En algunas zonas duró casi veinte minutos. Se escucharon cacerolas, bocinas, cualquier elemento que sirviera como percusión y también insultos.
Gran cantidad de vecinos de distintos barrios hicieron un cacerolazo en la mayoría de los barrios de Rosario, en repudio por la ola de violencia narcocriminal y los cuatro crímenes de trabajadores ocurridos en la última semana.
Minutos antes de las 21, el silencio del domingo rosarino se convirtió en un ensordecedor ruido de cacerolas, bocinas y cualquier elemento que los vecinos tuvieran a mano para hacer sentir su rabia e impotencia ante la ola de violencia que atraviesa la ciudad.
El centro, Abasto, Pichincha, barrio Martin, Echesortu, República de la Sexta fueron algunos de los barrios donde más se hizo sentir la ruidosa protesta de los vecinos.
La convocatoria había surgido espontáneamente con un mensaje que se difundió por WhatsApp y rápidamente llegó a las redes sociales, sin firma y con la consigna: «Hacé ruido, tocá la bocina, una lata, una olla, lo que sea. Basta de silencio».
Si bien estaba convocado para las 21, ya desde minutos antes se empezó a escuchar con fuerza por distintos puntos de la ciudad, y entre el ruido de las cacerolas que bajaba de los edificios y el de las bocinas desde la calle, también se escucharon insultos lanzados al aire.
En algunos barrios el cacerolazo se extendió por casi veinte minutos.
LaCapital