A un mes de inaugurada ya pasaron 20 mil personas por la Isla de los Inventos. Si la convocatoria que logra un espectáculo puede hablar de la calidad del mismo, la Isla de los Inventos no deja lugar a dudas. A un mes de su inauguración 20 mil personas visitaron la nueva propuesta lúdica que la Municipalidad montó en la vieja estación de trenes de Corrientes y Wheelwright… Pero si este número sólo habla del tránsito de gente, otras cifras pueden dar cuenta de cómo los rosarinos se adueñaron de este espacio: ya se construyeron mil juguetes empleando 24 mil piezas de madera, se modelaron infinidad de seres mitológicos con 200 kilos de arcilla y se garabatearon unas 40 resmas de papel. Todo esto sólo durante los fines de semana, y a lo largo de cuatro horas por día.
Y si bien la Isla de los Inventos se pensó como un espacio principalmente infantil -que completa la propuesta del Jardín de los Niños (parque Independencia) y la Granja de la Infancia (avenida Perón al 8000)- las estadísticas de la boletería hablan de otra cosa: de cada 10 visitantes, 62 fueron adultos.
«Es que la gente adora que los viejos sitios, y más los que tienen una tradición ferroviaria, se conviertan en espacios culturales. Además hay juegos pensados para que los chicos compartan con sus padres», indicó la directora del Programa de Cultura Municipal, Chiqui González.
En sus más de 5 mil metros cuadrados, la Isla cuenta con cinco sectores, cada uno con sus actividades. En los andenes de la estación hay distintas propuestas para recrear la historia y reconocer los distintos sitios de la ciudad. Hay juegos pensados a partir del ferrocarril y las valijas de los inmigrantes, pero también están las cúpulas de la ciudad, sus edificios históricos, el Monumento y el río.
Una vez recorrida esta gran muestra, los pibes pueden probar otras opciones: idear y construir juguetes en La Fábrica o experimentar la producción de sonidos, aprender sobre el Big Bang o indagar sobre qué es el tiempo en El Espacio Infinito.
En todo esto no estarán solos. Hay 45 personas que se encargan de coordinar los juegos, la mayoría pasantes de escuelas terciarias provinciales o de la Universidad.
Se vienen cursos y seminarios Y aunque todavía parece muy pronto, en la Isla ya se hacen planes a futuro. Desde esta semana un grupo de becarios del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) ya están dictando talleres sobre física, armando charlas filosóficas al paso y produciendo materiales multimedia sobre astronomía.
«La idea es que la gente pueda participar de miniconferencias mientras pasea. Ya abrimos algunas sobre genética, nuevos paradigmas o utopías, con un lenguaje sencillo para que tanto los chicos como los más grandes puedan sentarse media hora a escuchar y después sigan jugando y haciendo», explicó González.
Además, el próximo miércoles comenzará el primer curso sobre «El juego: un modelo para armar entre arte, ciencia y tecnología» que se extenderá hasta principios de diciembre.
La Isla de los Inventos abre todos los sábados y domingos de 15 a 19. La entrada cuesta 1 peso para los chicos a partir de los 3 años y 2 pesos para los mayores de 13 años.
fuente: Carina Bazoni / La Capital