En el fin de semana del 10 y 11 de julio la Dirección de Inspección General de la municipalidad de San Lorenzo realizó intensos operativos sobre taxis y remisses identificando anomalías en vehículos radicados en localidades vecinas que, en infracción con las normativas vigentes, se detenían a la espera de pasajeros en paradas o esquinas de calles de la ciudad.
Según la Ley y las Ordenanzas vigentes "en las paradas determinadas, en los sectores que están designados para que estén los taxis de San Lorenzo, no puede haber vehículos de alquiler de otras localidades", explicó el funcionario a cargo de Inspección General, Iván Ludueña. Esta es una situación que pasa en prácticamente todas las ciudades del país, donde las ordenanzas procuran proteger la fuente laboral local.
El Dr. Ludueña indicó que "lo que estamos haciendo, como hacemos con toda la política de control, es cuidar el trabajo de los remiseros y taxistas de San Lorenzo", en referencia a la competencia desleal que genera que vehículos de otras localidades concerten viajes en la propia.
Algunos sectores perjudicados por la firmeza de la medida deslizaron la idea de que podría existir alguna animosidad contra los trabajadores de una u otra ciudad a lo que el mismo funcionario respondió: "no hay conflicto si ponemos el acento en cumplir con las ordenanzas vigentes y las reglamentaciones que rigen la actividad", y en este sentido detalló: "el conductor puede venir a la ciudad a dejar un pasajero o pero no a tomar viajes en la vía pública; no existe persecución ni animosidad", concluyó.
Las acciones encabezadas por el municipio sanlorencino en la gestión del intendente Raimundo han provisto de un mayor control, tanto en los comercios y actividades nocturnas, como con los controles de tránsito que vienen realizándose permanentemente, con el afán de promover una "cultura del cumplimiento" que profundice el cambio que se ve en la ciudad en otros aspectos.