El papá de Paula, la mujer desaparecida el 18 de septiembre de 2011, apuntó contra el Estado, y afirmó: «No puede ser que este caso aguante tantos pactos de silencio y mentiras».
«Todavía estamos esperando que el Estado nos diga a nosotros, a mis nietos y a toda la sociedad, qué pasó con Paula Perassi. Hoy estamos peor que en 2011, porque no tuvimos justicia». En tono sereno, pero firme, Alberto Perassi busca las palabras precisas para tratar de resumir esa avalancha de bronca e impotencia que siente al cumplirse hoy ocho años de la desaparición de su hija.
Como cada año, se programó una concentración en San Martín y Moreno de la ciudad de San Lorenzo, para luego marchar hasta la conocida «esquina de los bancos» (San Martín y Urquiza). Allí se realiza el acto en el que se recuerda la memoria de Paula reclamando el esclarecimiento del hecho y que se haga justicia.
Paula Perassi fue vista con vida por última vez el 18 de septiembre de 2011 en su casa de San Lorenzo. Ese día salió para ir a buscar la tarea para uno de sus hijos y nunca más volvió. La investigación reveló que la mujer mantenía una relación sentimental con Gabriel Strumia, un empresario amigo de la familia, y que habría quedado embarazada. La hipótesis en la que se centró la Fiscalía, luego de numerosos vaivenes, indicaba que Paula fue obligada contra su voluntad a realizarse un aborto y que murió durante esa intervención.
Lo cierto es que su cuerpo jamás apareció. Tras un derrotero judicial de años, Strumia y otros ocho acusados fueron llevados a juicio. Pero al cabo de las audiencias, el tribunal integrado por Griselda Strólogo, Mariel Minetti y Álvaro Campos los absolvió a todos por falta de pruebas.
Alberto mantiene esperanzas de que la Cámara de Apelaciones de Rosario dicte una resolución en octubre que permita revisar el fallo que absolvió por falta de prueba a los nueve acusados que tuvo la causa, pero de inmediato aclara: «Este año he tenido tantos golpes que no quiero opinar. Pero en algún momento alguien tendrá que rever esta situación, alguien tiene que darnos justicia. Llevamos ocho años esperando algo que finalmente no llega, y estamos como el día cero».
Alberto sostiene que «el Estado debe rever todo este asunto. Tiene que darnos justicia. Creo que van a tener que retomar todo esto. No puede ser que este caso se aguante tantos pactos de silencios y mentiras. Cada vez hay más cosas raras. Las cosas más extrañas han pasado en el caso Perassi», sostiene el papá de Paula.
La ausencia de Paula, además de dejar abierta una herida que nunca cerrará, lo puso a Alberto en una situación laboral y económica más que incómoda. El trabajo podría quitarle un poco de sufrimiento, pero no puede concentrarse en su labores. «Estoy trabajando como puedo, y menos un día como hoy. Estoy mal financieramente, pero tengo que seguir para adelante con el tema de mi hija porque nadie se hace cargo de dar una explicación. El Estado se ha borrado y todos han mirado para otro lado. Desde el día cero todo fue puesto para que esto no se resuelva».
«Hay una cuarta pata en este asunto que es el poder económico. Hemos visto una gran banda que está detrás de esto con un poder económico inalcanzable», agregó. Alberto nunca deja de pensar en sus nietos, los hijos de Paula. «Ellos están bien, en la escuela, en el deporte. Saben todo y a ellos también el Estado les debe justicia», añadió.
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