Los agresores son alumnos del San Antonio de Padua. El explosivo entró en el vecino colegio La Inmaculada por una ventana. Ya hay antecedentes… Los festejos previos al viaje de egresados de los alumnos de la escuela San Antonio de Padua, de Provincias Unidas al 900, no tuvieron ayer un final feliz. Una de las tantas bombas de estruendo que tiraron a lo largo de la mañana para celebrar la partida a Bariloche explotó dentro de un aula del vecino colegio La Inmaculada, y provocó quemaduras en tres alumnas de noveno año de ese establecimiento.
Todos los años, las alumnas de La Inmaculada y los estudiantes del colegio San Antonio de Padua mantienen el mismo ritual: festejan la partida a Bariloche en las Cuatro Plazas, ubicada en Provincias Unidas y Mendoza.
Ayer les tocó el turno a los estudiantes del último año del polimodal de la San Antonio de Padua. Según relatan alumnos de ambos establecimientos, eran unos «30 o 40 chicos los que estaban en la plaza con batucada y bombas de estruendo». Sin embargo nadie pudo asegurar la cantidad exacta, ni siquiera la directora del San Antonio de Padua, Hilda Casanova.
«Ya hicimos un listado de los chicos que faltaron a clase, pero son muchos: de los cerca de 150 estudiantes que están repartidos en cuatro cursos, más del 60 por ciento estuvo ausente. Por eso todavía no tenemos identificados a los que estaban en la plaza esta mañana (por ayer)», explicó Casanova.
Lo que sí confirmó el jefe de la comisaría 14, Daniel Pool, es que se encontró un mortero cerca de un tacho de basura de la plaza y restos de bombas de estruendo desparramadas por ese espacio verde.
Detalles de la explosión
Cuando el cronista salió del despacho del comisario encontró en el hall de la dependencia policial a Cintia Muriel, una de las tres alumnas del colegio La Inmaculada que sufrieron quemaduras. Fue ella quien relató con más precisión lo sucedido en el aula: «Eran las 9.30, estábamos en la clase de Historia cuando entró la bomba de estruendo por la ventana. En cuestión de minutos, el artefacto empezó a rebotar y después explotó».
El ruido fue tan fuerte que las estudiantes de ese curso -que dicta clases en el tercer piso de la escuela- quedaron aturdidas. «Fue impresionante la explosión. Tembló todo», dijo un grupo de alumnas de primer año del polimodal.
De hecho, una de las estudiantes de noveno año sufrió daños auditivos por la explosión. Las otras tres chicas recibieron el impacto de las bombas en sus manos y en la espalda, pero ninguna debió ser hospitalizada.
Quien se mostró muy asustada fue la rectora de La Inmaculada, la hermana Florencia Catalán. «Tuve miedo pero después que vi que estaban todas bien me tranquilicé bastante», contó. La rectora recordó que el año pasado también hubo incidentes: «Más de una vez rompieron vidrios de distintas aulas».
La directora del San Antonio de Padua confirmó que «habrá sanciones para los estudiantes responsables del incidente, pero recién mañana (por hoy) vamos a analizarlas con el consejo de profesores».
Casanova agregó que «todos los años pasa lo mismo. Por eso los padres y alumnos firman un documento donde se comprometen a no tirar bombas dentro de la escuela ni en la puerta». El tema es que la plaza y el colegio vecino no están incluidos en el listado.