Esta vez sí, Argentina fue auténtica. La que se esperaba en el Mundial. Mucho más allá de la victoria 3 a 2 sobre Nigeria que le permitió cerrar con puntaje ideal la fase de grupos. Con dos características muy bien definidas por la línea de la mitad de la cancha. Candidata al título cuando ataca, muy precaria cuando defiende. Y con Messi, por supuesto, capaz de maquillar la peor de las caras.
Gol a favor en el primer ataque. Gol en contra en la primera réplica. Una muestra gratis de las bondades y defectos de la selección de Sabella en apenas 60 segundos. La profundidad de Di María y la capacidad goleadora de Messi para poner el 1 a 0 a los 2′. Los groseros desacoples defensivos a la hora de retroceder rápido para sufrir el 1 a 1 a los 3′. Más claro imposible. Un golazo de Leo a los 45′ para ir tranquilo al descanso. Otro horror en el inicio del complemento para volver a sufrir. Una jugada de pelota parada para sacar ventaja y la misma perspectiva. Inminente chance de cuarto gol en cada ataque. Inminente empate nigeriano en cada contra. Así es la selección. Así será durante toda la Copa del Mundo. El éxito o el fracaso dependerá del potencial ofensivo y fundamentalmente de las genialidades de Messi. O en todo caso, de que los rivales no ataquen.
No obstante, hay datos reconfortantes. Messi tiene cuatro goles y los rivales le tienen terror. Elegirían a cualquier rival antes que a Argentina. Seguramente desde su óptica y conociendo sus limitaciones, cada selección que se le ponga enfrente a la de Alejandro Sabella sabrá qué hacer para agrandar la herida, lo que nunca podrá descifrar es lo que Leo pueda gestionar cada vez que la pelota pase por sus pies. Ahora llega la etapa en la que los errores suelen ser sinónimo de eliminación, pero mientras Messi muestre el nivel de ayer, todo podrá ser enmendado.
Argentina mejoró, pero jamás podrá exhibir la solidez característica de un equipo candidato. No había por qué esperar algo que no iba a suceder.
No será sólida, siempre sufrirá, pero es probable que los rivales sientan más las bondades ofensivas de la selección y que eso los limite. Escrito de otra forma, siempre tomarán más precauciones que las que tome el equipo albiceleste antes de empezar a jugar cada una de las etapas que se vienen desde el martes.
Primero será Suiza en San Pablo. Si Leo lo decide, luego llegará el turno de los cuartos en Brasilia. Y de ahí en más…
Cada uno elige. Mira la mitad llena o la mitad vacía.
FG_AUTHORS: La Capital – Ovación