. «
"un debate maduro" sobre el aborto
El solo anuncio de Michelle Bachelet de pedir "un debate maduro" sobre la despenalización voluntaria del aborto, generó el rechazo de la Iglesia Católica y de los sectores más conservadores del país.
La mandataria aludió al tema durante su mensaje al Congreso sobre el estado de la Nación. "Cada aborto en el país es una señal de que como sociedad hemos llegado tarde, porque la prevención no tuvo los resultados deseados", dijo Bachelet tras anunciar el envío de un proyecto de ley al Congreso.
La propuesta es para que se "despenalice la interrupción voluntaria del embarazo en casos de riesgo de vida de la madre, violación e inviabilidad del feto". Bachelet había anunciado antes una serie de medidas sobre la tenencia responsable de mascotas. "Con todo el respeto que me merecen las mascotas, creo que la vida humana vale mucho más que eso", dijo el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati. "Parece que hay más preocupación por las mascotas que por la vida de los niños por nacer", dijo por su parte el ex presidente Sebastián Piñera.
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