
El invierno le dejó paso a la primavera con más lluvias y los suelos siguen saturados en Buenos Aires
El invierno le dejó paso a la primavera con más lluvias y los suelos siguen saturados en Buenos Aires
El final del invierno y comienzo de la primavera estuvo marcado por nuevos alertas meteorológicos emitidos por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), a raíz de fuertes tormentas que se sucedieron durante el fin de semana en Buenos Aires, parte de la zona núcleo y el nordeste argentino (NEA).
De acuerdo con los mapas que elabora cada jornada el SMN (ver imagen de portada), con datos acumulados hasta las 9 AM, se puede observar que hubo regiones como el centro y oeste de Buenos Aires, el norte de Santa Fe y Corrientes, donde los acumulados estuvieron cerca de los 100 milímetros.
Esto constituye un gran problema sobre todo en los territorios bonaerenses que se encuentran en estado de emergencia a raíz de las inundaciones y los anegamientos que impiden no solamente la producción sino también la vida diaria normal de los pobladores de las localidades rurales, donde los caminos están intransitables.
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“VOLVIERON LOS EXCESOS”
“Vuelven los excesos a la provincia de Buenos Aires. Las lluvias pronosticadas para el fin de semana se efectivizaron y excedieron nuevamente la capacidad de absorción de los suelos”, advirtió la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) en su informe semanal.
Y amplió que, en fuerte contraposición con lo ocurrido en la campaña pasada, periódicas lluvias intensas mantienen a la mayor parte de la provincia de Buenos Aires en condiciones de reservas excesivas, que apenas retroceden vuelven a aparecer.
A tal fin, elaboró una serie de gráficos que muestran la evolución del contenido de agua en el suelo (línea negra) simulado con el modelo de balance hídrico de la ORA, para tres localidades de diferentes sectores de la provincia de Buenos Aires: Bolívar (arriba), Las Flores (centro) y Tres Arroyos (abajo).
En los tres casos, se utilizaron parámetros locales de suelo y el consumo hídrico de trigo sembrado a mediados de junio.
“En los ejemplos se observa que, desde la siembra el contenido de agua en el suelo ha estado oscilando por encima de los valores normales, representados por la cinta verde. Los puntos celestes sobre el nivel de capacidad de campo indican días con excesos hídricos, es decir, precipitación que no llegó a ser incorporada al suelo y fue escurriendo hacia zonas más bajas”, indicó la ORA.
- En el caso de Bolívar, aun tomando en cuenta un lote con escurrimiento bastante bueno, la capacidad de los suelos se excedió por más de 70 milímetros desde la fecha de siembra.
- En Las Flores, desde la fecha de siembra se contabilizaron más de 60 días con excesos. Esto es bastante habitual, pero lo notable es que la cantidad de agua que no pudo ser incorporada al perfil superó los 230 milímetros desde la fecha de siembra.
- En Tres Arroyos, el modelo calculó 30 días con excesos y 84 milímetros de agua excedente.
EL MAÍZ TEMPRANO, EN VILO
En materia agrícola, que llegue más agua es una mala o buena noticia, dependiendo de donde se pose la lupa.
En general, donde los suelos no están saturados, constituye otro aporte clave para engordar el colchón de agua que sostiene las altas proyecciones de cosecha triguera, a la vez que fortalece las expectativas para la siembra gruesa, en aquellos lugares donde aún no avanzó.
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Por el contrario, donde los excesos hídricos son marcados, la situación se complica cada vez más, con lotes que corren riesgo de pérdidas de cultivos, y también otros que podrían no sembrarse como estaba previsto, con maíz temprano, y pasar a soja o maíz tardío.
Según diversos informes agrícolas conocidos en los últimos días, los productores ya anticipaban estas tormentas y, por ello, el ritmo de siembra de maíz se había intensificado.
“La proximidad de un nuevo frente de tormenta ha generado una dinámica acelerada en las labores, buscando aprovechar las condiciones actuales de piso antes del ingreso de precipitaciones que podrían interrumpir el avance”, adelantó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en su último Panorama Agrícola Semanal (PAS).
Cabe recordar que la apuesta por las siembras tempranas viene siendo fuerte: en Córdoba, por ejemplo, donde los lotes tempranos representaron el 15% de la superficie el año pasado, este año el porcentaje subiría al 25%.
“Asimismo, en la zona núcleo la buena humedad está siendo aprovechada y los productores coinciden en que la siembra temprana superaría el 80 % del total zonal”, completó el PAS.
EL PANORAMA EN LA ZONA NÚCLEO
Del mismo modo, la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en su informe semanal para la zona núcleo, había anticipado que “el gran avance de la siembra maicera se vería comprometido por las lluvias del fin de semana”.
La GEA coincidió en que las labores de siembra aceleraron “a fondo”, con el fin de ganar “la carrera contra las tormentas”, lo que se traduce en que ya se implantaron unas 610.000 hectáreas de los 1,75 millones intencionadas.
“Pero en los sectores del extremo sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires, con algunas recientes lluvias semanales y peores condiciones de piso, han decidido esperar ante la amenaza de lluvias, más allá de algunas labores de implantación aisladas”, indicó la GEA.
Y añadió que, en el área, los ingenieros señalan dos clases de riesgos ante los pronósticos: primero, perdidas de área ya sembrada; y, segundo, un retraso en la siembra, lo cual incluso puede llevar a cambiar por fechas tardías o hasta cambio de cultivo; es decir, pasar a soja.
En Camilo Aldao, por ejemplo, técnicos consultados por la entidad rosarina mencionaron que “si llueve mucho, más de 60 a 80 milímetros, estamos en un gran problema con el maíz. Con mucha agua vamos a tener una gran expansión de los bajos y veremos qué pasa con los campos muy planos sin pendientes”.
Desde encostramientos que dificulten la emergencia, pérdida de semilla por anegamientos, o incluso la posibilidad de que las semillas queden flotando (en siembras muy recientes), son algunos de los problemas que pueden terminar en pérdidas de áreas implantadas.
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En General Pinto, en tanto, señalaron el aspecto económico: “Si sembráramos ahora y llueve más de 50 a 60 milímetros, nos expondríamos a situaciones de pérdidas por sectores. Pensar en pérdidas de un 20 a 30% de las siembras con un cultivo en el que la bolsa de semillas sale 200 dólares, con los márgenes actuales, sería arrancar la campaña muy golpeados desde el arranque”.
El lado positivo, vale mencionarlo, es que estas descargas llegaron luego de una primera quincena que había otorgado un respiro tras la gran tormenta de fines de agosto.
De todas maneras, vale insistir, los acumulados del último fin de semana volvieron a afectar las zonas más vulnerables a excesos: extremo sur de Santa Fe y nordeste bonaerense.
El otro factor a tener en cuenta en un contexto de tanta humedad son las enfermedades, para el caso del trigo que ya está por comenzar el período crítico.
Por ahora, la GEA señaló que mancha amarilla y roya amarilla están contenidas, y que no se necesitaría una tercera aplicación de fungicidas para evitar que proliferen.
EL PROBLEMA NO SON LAS CHICHARRITAS, SINO EL AGUA
Por último, otro reporte que da cuenta sobre el riesgo que están significando los altos niveles de precipitaciones es el 26° informe que dio a conocer la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus Maidis, que fue contundente: “Con un retroceso sustancial de la chicharrita, el único escollo para las siembras tempranas es el exceso de agua”, resumió la Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar).
Los datos relevados en las trampas cromáticas adhesivas ubicadas en zonas maiceras de todo el país, entre el 26 de agosto y el 11 de septiembre, muestran “una nueva y sustancial retracción de la chicharrita en todo el país, incluso en las regiones endémicas”.
Así, “si bien este escenario configura un excelente panorama para las zonas de maíz temprano, en varias localidades aún no se está logrando sembrar debido al exceso de agua acumulada”, advirtió Maizar.
Vale mencionar que este documento se difundió antes de que se produjeran las lluvias del último fin de semana, con lo que el panorama, lejos de mejorar, se puso más complicado.
Con respecto a la chicharrita, la situación por regiones es la siguiente:
- En el NOA, que hasta el relevamiento de la quincena anterior tenía apenas un 3% de localidades sin la plaga, en este mostró un 24% con ausencia de Dalbulus maidis y un 40% con la presencia más baja, de 1 a 4 adultos por trampa: casi dos tercios de esta región endémica están en excelente condición.
- En cuanto a la otra zona endémica, el NEA, la retracción fue más marcada: la plaga estuvo ausente en el 68% de las localidades (frente a 40% del relevamiento anterior), y otro 20% registró la categoría de menor presencia (1 a 4 adultos por trampa).
- Respecto del Litoral, la ausencia del vector ya alcanza al 86% de las localidades, y otro 11% presentó la menor presencia (de 1 a 4 adultos por trampa).
- En la región Centro-Norte, también siguió el retroceso de la chicharrita, que estuvo ausente en el 78% de las localidades, y con presencia mínima en un 19% de las muestras.
- Finalmente, el Centro-Sur del país sigue prácticamente libre de la plaga, con un 99% de localidades que no registraron detecciones.
Por otra parte, el presente informe presenta datos sobre la infectividad de Dalbulus maidis con Corn Stunt Spiroplasma (CSS), en las distintas regiones.
No obstante los buenos resultados, los expertos de la Red recomiendan sostener el monitoreo de adultos de Dalbulus maidis durante todo el año, tanto en trampas como inspeccionando los cultivos, para registrar las fluctuaciones que van a permitir comprender mejor el comportamiento estacional del vector en las distintas regiones maiceras.
Con información de INFOCAMPO
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