A pesar de la crisis que atraviesan las plantas frigoríficas como consecuencia de la caída del consumo interno y las barreras que el gobierno nacional impuso a la exportación, la empresa Mattievich —la más importante de Santa Fe— aseguró a sus trabajadores una garantía horaria de 140 horas, lo que implica el pago de un salario mínimo por trabajador de unos 1.600 pesos aproximadamente.
La información fue aseverada ayer por el gerente general de la firma, Jorge Toreli, luego de una ola de rumores que se desataron en esta ciudad del departamento San Lorenzo de que la empresa podía llevar a suspender personal.
Un 40 por ciento.
El directivo de la firma admitió una caída total del 40 por ciento de la actividad en todas las plantas ubicadas en Carcarañá, Casilda, Rosario, Puerto San Martín, Arroyo Seco y Carmen, entre otras, pero reafirmó su compromiso de sostener los salarios hasta donde los recursos den.
“Siempre las crisis terminaron felizmente antes de que finalicen las reservas empresariales. Esperemos que esta vez suceda exactamente lo mismo”, dijo el empresario a modo de ejemplo sobre otras crisis desatadas con anterioridad.
Toreli hizo un poco de historia sobre la crisis ganadera argentina, la reducción del stock ganadero. Para el directivo fue la oferta retraída lo que originó el aumento de los precios en el kilo vivo que luego se trasladó a las góndolas de los supermercados.
“El peso mínimo que estábamos solicitando como medida activa lamentablemente lo que hizo fue profundizar porque hay una categoría que no se va a poder faenar a partir del 1º de mayo y que probablemente retraiga aún más la oferta”, amplió Toreli a la hora de describir la coyuntura actual.
Aval sindical.
La medida recibió el avalan de la seccional local del Sindicato de la Carne. Su secretario general Ricardo Martínez, celebró las declaraciones de Toreli para que cesen los rumores en Carcarañá. “La preocupación está porque en una de las dos plantas de Carcarañá la gente trabaja solamente dos días a la semana”, dijo.
Explicó que si bien esto es un avance, el esfuerzo es valorado, confió espera que todas las industrias presenten la documentación necesaria para el cobro de las 200 horas mensuales, logro que fue posible tras varias movilizaciones por parte de Federación de la Industria de la Carne y sus derivados.
Freno a la exportación.
El otro fuerte impacto negativo lo está causando las barreras a las exportaciones que se le atribuyen al secretario de Comercio, Guillermo Moreno. Mattievich destinó históricamente a la exportación el 40 por ciento de la producción, pero la situación planteada redujo esa posibilidad en un 70 por ciento.
“Normalmente nuestra distribución fue del 60 por ciento al mercado interno y un 40 por ciento a exportación, pero ahora esa brecha se amplió porque el mercado interno tiene buenos precios. Esta variación fue dinámica, ya que nuestra idea es ir moviéndonos dependiendo de lo que ofrece tanto el mercado interno como la exportación”, reflexionó.
Ingresar a Chile.
Una de ellas es apresurar las gestiones para ingresar a Chile con harina de carne, para lo cual la empresa hizo inversiones en pos de adaptar el producto a las exigencias de ese mercado vecino.
“Pero esta es la política del gobierno priorizar el consumo nacional, esto está dado de esa manera y parece inmodificable. Quienes no coinciden deberán expresarlo en las urnas”, opinó.
Fuerte caída
La situación de la empresa Mattievich es la misma que acusan el resto de las firmas cárnicas del país. Primero apelaron a tareas de refacción para mantener al personal cumpliendo las horas de trabajo. Cuando terminaron esa etapa, iniciaron recortes de jornadas laborales. A nivel nacional, la faena cayó entre 30 y 40% en el primer trimestre del año.
Walter Gasparetti
La Capital