GUARDE SU FACTURA por las reparaciones. Acerca de los sobreprecios en parabrisas y cristales por el granizo en Rosario… Ramón Bustos expresa su indignación mediante una carta que recomendamos leer … En este dichoso país de la riqueza y abundancia, especialmente en la producción de vegetales, carnes, etc. donde cae una semilla y con rapidez una planta crece, donde tenemos tantas miles de hectáreas decampos sin producir, lo cual es un pecado hacia nuestra propia tierra.
Dos o tres meses antes de cualquier festividad popular, llámese Semana Santa, Navidad, Fin de Año, o bien por fenómenos meteorológicos como el granizo caído el miércoles 15 de noviembre, donde tantos daños ha ocasionado en toda la ciudad, con personas lastimadas, fallecidas, viviendas, escuelas, todos tipos de edificaciones, y automóviles destrozados, etc. Siempre encontramos el mismo fenómeno, todo se sigue produciendo en cantidad, de la misma forma que en el resto del año, pero en estas ocasiones, que podemos llamar situaciones limites de emergencia civil o bien PreFiestas, parece que los vidrios, techos, chapas, membranas, parabrisas, etc. o las vacas les cuestan mas engordar, los vegetales no quieren crecer, o bien los caminos no permiten que los camiones puedan recoger estos frutos por distintos motivos, pero siempre es lo mismo, los precios suben de maneras exorbitantes, indescifrables, más aun en los elementos antes mencionados que han sido dañados por el temporal donde se han visto duplicarse o triplicarse el valor de los mismos, o en las góndolas de los comercios, y luego de estas temporadas no vuelven a su precio normal, sino que quedan como puntos de referencia para futuros aumentos.
Me interesan estos precios en especial, porque como seres humanos que somos todos, debemos indefectiblemente consumir estas cosas en estos precisos momentos de emergencia meteorológica, o bien de la canasta familiar, no podemos obviar de ellos, son la fuente de nuestra vida, a diferencia de otras cosas, como juguetes o electrodomésticos, los cuales también tienen un alza desmesurada. Si hace calor, seguramente los ventiladores o aires acondicionados, si por el contrario estemporada de frío, los calefactores, etc. son imposibles de comprar.
¡QUE FALTA DE HUMANIDAD MANIFIESTAN NUESTROS COMERCIANTES, AVIDOS DE APROVECHAR EL MOMENTO DE NECESIDAD POPULAR, Y APROVECHARSE DE LA DESGRACIA DE LA MAYORIA!
Los comerciantes de acá van en contra del resto del mundo en estas épocas, llamemos temporadas pico de ventas. Cuando en otras partes de este mismo planeta, y en estas oportunidades, los precios bajan para que haya mayor consumo, y ventas, con lo cual por consiguiente mayores ganancias, aquí, se trata de explotar a la gente tratando de vender a precios imposibles, pensando de que si se vende, en poco tiempo se llenarán los bolsillos nuestros inteligentes comerciantes.
Creo que estos señores del comercio, empresarios, etc. jamás aprenderán que no se puede comerciar con el, dolor, hambre, y necesidades de la gente, y que son ciegos ante la realidad de las mayorías populares, todavía no se han percatado de cuales son las reglas del comercio en el resto del mundo.
Y nosotros, el pueblo, los argentinos, que vivimos con salarios miserables, denigrantes, tendremos que seguir soportando estas desigualdades e injusticias, ya que la justicia del hombre no los toca, no existe, son impunes.
En algunas pocas ventanas, (que todavía no estén destrozadas por las piedras) se verán personas brindando con algunas bebidas oportunas a las festividades, y en muchas otras, alzando las copas con agua, si es que no se corta el suministro de la misma.
Ramón Francisco Bustos
D.N.I. Nº 12.922.556.
— Nota del editor:
En gral. nos solidarizamos con los dichos del Sr. Bustos, haciendo la salvedad de que no generalizamos sino que reconocemos que algunos de los comerciantes finales de atención al público trataron de mantener los mismos precios habituales. La Fiscalía de estado está investigando si hubo delitos de usura y, esperamos que pronto, sabremos si fueron los distribuidores regionales los que aumentaron los precios hasta niveles irritantes y ya encuadrados en el delito de usura.
GUARDE SU FACTURA por las reparaciones.