Le robaron la bicicleta desde el interior de la Esc. 6033.
imagen ilustrativa, la bicicleta no es com la de la foto
Este Jueves a las 10:30, después de 14 hs de haber terminado la Radio Abierta realizada la tarde anterior, fui a encontrarme con una maestra y dejé mi bicicleta, como siempre lo hago, en el pasillo interior de la escuela.
A diferencia del horario nocturno, durante la mañana y tarde, durante el funcionamiento de la escuela primaria, la puerta exterior permanece cerrada y sólo puede ser abierta desde el interior.
Quiso el destino que llegue a la escuela al mismo tiempo que los concejales García, Torrens y Marco, que debían encontrarse con la directora. Nos saludamos y de paso les pregunté porqué no fueron a la radio abierta si estaban invitados, así como el intendente y todas las instituciones, pero los tres, como toda respuesta, sólo me miraron en silencio.
Los dejé pasar y acomodé la bicicleta en el pasillo de entrada como siempre lo hago cuando voy por algo rápido. Pasé a su lado, los saludé y les dije en broma "no me vayan a llevar la bicicleta". Obvio que no fueron ellos, pero ahora me parece que la frase me salió como de una premonición que alguien se la robaría.
Fueron apenas unos minutos, en que fui hasta las aulas del patio exterior. Conversé con mi colega y volví enseguida desandando el camino.
Pero al ir llegando noté que ya no se veía el manubrio detrás de los vidrios de la puerta del pasillo… y se la habían robado nomás.. Aclaro que es una playera común, bordó, con guardabarros negros que le hice poner junto a ruedas nuevas y gomas negras en manubrio y accesorios. Ni nueva, ni en perfecto estado, pero se la llevaron igual en una maniobra de escasos 2 minutos por lo que pude deducir.
Rápidamente pregunté a los que encontré, incluso a los concejales y directora que estaban reunidos, pero nadie vio nada. Sólo una de las portertas contó, más tarde, que le abrió a dos muchachos que "buscaban a una maestra", y que inocentemente los hizo pasar y se alejó dejándolos sólos.
Fue el timbre que escuché y por el que me volví rápido a la puerta, pero no alcancé a llegar antes de que la bicicleta desapareciera.
Hasta ahora serían los únicos sospechosos pero, salvo la portera que habría visto a los posibles autores, nadie vio nada más.
Quien me conoce, sabe que uso mucho la bicicleta, y esta playera me venía acompañando hace años.
Quizá haya sido una simple coincidencia, quizá no. Si la policía pudiera completar sus investigaciones, quien sabe, capaz encuentren la bici, la notebook, la filmadora todo en el mismo lugar.
En esta ciudad que regala tantas bicicletas… qué bien me vendría una ahora. La mía quiero recuperar… y sino una playera igualita, bordó con guardabarros negros y accesorios.
Irene Schmidt
Directora Puerto Mio